La aventura rojiblanca puede resumirse en una palabra: fracaso. Por eso, Carlos Gullit Peña optó por volver a zona de seguridad, porque el mediocampista vestirá nuevamente la camiseta de León, club con el que alcanzó tiempo atrás sus momentos más brillantes.

Guadalajara, Jalisco
Agencias
Luego de afinar detalles, el Rebaño Sagrado dio a conocer que el jugador se irá en calidad de préstamo. El Club Deportivo Guadalajara, que lo compró a los Panzas Verdes hace apenas un año por ocho millones de dólares lo cedió para que retome su nivel.
El propio Gullit estuvo dispuesto a sacrificar parte de su elevado salario, para volver a la tierra donde se sabe querido y vive cómodo. En Guadalajara, nunca fue capaz de manejar la enorme presión por parte de la afición, que no lo perdonó desde aquella falla de un penal en el Estadio Azteca, frente al América, en la Vuelta de los Cuartos de Final del Clausura 2016.
En su primer torneo como rojiblanco, luego de un mal inicio, logró convertirse en el mejor anotador del club, con siete tantos. Pero la falla en el Azteca significó la eliminación frente al acérrimo rival. Su relación con la afición del Rebaño Sagrado era complicada. En cada partido como local era abucheado aún antes de tomar la pelota por primera vez o al ingresar de cambio.
Acostumbrado a ser “consentido” en León, Carlos Peña nunca pudo manejar adecuadamente la presión de una afición exigente. Incluso, recibió pláticas motivacionales personales de Jorge Vergara, pues la idea del dueño de Chivas era rescatarlo en lo mental para que su fútbol volviera a brilla. De igual forma, el técnico Matías Almeyda quiso brindarle en la cancha confianza para que se recuperara y lo mantuvo como titular, a pesar de lo poco popular de dicha decisión.
Pese a todos los esfuerzos, el Gullit puso en pausa su breve paso por Guadalajara. Un fracaso en su carrera, que lo obliga a meterse de nuevo en zona de seguridad. Con León brilló su fútbol y ahora espera resurgir.