Guayabazo
Manuel García Javier Guayabazo@hotmail.com El México de las desigualdades “En el combate a la pobreza las palabras no bastan, hacen falta hechos para que la aspiración de disfrutar de una vida más digna de millones de mexicanos se haga realidad presente. Este desafío exige un esfuerzo individual y colectivo sostenido, ni duda cabe”, asienta el […]
24 de agosto de 2020

Manuel García Javier
Guayabazo@hotmail.com

El México de las desigualdades

“En el combate a la pobreza las palabras no bastan, hacen falta hechos para que la aspiración de disfrutar de una vida más digna de millones de mexicanos se haga realidad presente. Este desafío exige un esfuerzo individual y colectivo sostenido, ni duda cabe”, asienta el doctor Jorge Verdeja López, secretario Técnico del Instituto Politécnico Nacional en un diagnóstico y propuestas sobre ‘Tres décadas de pobreza en México’.

Aunque el texto tiene 20 años de haberse publicado (1970-2000), el especialista el IPN dice una gran verdad hasta la fecha de hoy, pues afirma que todo programa de pobreza debe tomar nota de las acciones y reacciones de la gente y los costos que los programas focalizados generan, tomando en cuenta elementos como la distorsión de la información, de incentivos, el estigma del sistema de subsidios y los costos sociales que en México es grave, ya que los favores se otorgan a cambio del voto, la politización de programas al manejarlos como clientelismo y convertir el programa en un mecanismo de compra de conciencias.

La pobreza no debe considerarse solamente como una condición económica para gozar de un estándar de vida aceptado en el país o para comprar una canasta básica de alimentos, sino también como la ausencia de oportunidades en la sociedad para cambiar esa condición: la carencia de servicios de salud, la educación de calidad, el acceso a recursos productivos o a empleos remunerados.

Y ciertamente, el Dr. Verdeja, coincide con la nueva política de la Cuarta Transformación, de priorizar en el país a los pobres, porque sin duda alguna, el México de profundas desigualdades y de los grandes contrastes, tiene una enorme deuda con millones de marginados y desposeídos que subsisten en el territorio nacional, principalmente en el sur sureste, y que aspiran a disfrutar de una vida más digna.

El fondo de todo lo que hoy está sucediendo en nuestro país, es precisamente eso: Los pudientes no pueden quedarse de brazos cruzados porque están viendo mermados sus intereses; y eso no cae bien a los que por siempre han detentado el poder político y económico y, desesperados, escudriñan en busca de encontrar la manera de derrocar a quien ha decidido rescatar la dignidad de los pobres y desamparados.

Y es que históricamente ha habido una polarización regional de la extrema pobreza, tanto en el medio urbano como en el rural; se ha tenido, en los gobiernos de Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo, Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León y –los peores—Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, que han tenido políticas públicas que han ido en retroceso.

Ahí tenemos los programas Pider, Coplamar, Sam, Pronasol, Ramos 26 y 20 y Progresa que han sido escaparate, como asentamos al inicio de esta entrega, engañoso de una supuesta lucha contra la pobreza, pero que en realidad fueron utilizados electoralmente.

Existe fe en las nuevas políticas implementadas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que a cada momento repite y repite ‘primero los pobres’. Es decir, no quita el dedo del renglón, aunque se hayan perdido a consecuencia de la pandemia de Covid, 550 mil empleos y que –según pronostica el Coneval)— casi 11 millones de mexicanos caerán en pobreza extrema, por lo que la cifra de pobres aumentará de 60 a 70 millones los mexicanos.

Así pues, su apuesta es apoyar, a través de sus programas sociales, a los que menos tienen: al 70% de la población y, al otro 30% de la población, le ofrece beneficios intangibles, y seguramente lo cumplirá.

Esperamos pues que la Cuarta Transformación rinda frutos, pues al menos en Tabasco, tal y como lo asentamos en la anterior entrega, las obras no paran en su consecución; es un imperativo del gobernador Adán Augusto López Hernández y consideramos que eso nadie lo parará, así continúen los ataques y sinrazones de sus enemigos políticos.

Por cierto, que las redes sociales no le han hecho ni el menor daño al personaje en cuestión, y mucho menos a otros actores políticos que no coinciden con su gobierno. Por ejemplo, al ex gobernador Manuel Andrade Díaz, por más ataques que le proporcionen sus enemigos, más lo afianzan en una futura candidatura a la alcaldía de Centro.

En fin, eso pasa en la política choca. Nos leemos en la próxima, no sin antes enviarle un saludo muy afectuoso y felicitación al querido amigo Dr. Antonio Enrique del Ángel Flores, por los 25 años de la Universidad Popular de la Chontalpa que muy atinadamente dirige.

La UPCH, poco a poco se ha ido levantando, después del saqueo que autoridades educativas pasadas habían realizado denigrando la buena marcha de esa institución de educación superior que hace 5 lustros fue producto de una lucha para su fundación por parte del hoy presidente de la República Andrés Manuel López Obrador. Felicidades pues a su rector y cuerpo de catedráticos que estoicamente luchan por levantar la bandera de esa noble universidad.

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