Guayabazo
‘Paladines’ de la docta palabra Manuel García Javier guayabazo@hotmail.com En la vilipendiada administración de Arturo Núñez Jiménez al frente del Gobierno tabasqueño, surgió un ‘periodista’ disfrazado de columnista a quien el gobernante refería en todos los rincones del Estado a donde lo llevaba como invitado especial de sus giras, que era “el mejor periodista de […]
12 de junio de 2020

‘Paladines’ de la docta palabra

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com
En la vilipendiada administración de Arturo Núñez Jiménez al frente del Gobierno tabasqueño, surgió un ‘periodista’ disfrazado de columnista a quien el gobernante refería en todos los rincones del Estado a donde lo llevaba como invitado especial de sus giras, que era “el mejor periodista de Tabasco”.

Pues bien, ese personaje, por cierto, muy perspicaz en el arte de engañar, publicaba sus columnas en un diario de mayor circulación utilizando recortes informativos de otros medios, los cuales pasaba en limpio a modo de ‘columna política’ que los fines de semana se podía apreciar en una de las más de 60 planas del medio comunicativo en mención.

Este personaje, era tan sagaz que no se olvidaba del cumpleaños de periodistas, periódicos, radiodifusores, televisión, etc., a los cuales caía de sorpresa con un pastel, actitud que se apreciaba de manera positiva. Y llegó a tal grado que se convirtió –sin ser periodista—en dirigente de una importante asociación de comunicadores de la entidad de donde sacaba jugosas ganancias.

Asentamos este ejemplo para referirnos a quienes se autonombran ‘paladines de la docta palabra’, basándose en el desprestigio, el escarnio y despedazar la moral de muchas personas, enarbolando la bandera de las llamadas ‘benditas redes sociales’.

Es innegable que la cuarentena por el Covid-19 nos ha traído la costumbre de la unidad familiar y el haber adquirido el razonamiento de la reflexión. Pero también es cierto que nos trajo como calamidad el surgimiento de muchos falsos periodistas que, creyéndose modernos Francisco Zarco, atiborran las redes sociales de infamantes cuartillas desprestigiando la moral de sus semejantes.

Para esos falsos goebbelistas (Porque a Goebbels sí le funcionó el esparcir la mentira mil veces hasta convertirla en verdad), no hay mejores comunicadores que ellos, pues creen que devorando cuartillas con infamante verborrea plagada de adjetivizantes, minarán la mentalidad de la gente.

Ellos se regodean y disfrutan su insana crítica, ignorando que esta es útil cuando va acompañada de algo propositivo, lo cual no realizan.

Para ellos el estigmatizar al semejante es un triunfo de la comunicación y todavía se autonombran defensores de la justicia y se dicen éticos de hueso colorado, sin entender también lo que en verdad encierran esas seis letras (é-t-i-c-a), algo muy difícil que ellos logren entender a cabalidad.

No es con mentadas de madre, ni expresándose de manera soez como se logra permear en la conciencia de una sociedad. No es pensando que el pueblo es tonto, porque no lo es: Es ejerciendo la crítica sana y constructiva, reconociendo aciertos y denunciando desaciertos como se adquiere la credibilidad.

Algunos dicen traer la luz de la verdad y del conocimiento, y tal vez sea cierto, pero lo plasman sin analogía, sintaxis, prosodia y sobre todo con garrafal falta de ortografía. Cierto es, que el ser periodista encierra la más noble profesión para capturar y mostrar la información al mundo lo más desnuda posible, sin manipulaciones ni tergiversaciones. Cierto también que el ser periodista lo obliga a opinar con sus puntos de vista para transmitirlo a la opinión pública. Pero también hay que tener cuidado en no caer en la desinformación, tomando la noticia para defender objetivos ocultos, lo que los convierte en ‘vendedores de la verdad’.

Así pues, el exhorto es a esos auténticos informadores de la verdad, a los que pluma en ristre a diario cumplen con su trabajo, para que no caigan en las fauces de personas que se aprovechan de su noble labor, porque a diario los acribillan con literatura barata a través de los llamados ‘bots’. Vaya pues un grito a tiempo.

Comienza la calentura
A un año de las elecciones del 2021, la calentura política en Tabasco ha comenzado. Este lunes, en una entrevista radiofónica al priista Roberto Madrazo Pintado, se mencionaron los nombres de tres ex gobernadores para ocupar la alcaldía de Centro que hoy ostenta el morenista Evaristo Hernández Cruz: Se trata de Manuel Andrade Díaz, Andrés Rafael Granier Melo y el hoy presidente del Tribunal Superior de Justicia y de la Judicatura del Estado, Enrique Priego Oropeza.

La tercia de priistas, populares, por cierto, saben muy bien que en el PRI aún no se supera la regla de la disciplina, y por ello el temor de que se haga válida la frase que popularizó en México el recordado líder cetemista, Fidel Velázquez Sánchez: ‘El que se mueve no sale en la foto’, al referirse a la sumisión o disciplina que se debería tener hacia la alta jerarquía partidista.

Los tres ofrecen inteligencia y capacidad suficiente para gobernar Centro, municipio más poblado de Tabasco con 664 mil 629 habitantes y, por ende, los coloca a un peldaño de la candidatura al Gobierno. Así pues, ¡hagan sus apuestas!, que ya comenzó la carrera por el poder…

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