El ex presidente municipal de Tacotalpa remarcó que sin unidad, no se podrá salir adelante, y que hay que esperar que la dirigencia nacional emita la convocatoria, para comenzar el camino a la convención de delegados

Luis Ruiz Sandoval Frade
Rumbo Nuevo
De forma tajante el notario público y aspirante a la dirigencia estatal de su partido, el Revolucionario Institucional, Guillermo Narváez Osorio, no niega su amistad no solo con la familia Neme, sino con muchos políticos de todas las corrientes, pero de ser un candidato de línea “es una falacia, soy un militante más que buscó regresarle algo a mi partido, de lo mucho que por años, me ha otorgado”.
El ex presidente municipal de Tacotalpa remarcó que sin unidad, no se podrá salir adelante, y que hay que esperar que la dirigencia nacional emita la convocatoria, para comenzar el camino a la Convención de Delegados.
Sin tener enemigos pero sí muchos amigos “en todas las corrientes, dentro o fuera de la administración”, destacó que todos los que aspiran y la militancia debe saber que el camino para recuperar los espacios que se perdieron hace un año, es solo con unidad, con trabajo, dejando atrás problemas entre los mismos priistas, y con ello, se sabrá de la dimensión que se tiene.
Niega de entrada que sea un candidato de unidad “puesto que la amistad que preservó por años con la familia Neme no quiere decir que me estén apoyando, ni tampoco haber sido presidente del Tribunal Superior de Justicia en el periodo de Manuel Andrade puede hablar que él me apoyo; tengo mi trayectoria por años, mi rectitud pero sobre todo, mis ganas de regresarle a mi partido, lo mucho que me ha entregado”.
Afirmó que su intención de ser el dirigente del PRI, es reconciliar a la militancia priista que percibe dividida “es una meta que se tiene, sanar heridas, pero sobre todo, saber que estamos vivos, que se tiene estructura, recuperar esta confianza de la militancia que nos pide que la apoyemos, por ello, quiero ser dirigente”.
Y adelantó que ante la crisis económica que se vive en la actualidad y que las prerrogativas que recibe el PRI no le alcanza, en su momento se puede dar que no cobre su salario.
“Hay que entender que no es una postura de pobrecito, no, sino entender que si mi partido me permitió ser presidente municipal, diputado local, presidente del TSJ con un gobierno priista, pues es entendible que pretenda regresarle algo de lo que se ha conseguido, así de sencillo”.
Por lo cual, el ex presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) negó enfático que esté haciendo actos anticipados de campaña.
Admitió que se ha reunido con delegados de los consejos políticos y militantes del Revolucionario Institucional pero en forma pública, no privada como se ha querido hacer creer.
Asimismo rechazó ser el candidato de línea de los Neme y el dirigente a modo del gobierno nuñista. Dijo que tales señalamientos no son más que descalificaciones a las que prefiere no responder, “porque hoy lo que la militancia priista requiere es una gran unidad”, indicó.
El aspirante a la dirigencia estatal del PRI se autodefinió como un hombre de lealtades que reconoce a sus amigos “de siempre en cualquier lugar y en cualquier posición política que detenten”.
Asegura que en el proceso interno del partido hasta ahora ha habido igualdad de condiciones para todos los participantes, y que será una vez que se emita la convocatoria que la lista de los aspirantes se reducirá, aunque con base en los requisitos.
“No hay nada de eso, ni soy de línea, ni el elegido ni nada por el estilo, mi aspiración es personal y tengo las mismas oportunidades que tienen todos hasta ahora, tendremos que esperar los requisitos que marque la convocatoria; si los cumplimos, seguimos en la contienda interna y, si no, pues ya ni modo, pero no hay nada de eso, es totalmente falso”, afirmó.
Narváez Osorio destacó que, considerando las condiciones del partido, ysobre todolos resultados de las últimas elecciones, los participantes de la contienda no deberían estar haciendo señalamientos que afecten este proceso, pues al hacer públicas todas las inconformidades, generan suspicacia entre los militantes tabasqueños.
“Creo que se requieren óptimas condiciones para que esto funcione bien y se lleve a cabo una elección sana, lo mejor sería conforme se vaya reduciendo la lista de los aspirantes al cargo ir viendo una candidatura de unidad; no digo que sea yo, pero tiene que ser el mejor de los cuadros del partido”, destacó.
Sobre el nuevo presidente interino José Antonio Aguilar Bodegas, lo calificó como un político combativo, que ha estado en duras batallas políticas y ha salido librado, por lo cual existe plena confianza que saque adelante y en buen término, este proceso