Guayabazo
El pánico se propaga Manuel García Javier Guayabazo@hotmail.com La alta movilidad por parte de quienes aún no comprenden lo delicado que representa enfrentar una pandemia, ha provocado que Tabasco ocupe el nada deseado segundo lugar en contagios del virus Sars-Cov-2, Covid-19. La decisión del conglomerado se toma en forma desesperante sin que se den cuenta […]
18 de mayo de 2020

El pánico se propaga

Manuel García Javier
Guayabazo@hotmail.com
La alta movilidad por parte de quienes aún no comprenden lo delicado que representa enfrentar una pandemia, ha provocado que Tabasco ocupe el nada deseado segundo lugar en contagios del virus Sars-Cov-2, Covid-19. La decisión del conglomerado se toma en forma desesperante sin que se den cuenta que, con tal actitud, la enfermedad le va haciendo estragos ganándole a la ciencia y todo es presa de miedo y temor a lo desconocido que se propaga con la celeridad de la pandémica enfermedad.

Pocos saben que ‘coronavirus’ siempre ha existido desde los años 50s del siglo pasado en que se tuvieron 4 tipos con genomas diferentes, pero no tan mortales como el de ahora; en 2002 y 2003, se tuvieron 2 tipos más, estos parecidos al actual por su letalidad, y en 2012, otro potencialmente mortal se localizó en la república arábica.

Como se sabe, la incertidumbre hace presa de pánico a la gente ante el miedo de que esta pandemia sea la hecatombe que dé lugar al fin del mundo. Y ello da cabida a que la población salga a las calles en la búsqueda de alimentos, pócimas o medicamentos que logren salvarlos del mortal virus.

En los últimos días, se observaron largas colas en los supermercados que, cuenta aparte, hacen pingüe negocio por las llamadas ‘compras de pánico’, y ante la impotencia de las autoridades por no poder actuar en forma legal, de nada sirven las indicaciones sanitarias a ese respecto.

¿Por qué se da el pánico?, se preguntan muchos y la respuesta es simplemente: porque la supervivencia humana ha dependido siempre del miedo y la ansiedad cuando nos topamos con algún peligro, y en ello tiene que ver mucho la amígdala que está relacionada con las emociones negativas, como la turbación y la ira.

Así pues, el pánico surge cuando descarrila la pseudo negociación entre la amígdala y el centro emocional del cerebro, el cual quiere que nos alejemos del peligro inmediatamente, sin importarle en absoluto lo que hagamos o dejemos de hacer con tal de que huyamos; pero la corteza prefrontal, encargada de dar las respuestas conductuales, insiste en que debemos analizar la situación antes de actuar.

En vez de hablar directamente con las zonas del cerebro que planifican y toman decisiones, la corteza prefrontal siente confusión ante el cruce de comunicaciones entre otras partes del cerebro que se empeñan en revisar todos los posibles escenarios de cómo podríamos acabar con el peligro.

Pero resulta que todo el sistema cerebral hace corto circuito y es donde aparece el pánico, la ira, el miedo, y por mucho que uno desee meditar, por la noche las amígdalas sufren.

Karestan Koenen, profesora de psiquiatría epidemiológica en la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, explica: “El pánico se da cuando esa parte más racional de tu cerebro [la corteza frontal] se ve desbordada por la emoción”, y el miedo es tan intenso y profundo que anula la parte cerebral y es cuando la amígdala se hace cargo y la adrenalina huye.

Así pues, nuestro organismo no está diseñado para resistir semanas o meses con ansiedad y estrés agudo. Esto podría tener repercusiones sociales graves si la población se desespera con el distanciamiento social hasta el punto de echarse a las calles antes de que la pandemia alcance el pico. ¡Venzamos el miedo!

¡FELICIDADES A SAN JUAN PABLO II!
Al conmemorarse este lunes el primer centenario del nacimiento de Juan Pablo II, bueno es recordar parte de su vida:

Karol Józef Wojtyła nació en Wadowice, Polonia, el 18 de mayo de 1920. Fue el papa 264 de la Iglesia católica y soberano de Ciudad del Vaticano desde el 16 de octubre de 1978 hasta su muerte en 2005. Fue canonizado en 2014, durante el pontificado de Francisco.

Tras haber sido obispo auxiliar (desde 1958) y arzobispo de Cracovia (desde 1962), se convirtió en el primer papa polaco de la historia, y en el primero no italiano desde 1523. Su pontificado de casi 27 años fue el tercero más largo en la historia de la Iglesia católica.

Juan Pablo II fue aclamado como uno de los líderes más influyentes del siglo xx, recordado especialmente por ser uno de los principales símbolos del anticomunismo, y por su lucha contra la expansión del marxismo por lugares como Iberoamérica, donde combatió enérgicamente al movimiento conocido como la teología de la liberación, con la ayuda de su mano derecha y a la postre sucesor, Joseph Ratzinger.

Jugó asimismo un papel decisivo para poner fin al comunismo en su natal Polonia y, finalmente, en toda Europa, así como para la mejora significativa de las relaciones de la Iglesia católica con el judaísmo, el islam, la Iglesia ortodoxa oriental, y la Comunión anglicana. Fue uno de los líderes mundiales más viajeros de la historia, visitó 129 países.

Entre los hechos más notorios de su pontificado destacó el intento de asesinato que sufrió el 13 de mayo de 1981, mientras saludaba a los fieles en la plaza de San Pedro, a manos de Mehmet Ali Ağca. A este se sumó otro atentado ocurrido en Fátima en la noche del 12 al 13 de mayo de 1982 a manos del sacerdote ultraconservador Juan María Fernández Krohn.

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