Guayabazo
Y retumbó en el Zócalo el ‘ven, ven, ven’ Manuel García Javier guayabazo@hotmail.com Las maderas que cantan retumbaron a los cuatro vientos y la histórica Plaza de la Constitución se vistió de gala con las notas del himno de los tabasqueños ‘Vamos a Tabasco’ del compositor Pepe del Rivero. La magistral interpretación de las marimbas […]
18 de septiembre de 2020

Y retumbó en el Zócalo el ‘ven, ven, ven’

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com
Las maderas que cantan retumbaron a los cuatro vientos y la histórica Plaza de la Constitución se vistió de gala con las notas del himno de los tabasqueños ‘Vamos a Tabasco’ del compositor Pepe del Rivero. La magistral interpretación de las marimbas de los hermanos Márquez enmarcó la espléndida noche del 15 de septiembre, minutos después de la arenga que desde el balcón principal de Palacio Nacional pronunció el presidente Andrés Manuel López Obrador lanzando vivas al México libre e independiente.

Por las cuatro esquinas del corazón político de la capital del país y para el mundo entero, sonaron las melodías representativas de los estados del país, destacando el ‘ven, ven, ven; ven, ven, ven, vamos a Tabasco que Tabasco es un edén’. Y arriba, en la parte central del edificio sede del poder Ejecutivo, el mandatario tabasqueño dibujó una marcada sonrisa de satisfacción.

En punto de las 11:00 de la noche, ondeando nuestro lábaro patrio y haciendo tañer la campana de Dolores que hace 210 años hizo sonar el cura Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor, López Obrador emitió 20 vivas: ‘Viva la Esperanza en el porvenir’, ‘Viva México’, ‘Viva México’, ‘Viva México’… Y ahí, junto a su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, cumplió con el protocolo que cada año se realiza para conmemorar el inicio de la independencia de nuestro país.

El zócalo capitalino lució hermoso con una enorme silueta del país y la antorcha de ‘El Pípila’ con los colores patrios que, junto a la ‘Llama de la Esperanza’ y la bandera de México, dieron el toque de mexicanidad. Pero también se vio desierta ante las restricciones a causa de la pandemia de Covid-19, sin faltar los vistosos juegos pirotécnicos.

Aunque algunos dijeron que fueron voces que clamaron en el desierto, la verdad es que millones de mexicanos respondieron a la arenga presidencial desde sus confinamientos domiciliarios, a través de sus aparatos de televisión y sobre todo de las llamadas ‘benditas redes sociales’.

Lo mismo sucedió en Tabasco, desde la sede ejecutiva, en el que el gobernador Adán Augusto López Hernández presidió los festejos patrios, sólo que en esta ocasión también ondeó nuestro lábaro patrio en la soledad de la Plaza de Armas. Ahí, estuvo acompañado de su esposa, la presidenta del Sistema DIF Tabasco, Dea Isabel Estrada de López, autoridades militares, estatales y municipales. Tampoco este año hubo verbena ni la acostumbrada cena y brindis por la libertad.

Ya no fue servida la ostentosa ‘Cena de Gala’ elitista –cuya xenofilia y trato preferente al extranjero era confundida con un espíritu de cosmopolitismo–, instrumentada desde 1910 por el porfiriato para “tamizar el desgaste y la decadencia política”. Ahí el buffet fue servido por el gourmet francés Sylvain Daumont y consistía en: Consommé Riche, Petits Patés á la Russe, Escaloppes de Dorades á la Parisienne, Noisettes de Chevreuil Purée de Champignons, Foie Gras de Strasbourg en Croutes,Filets de Drinde en Chaud Froid , Paupiettes de Veau a l’Ambassadrice, Salade Charbonniére, Brioches Mousseline Sauces Groseilles et Abricots,Glace Dame Blanche Desserts,Café-Thé, Jerez Fino Gaditano. Chablis Moutonne, Mouton Rothschild 1889, G.G. Mumm & Co. Cordon Rouge.

En el sexenio de Enrique Peña Nieto comenzaron las ausencias de este tipo de celebraciones: En 2013, tuvo que salir de la recepción para atender el plan de emergencia por los daños causados por el huracán “Manuel” en el Estado de Guerrero.

En 2014, Peña Nieto volvió a disculparse con los 950 asistentes a la gala porque abandonó la cena para supervisar la reparación de los daños ocasionados por el huracán “Odile” en la península de Baja California.

En 2015, la ceremonia del Grito sólo incluyó una breve recepción del mandatario a los representantes de los poderes de la unión e invitados especiales. Días antes, el 29 de junio, Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera Hurtado, ofrecieron una Cena de Gala a los reyes de España, Felipe VI y Letizia, en el Palacio Nacional.

Aquella vez, se sirvió una degustación de ceviches, crema de hoja santa con queso de cabra, pescado a la veracruzana y biscotti o crème brulèe de mamey (según la publicación de la revista Quién). Mientras los platillos desfilaban, el cantante Carlos Rivera, (acompañado de un mariachi), interpretó “México lindo y querido”, “La malagueña” y “A tu vera”.

En 2016, Presidencia canceló tal recepción argumentando “austeridad” y acto seguido se anunció un recorte del 5.8% el gasto público.

En 2017, definitivamente se suspendió la Cena de Gala. La justificación fue: El Presidente dedica su atención a coordinar y evaluar las acciones para auxiliar a la población damnificada por el sismo del pasado 7 de septiembre.

La rimbombante cena convertida en borrachera iniciaba una vez que el balcón se cerraba, el presidente solía ser el anfitrión de una cena en el patio central del Palacio Nacional, a la que solo asistían algunos representantes de los gobiernos estatales, miembros del Legislativo, delegaciones diplomáticas, ministros de Estado y otros invitados especiales… Es todo, nos leemos en la próxima.

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