Guayabazo
Psicópatas de la maldad Manuel García Javier guayabazo@hotmail.com La lucha electoral que ha comenzado a librarse en todo el país está llevándose, más que nada, en el campo de las ‘benditas’ redes sociales; pero el daño, más que tocar a los actores políticos, impacta en la población que, enajenada, se despedaza entre sí, dañando enormemente […]
11 de enero de 2021

Psicópatas de la maldad

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com
La lucha electoral que ha comenzado a librarse en todo el país está llevándose, más que nada, en el campo de las ‘benditas’ redes sociales; pero el daño, más que tocar a los actores políticos, impacta en la población que, enajenada, se despedaza entre sí, dañando enormemente su moral, pues se han vuelto expertos en atacar con calificativos y adjetivizantes.

Al menos en Tabasco, esos dimes y diretes se dan en medio de una batalla verbal, y esparcen tristeza, ira y amargura como un factor de riesgo que puede derivar en depresión, violencia y apatía social. Estos comportamientos, acompañados de insultos y diatribas, dañan la moral de la paisanada, pues en lugar de comentar aciertos, se regodean festejando los errores del prójimo.

Son raros los que analizan de manera sana y propositiva la problemática del entorno; en tanto, otros, orquestan campañas de desprestigio utilizando las herramientas de la inmediatez para que los tabasqueños se desgarren la vestimenta y hagan pedazos su moral, mientras que los personajes de la política, a escondidas y tras la puerta, se dan abrazos y apapachos.

Y es que la maldad tiene mucho de enfermedad y se reactiva cuando la persona que la ha recibido la devuelve y porque algunos saben que si hacen un mal, sienten placer por ello; cuanta más inteligencia se utiliza para la maldad se actúa de manera más perversa.
Científicos consideran que esos maldosos de las redes sociales son personas muy dañadas en su personalidad y han vivido situaciones catastróficas, son gente que no pueden pensar y evacuan su malestar a través de la violencia, aunque no son conscientes del daño que hacen; ellos entienden el acto violento como una vía de comunicación.

Y estas personas dañan tanto a la sociedad, que han llegado a generar situaciones de «colapso» y malestar vital como consecuencia de la precariedad. También puede explicar la situación de algunos jóvenes que sienten que no tienen expectativas de futuro.

En general, esa cara de la maldad provoca trastornos destructivos a consecuencia de no tener organizado el cerebro. Claro que eso se puede evitar criando a sus hijos en un entorno familiar sano y con adecuada educación que lo guíe por el camino del bien y los libre del mal.

Pero el peligro de todo esto es que los cerebros orquestadores de las campañas de desprestigio, son sicópatas que distinguen perfectamente entre el bien y el mal. No están enfermos. De hecho, suelen ser inteligentes y manipuladores. Descubren las debilidades de los otros y las aprovechan.

Se la pasan bien haciendo sufrir a los demás. Les gusta la violencia y son insensibles a los signos de dolor de los otros. No tienen miedo, por tanto, tampoco les preocupa que puedan recibir un castigo. Carecen de remordimiento o sentimiento de culpa.

En la actualidad, el blanco principal de los ataques en redes sociales es el presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien logró su fama en base a las mismas. Sin embargo, ese golpeteo poco daño le ha hecho y, por el contrario, su popularidad ha ido subiendo. La última encuesta de Consulta Mitofsky muestra una aceptación de 74.8 de porcentaje, es decir, casi 8 de cada 10 mexicanos están con él.
Las redes sociales en la actualidad se han convertido en la principal herramienta y plataforma de comunicación a nivel global, siendo las más populares Facebook, Twitter, Google Plus, MySpace, WhatsApp y las emergentes SnapChat, Instagram, Pinterest entre otras. Estas redes conectan a más de dos mil quinientos millones de personas usuarias de todo el planeta, siendo una de las expresiones más claras de la tecnología y de su influencia en el comportamiento y los destinos de la sociedad actual.

Estos son algunos de los riesgos asociados a las redes sociales:
El Cyberbullying, maltrato o agresión a través de mensajes de texto, de voz, o de fotos, videos, audios, subidos a las redes, afecta a millones de personas.
La suplantación de identidad ocurre cuando alguien toma el nombre, cuentas o información personal de otra persona para hacerse pasar por ella. Para ellos utilizan perfiles falsos con el nombre y fotografía de la víctima. La finalidad de la misma puede asociarse a diversos delitos: estafas, extorsión, chantaje entre otros.
Faude en una red social. Normalmente, los cibercriminales usan mensajes directos o publicaciones tentadoras con enlaces maliciosos o de phishing que a su vez contienen malware.

Las víctimas de acoso tienen más posibilidades de experimentar bajo rendimiento académico, depresión, ansiedad, sentimientos de soledad y cambios en los patrones de sueño y de alimentación, que podrían alterar su vida.

FOMO o “miedo a perderse algo». La expresión describe una nueva forma de ansiedad surgida con la popularización del móvil y las redes sociales, una necesidad compulsiva de estar conectados.

El grooming comprende todas aquellas conductas ejecutadas en línea por pedófilos o un pederasta (los groomers) para ganar la confianza de menores o adolescentes mediante la utilización de una identidad usurpada. En fin, eso es todo, nos leemos en la próxima.

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