Guayabazo
¡O es rojo, o es naranja! Manuel García Javier Guayabazo@hotmail.com Rememorando los tiempos de Juárez, iniciamos la semana en medio de pugnas verbales entre el grupo conservador que pretenden tumbar el gobierno y las fuerzas liberales que se ven dispuestos a no dejarse. Los primeros con estrategias burdas de mentiras y maledicencias tomando como bandera […]
15 de junio de 2020

¡O es rojo, o es naranja!

Manuel García Javier
Guayabazo@hotmail.com
Rememorando los tiempos de Juárez, iniciamos la semana en medio de pugnas verbales entre el grupo conservador que pretenden tumbar el gobierno y las fuerzas liberales que se ven dispuestos a no dejarse. Los primeros con estrategias burdas de mentiras y maledicencias tomando como bandera los muertos del Covid-19, en tanto los segundos que aún no se ponen de acuerdo si se debe regresar a la nueva normalidad o se quedan hasta que pase el peligro.

La Organización Mundial de la Salud, advirtió que México vive el momento más peligroso de la pandemia e hizo un llamado a la población a respetar el ‘semáforo rojo’ con sana distancia y medidas de higiene para evitar “prender la chispa” de una reemergencia.

Y es que el anuncio de las autoridades de salud mexicana, de instaurar ‘semáforo naranja’ en los momentos más álgidos de la pandemia, puso en alerta al conservadurismo que de inmediato instrumentaron marchas ‘fifís’ en 140 ciudades del país, como la mencionada caravana móvil ‘FRENAAA’ que sufrió humillante revés, dado que fue un fracaso rotundo en la mayoría de las capitales, pues no hubo eco a la invitación de unirse a la protesta para derrocar a López Obrador.

Por el otro, el gobierno andresmanuelista arreció con sus conferencias mañaneras y vespertinas de tarde y noche, pues desde ese espacio que se transmite a millones de mexicanos vía redes sociales, responden a los ataques de supuestos miembros del llamado grupo Bloque Opositor Amplio (BOA). El caso es que los dimes y diretes entre ambos tienen al país en un hilo, porque la gente ya no sabe si le hacen caso a ‘melón o a sandía’.

La nueva disposición se dio a una veintena de entidades, después que 7 gobernadores del país (Miguel Ángel Riquelme Solís, gobernador de Coahuila; Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, de Nuevo León; Francisco Javier García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas; Silvano Aureoles Conejo, de Michoacán; José Rosas Aispuro Torres, de Durango; Enrique Alfaro Ramírez, de Jalisco, y José Ignacio Peralta Sánchez, de Colima) anunciaron en bloque sus propias estrategias contra el Covid y, por tanto, no respetar la decisión federal de dar por concluida la jornada nacional de sana distancia.

En el caso Tabasco, el propio gobernador Adán Augusto López Hernández, anunció que el próximo día 22 echarán andar la nueva semaforización naranja, y por ello anunció que este lunes dará a conocer el decreto que contendrá un plan para la transición gradual hacia la nueva normalidad prevista y por ello el exhorto a no bajar la guardia contra el Covid.

De todo esto hay mucho temor por parte de la clase trabajadora que se ha estado cuidando en casa; y con justa razón, porque la mayoría de ellos padecen enfermedades crónico degenerativas y, por tanto, los más propensos a contagiarse con el virus Sars-Cov-2.

Algunos consideran también que tienen personas de la tercera edad en casa y por mucho que se cuiden en el trayecto trabajo-casa, podrían adquirir contagios y llevarlos a sus familiares.

¿Por qué se decidió el “semáforo naranja”?
El gobierno consideró que al tenerse un 50% de ocupación hospitalaria, 20% de tendencias epidémicas y 10% de positividad, con el ‘semáforo naranja’ se abre la posibilidad de que vuelvan a operar las actividades no esenciales; sin embargo, se mantendrán los lineamientos y cuidados sanitarios, como lavarse las manos y sana distancia de 1.5 metros, para evitar más contagios en el país.

La transición de rojo a naranja elevará las actividades generales en los estados, de acuerdo al riesgo epidemiológico que exista en ese momento, es decir, regresarán o pasarán a la nueva normalidad. Lugares como teatros, cines o museos que se mantienen cerrados, podrán permitir su apertura con un 25% a partir del cambio. Los cines, por ejemplo, podrán reducir hasta un 25% el número de boletos disponibles en cada función, en semáforo ‘naranja’, mientras que en ‘amarillo’ podrá ser de un 50% y la venta completa cuando se llegue a ‘verde’.

La estrategia es buena y objetiva, pero a la vez peligrosa, dado que podría haber establecimientos que no cumplan a cabalidad las medidas y ello se traduciría en rebrote. Sin embargo, algo se tiene que hacer para volver a la normalidad, porque no se trata de que millones de mexicanos estemos confinados y en la ociosidad casera, sino de que la economía se vaya poco a poco normalizando. Si de por sí, las cosas no estaban tan bien que digamos antes de la pandemia, después de ella la situación que se avecina muy difícil ante la pérdida anunciada de un millón de empleos.

Por lo pronto, no nos queda más que arrodillarnos y rezarle al santo de nuestra devoción para calmar un poco los ánimos.

Las Evacletas de Centro
Después de que el alcalde Evaristo Hernández Cruz anunció la inversión de un millón de pesos para la compra de 400 bicicletas para obsequiárselas a 2 mil doctores del sector salud, como siempre los ‘gata angoras’ y los eternos inconformes saltaron, que porqué esa cantidad si Granier regaló más. Claro está que quienes critican al alcalde no alcanzan a ver más allá de sus narices, puesto que el hecho se realiza como un homenaje a los héroes anónimos que hoy libran la lucha contra la pandemia del ‘coronavirus’. El alcalde continúa su labor echando andar su proyecto de gobierno y eso es todo, Nos leemos en la próxima.

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