Chantaje electoral

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com
El juego sucio de la política donde se aprovechan de todo para convertir una lid sana y en hermandad en chantaje electoral, y donde se usa la vida privada como un arma, ha provocado que la mayoría de aspirantes de todos los partidos políticos a la candidatura presidencial, pongan en peligro de burla un proceso que debería ser el más legítimo de la historia de México.

Tanto algunos pretendientes de Morena, como de la coalición ‘Va por México’, han demostrado que aún les falta mucho para soslayar los intentos de inmoralidad y corrupción de sus contendientes y que, definitivamente, no saben que ‘la política es el arte de comer mierda sin hacer gestos’, dicho popular que algunos le han agregado “el arte de comer caca, sonreír y pedir más”.

En el Guayabazo del pasado 9 de agosto, abordaba el tema del ‘fuego amigo’ y señalaba que los tres principales aspirantes a dirigir la Cuarta Transformación andaban tirados de la greña. En ese tenor, citaba que algunas voces en Tabasco dicen que cuando le llevaron a la ‘corcholata’ Sheinbaum una grabación donde se criticaba a Adán Augusto López Hernández, ésta dio instrucciones precisas a su operador político Javier May, para que la hiciera circular en todos los rincones del país… Se cumplió la orden y tuvo sus repercusiones, pero Adán, hábilmente no se subió al ring y eludió el asunto.

Este miércoles 16 de agosto, algo similar ocurrió, pero ahora en contra de Marcelo Ebrard Casaubón, quien acusó que el proceso interno de Morena se está utilizando a la Secretaría de Bienestar en favor de su contrincante Claudia Sheinbaum y exige a su partido poner orden y dejar de simular. “Van a perder la encuesta y por eso se están moviendo de manera sucia y ventajosa. Están operando con todo desde la Secretaría de Bienestar”, afirmó.

Y es que los golpes bajos están a la orden del día. Por un lado, Adán convertido en ‘piñata’ y, por el otro, Marcelo recibiendo también los ‘misiles’ con la insana intención de intimidarlo y mostrarlo de manera ridícula con encuestas amañadas donde, obviamente, la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México se exhibe en encuestas hasta con el 46 por ciento de las preferencias.

Claro que también en Tabasco, se exhiben sondeos abultados a favor de Javier May, los cuales están siendo circulados en redes sociales, donde además se minimiza a otros aspirantes. ¿Qué no se dan cuenta que el pueblo no es tontom que ya despertó y que por ningún motivo se dejará engañar?.

Ahora bien ¿Quién o quiénes son los verdaderos culpables de la cesantía en Pemex a Octavio Romero Oropeza que circuló también en redes desde inicios de semana?. Porque también el director de Petróleos Mexicanos ha sido golpeado duramente en medios y han llegado al grado de realizar montajes del funcionario tras las rejas.

La falsa renuncia de Octavio, respecto a una carta donde entregaba el cargo que ya fue desmentida por Pemex, dejó en evidencia al dirigente petrolero Sergio Ayala Salvio que, hipócritamente, hasta se pavoneó en un acto público donde se leyó la apócrifa renuncia. Claro está, todo esto merece una exhaustiva revisión e investigación y posterior denuncia ante las autoridades judiciales, pues hay indicios de que se falsificó la firma del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Después de que circuló como reguero de pólvora la noticia en cuestión, más de una docena de aspirantes a la gubernatura de Tabasco se pusieron en alerta, dado que también se mencionaba que Octavio Romero vendría a radicar en su tierra para buscar la jefatura del Poder Ejecutivo estatal. Y es que no está lejos que el funcionario se decida a participar en el hándicap y ocupar el honroso cargo de gobernar la tierra del Edén.

Un punto a favor, es el hecho de que Romero es uno de los pocos tabasqueños fieles al presidente. Como también lo es Adán, y eso no está a discusión, porque todo mundo lo sabe y el mismo mandatario lo ha expresado públicamente.

El asunto está que arde y más con el calor de la política en un estado que se ha caracterizado por ser aguerrido, como lo es su presidente. Es todo, nos leemos en la próxima.