Guayabazo
Los olmecas hablaron ‘zoque’ (parte II) Manuel García Javier guayabazo@hotmail.com En la época previa a la conquista, los zoques ocuparon un amplio espacio territorial, que comprenden las montañas del noreste de Chiapas, así como llanuras occidentales del centro de la entidad y la costa del Soconusco, parte del sur de Oaxaca, Veracruz y noreste de […]
1 de junio de 2020

Los olmecas hablaron ‘zoque’
(parte II)

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com
En la época previa a la conquista, los zoques ocuparon un amplio espacio territorial, que comprenden las montañas del noreste de Chiapas, así como llanuras occidentales del centro de la entidad y la costa del Soconusco, parte del sur de Oaxaca, Veracruz y noreste de Tabasco. Las invasiones por parte de los mexicas, chiapanecas y nahuas, redujeron significativamente el vasto territorio que habitaban los zoques.

Los zoques son el segundo grupo poblacional en territorio tabasqueño –no quedan más de 1,500 y en su mayoría son mestizos que hablan tal vez un cuarto de esa lengua-, después de los olmecas. Se consideran descendientes de estos, debido a que donde hay asentamientos zoques, se ve la presencia de vestigios arqueológicos de origen Olmeca.

Como otra prueba de su origen se señala la relación de continuidad de las formas y estilos entre la cerámica olmeca y la que fabrican los actuales pueblos zoques.

Actualmente quedan muy pocos pueblos zoques en Tabasco, se concentran en las estribaciones de la sierra, principalmente en Oxolotán y Tapijulapa, Tacotalpa.

Los actuales zoques viven de un modo muy similar a los chontales. La llegada de estos últimos a tierras de Tabasco influyó sensiblemente en las costumbres de los zoques, quienes adoptaron algunas formas de organización social, de vivienda y de alimentación de los chontales.

Otro cambio importante en la vida y costumbres de este pueblo tuvo lugar durante la conquista, sin embargo, la esencia de sus tradiciones, su idioma –distinto al maya chontal-, sus métodos de trabajo y sus creencias siguen vigentes, pero en peligro de desaparecer ante la extinción del grupo étnico.

Tradicionalmente los zoques han sido un pueblo netamente agrícola. Aunque la pesca y la caza son actividades de segundo orden, se practican con regularidad, pues casi todas sus comunidades se asientan a orillas de los ríos que atraviesan la sierra tabasqueña.

Es importante destacar que su peculiar forma de aprovechar los recursos naturales ha mantenido casi inalterable el entorno natural de las zonas que habitan. La elaboración de artesanías y muebles de mimbre es una importante fuente de ingresos para las comunidades.

El último reducto en Tapijulapa
Los zoques tienen un concepto del mundo muy particular. Su profunda comunión con la naturaleza es parte de la mística heredada de sus antepasados, hombres de serenidad inalterable que se llamaban a sí mismos ‘o de püt’ (gente de palabra), quienes resistieron pasivamente la conquista española respetando totalmente la naturaleza.

Esta cosmovisión considera al hombre parte integral del universo y dañar a un ser humano es tan grave como alterar el frágil equilibrio que mantiene la vida en la tierra y, sobre todo, faltar a su palabra.

A pesar de la modernidad, los zoques que quedan, al menos 80 personas hablando 100 por ciento esa lengua, conservan con gran orgullo los mitos y tradiciones que les legaron los antepasados prehispánicos, como la ‘Pesca en la Cueva de la Sardina Ciega’, ritual que se realiza el ‘Domingo de Ramos’, en Tapijulapa, Tacotalpa, en plena sierra del estado de Tabasco.

Como todos los pueblos mesoamericanos, aquellos que habitaban el territorio tabasqueño eran profundamente religiosos, aunque pocos detalles han llegado hasta nosotros sobre las maneras que expresaban tal religiosidad, debido a que los investigadores o arqueólogos le han dado poca importancia a lo que pasó en Tabasco, encaminando sus pasos a donde hay ciudades misteriosas.

Entre 1575 y 1576 el temido fray Diego de Landa informaba desde Xalupa Zahuatán haber tomado acciones en contra de un grupo de “brujos muy perjudiciales” que descubrió durante su visita de ocho meses a Tabasco. Se saben de algunas acciones en ese sentido que se llevaron en contra de los pueblos zoques de la sierra tabasqueña, donde, según el franciscano, sólo hubo de forzar a confesión a seis indios, para poner fin a tanta suma de hechiceros y brujos indios, que espantó al obispo y espantaba a la gente, procediendo contra ellos castigando como convenía. “Limpió la tierra el santo obispo de estas cosas”, refieren biógrafos como Lizama.

La preocupación por los zoques, a pesar de no tener un repunte en investigaciones de carácter antropológico, deriva de proyectos pioneros como los de Gareth W. Lowe.

De ahí pues que, en el campo de la historia, el estudio del pasado colonial y el papel de los zoques tras la independencia son aspectos que se pueden revisar e incluso cuestionar y procurar que esa historia nos sirva para construir el presente y un mejor futuro.

La arqueología ha aportado nueva información desde la costa de Chiapas para forzarnos a reconsiderar que el idioma que hablaron los antiguos olmecas de la planicie costera de Tabasco y Veracruz, era el zoque o zoque-mixe, antes de que se separaran en idiomas distintos.

Aunque no se tienen resultados aún concretos de los estudios químicos de las cerámicas zoques que está realizando el arqueólogo Eladio Terreros Espinosa, junto a especialistas del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares “Dr. Nabor Carrillo”, los primeros avances indican que esta cultura que habitó en las zonas de Tacotalpa y Teapa, lo hicieron por lo menos 1000 años antes de Cristo.

El máximo conocedor de la cultura zoque en el país, dijo que después de varios meses de investigación se mostró satisfecho con los datos arrojados hasta el momento, los cuales determinan que la presencia del grupo es desde el Preclásico Inferior, esto es del año 1000 antes de Cristo, y en otros sitios del Clásico Tardío/Terminal (600-900 después de Cristo) y del Posclásico (1000-1500 después de Cristo).

Torres Espinoza precisó que gracias al proceso de termoluminiscencia se han podido dar fechas a los primeros materiales cerámicos prehispánicos con un 90 por ciento de aproximación respecto a la edad absoluta lo cual beneficiará a la historia prehispánica y para conocer más sobre la cultura zoque. Esto continuará… Nos leemos en la próxima.

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