Guayabazo
Violaron el protocolo federal Manuel García Javier guayabazo@hotmail.com La mala fe de un comunicador dejó en la lona a conocido doctor, después de una andanada de críticas que involucraron al mismísimo gobernador. Germán Arturo Corzo Ríos, director del Hospital Regional de Alta Especialidad de la Mujer con sede en Villahermosa Tabasco, recibió cese fulminante por […]
18 de enero de 2021

Violaron el protocolo federal

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com
La mala fe de un comunicador dejó en la lona a conocido doctor, después de una andanada de críticas que involucraron al mismísimo gobernador. Germán Arturo Corzo Ríos, director del Hospital Regional de Alta Especialidad de la Mujer con sede en Villahermosa Tabasco, recibió cese fulminante por violar el protocolo de salud, al haberse autorizado la dosis de la vacuna Pfizer contra el Covid-19 que este fin de semana precisamente culmina en su primera etapa de la logística para personal de primera línea del sector salud.

Al funcionario estatal con cargo administrativo lo ganó la calentura, quizá por desesperación o por temor a la huesuda, pues debió esperar para vacunarse en fechas posteriores programadas, aparte de que ya había sobrevivido al contraer el temible virus.

El caso es que la incisiva crítica del comunicador Emmanuel Sibilla Oropeza, conductor del programa noticioso ‘Telereportaje’ en la estación radiodifusora XEVT, dejó sin chamba al mencionado doctor, actitud que causó enojo en la Sociedad Médica tabasqueña y diversos sectores sociales.

La Sociedad Médica del nosocomio solicitó de manera respetuosa al gobernador y la Secretaría de Salud analizar profundamente la decisión, debido a que “el doctor Corzo ha trabajado adecuadamente en la dirección del hospital y es un pediatra en servicio que fue el primero en contagiarse antes que el personal médico y paramédico”, dijeron en redes sociales.

En defensa, el exgobernador Manuel Andrade Díaz consideró que el médico en cuestión es una persona, prudente, reconocida y prestigiada que no mereció ser tratado de esta manera sin que haya una investigación exhaustiva y profunda y, por tanto, pide a las autoridades de salud reconsideren el caso.

El gobernador Adán Augusto López Hernández, actuó con fundamento en el protocolo de la Secretaría de Salud Federal que señala que sólo el personal médico de la salud de primera línea serían los primeros en recibir la dosis. En ese concepto, se considera que una cosa es que el doctor Corzo Ríos cumpla con el cargo al que protestó como director, y otra que de manera independiente y particular se desenvuelva como pediatra, dado que atiende en su consultorio particular de avenida Universidad.

Y claro que su clientela tenía que protestar en su defensa. No había de otra, eso es normal, pero la ley debe cumplirse por parte de los funcionarios. Pero nuestra crítica a este hecho es que, en aras de ganar espacios publicitarios, el comunicador en mención no midió el daño colateral que causó; quizá con el afán de ganar adeptos, pero no tomó en cuenta que existe un sector de la sociedad tabasqueña que resultó afectada y que no aprueba la verborrea expresada en contra del galeno.

Cierto también, que el señor Sibilla es periodista, bueno, por cierto, y se debe a su trabajo como tal, pero también éste debe tomar en cuenta que hay personas que han hecho el bien general y, por tanto, debe cuidarse de no herir susceptibilidades que dañen la moral de terceros. Así pues, ahí queda eso.

Y volviendo a la tira y jala de la vacuna Covid, las redes denunciaron también que la directora administrativa de la clínica ISSET, María Elvia Fernández, inocentemente publicó una fotografía donde se vacunaba. Esta actitud, deja también en entredicho las preferencias que el titular de la dependencia, Fernando Mayans Canabal tiene para con su personal. O todos coludos o todos rabones.

Como antecedente, se dio un primer caso en un hospital mexiquense en los últimos días del 2020, cuando el director del Centro Médico ‘Lic. Adolfo López Mateos’ de Toluca, José Rogel, aplicó a su familia la vacuna Covid, razón por la cual fue separado del cargo temporalmente y está a disposición de las investigaciones del Órgano Interno de Control y de la Contraloría General.

Estos casos de influyentismo son un pequeño prietito en el arroz, pues de un universo de 125 mil trabajadores de la salud que prácticamente ya recibieron la dosis, escasamente tres funcionarios han violado el protocolo federal.

Los servidores debieron esperarse 15 días más, hasta el mes de febrero, fecha en que está contemplado el resto del personal de salud junto con las personas de 60 años y más. A la mejor porque tengan preferencias con la Pfizer de la que se adquirieron 34.4 millones de dosis; pero también se sabe, hay contrato de compra-venta de 77.4 millones con AstraZeneca; 35 millones de la de CanSino y 34.4 millones de la plataforma Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Claro está, cualquiera es buena, con tal de que se evite ese desgraciadísimo mal que ha diezmado a la población del mundo. Es todo, nos leemos en la próxima.

Compartir: