Guayabazo
‘Muertos de hambre’ de la política Manuel García Javier guayabazo@hotmail.com Mientras que los ‘muertos de hambre de la política’ se dedican en montón a ver qué cachan para hacer ‘negocio$’ con futuros candidatos a las alcaldías, diputaciones locales y federales, los que detentan el poder ni se mosquean y sólo esperan que el mero ‘machuchón’ […]
18 de diciembre de 2020

‘Muertos de hambre’ de la política

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com
Mientras que los ‘muertos de hambre de la política’ se dedican en montón a ver qué cachan para hacer ‘negocio$’ con futuros candidatos a las alcaldías, diputaciones locales y federales, los que detentan el poder ni se mosquean y sólo esperan que el mero ‘machuchón’ diga quién sí y cuál no pueden ser los ungidos del multimayoritario partido. PRD, PRI y PAN se desesperan y no la ven llegar, porque los priistas quieren que el ‘preso número 9’ sea el candidato a la alcaldía de Centro, en tanto los perredecos tienen luchas intestinas porque no quieren que un ex presidiario lo sea, y a los albiazules ni les va ni les viene porque a ellos sólo les interesa conseguir votos para no perder su registro.

Para nadie es ajeno que el senador Juan Manuel Fócil Pérez pretende ser candidato a gobernador en el 2024, lleva la delantera en las decisiones, y tampoco es extraño que se ha dedicado en tiempos electorales al ‘comercio’ de candidaturas, y más ahora que maneja como títere al ‘butifarrón’ Cabrera; incluso algunos comentan que es ventrílocuo, porque le dicta palabra por palabra al acémila dirigente solaztequista.

Y comentábamos que los dueños del poder ni se inmutan ante el trapaleo de los montoneros, porque para ellos lo más importante es enfrentar el último tramo de la pandemia ‘Covid-19’ y solucionar los recientes problemas de inundación que se presentaron en la entidad. Claro que, sabemos, es su obligación estar al pendiente de sus gobernados, pero sentimos que también los partidos políticos deben poner su ‘granito de arena’ en lugar de estar como ‘perros rabiosos’ viendo a ver en qué se equivocan para reprocharles su falta.

Se entiende que quienes hoy gobiernan son gente experimentada que, en lugar de ‘subirse al ring’ con sus críticos, mejor se dedican al servicio social. Por ejemplo, el alcalde Evaristo Hernández Cruz (quien por cierto acaba de rendir su segundo informe de labores al frente de la comuna de Centro), ha tenido que sufrir calamidades en los dos ejercicios que le tocaron: Dos pandemias y tres inundaciones. En 2007, la peor inundación que ha padecido Tabasco y las dos recientes de octubre y noviembre; la influenza A H1N1 y la epidemia de Covid-19 que a la fecha tiene en jaque al mundo entero.

Precisamente nos pareció interesante el comentario del edil respecto a las inundaciones, cuando reiteró: “Siempre he dicho que no basta la entrega de despensas y la ayuda para las familias que han perdido lo poco o mucho que tienen”, porque cuando hay necesidad cualquier cosa es bastante para mitigar lo perdido. Y considera que lo importante es que esta inundación se va a convertir en una bendición de dios, porque se han adoptado una serie de medidas para que los tabasqueños no se vuelvan a inundar: El decreto presidencial para el control total de las presas durante los 4 meses que llueve y la adquisición de dragas que serán operadas por la Marina, entre otras acciones.

Evaristo insiste, como lo hizo en 2007 que incluso le costó serias discrepancias con el entonces gobernador Andrés Granier Melo, que había que dragar ríos y lagunas pero como en los años 60s, y ejemplifica que si a un vaso con agua le echan 3 cuartas partes de arena se rebosaría y es lo que está sucediendo ahora que hay ríos azolvados que incluso hasta a pie se pueden cruzar.

Por ello se hace necesario profundizar lagunas y ríos permanentemente y con ello se garantizaría que no va a haber mayor inundación en la entidad; además de hacer los bordos de protección que hagan falta y la rehabilitación de los ya existentes que nunca se les ha dado mantenimiento y desde 2007 comenzaron a filtrarse.

Esta acción, en la que el presidente y el gobernador acuerdan enorme inversión, es digna de reconocimiento y a ello se debe nuestra crítica a los lángaras de la política que no cooperan en nada.

Ahora bien, en este espacio hemos comentado que en Villahermosa no existe drenaje pluvial y cada vez que hay inundaciones se tienen que andar consiguiendo bombas para desalojar las aguas. Y claro que esto también se tiene contemplado, junto con una nueva planta potabilizadora, pues la actual es obsoleta y está contaminada y destrozada.

Y cuánta razón le asiste al alcalde Evaristo al calificar las obras anunciadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Adán Augusto López Hernández, como un ejemplo de resurgimiento después de la tempestad, porque –según dijo—“nos estamos levantando de un duro golpe con la frente en alto, unidad y miras al futuro para que esto no pueda volver a pasar. Tabasco lo ha sido y ha sabido salir en todo lo que la naturaleza le ha deparado”.

A ello se debe que, tanto en Centro como en otros municipios se trabaja de la mano con las instancias federal y estatal, de acuerdo con la capacidad y los recursos con que se cuenta, pero principalmente con la gente que ha cooperado en la limpieza de calles, saneando, levantando basura y cacharros, cargando colchones, en fin, una labor de equipo entre gobernantes y gobernados. Es todo, nos leemos en la próxima.

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