Se acabó el ‘negocio’ de Libros de Texto Gratuitos

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com
Los Libros de Texto Gratuitos para el año escolar 2023-2024, que Televisión Azteca critica sin una discusión equilibrada haciendo eco en la postura del conservadurismo mexicano y calificándolos en su contenido como “virus del comunismo”, ha sido desmentido ampliamente y no hay tal aberración.

En realidad, la propuesta que se dio con la modificación en 2022 del modelo educativo del país, sistema que enseñaba a través de áreas de conocimientos y de asignaturas. Ahora se trata de una transformación profunda del sistema educativo nacional, que propone, sin que desaparezcan los grados, es que haya fases. Pero sobre todo es una educación semejante a la escuela activa como la que propusieron Pablo Freyre y la maestra María Montessori, que se concibe, se aprende mejor por fases en vez de pasar temas por horas, todo aislado, y exámenes por cada uno, que crea un problema que afecta a los niños.

Ahora se propone aprender con problemas comunes en la comunidad escolar y en diálogos con temas como la pobreza, el cambio climático en la que se integren las distintas disciplinas para entender este asunto. El cambio profundo que se propone es transformar las asignaturas que conducen al enciclopedismo al intento de unificar los conocimientos en problemas y proyectos con que la niñez y la juventud se pueden interesar.

Los errores y temas que tocan los textos, han sido criticados por la Unión Nacional de Padres de Familia que no acepta que sus hijos se eduquen con esta ideología. ¿Por qué no criticaron el “Aprender a aprender” del sexenio pasado?, donde, por ejemplo, tan sólo en el libro de matemáticas, se encontraron cientos y miles de errores.

En verdad, siempre los especialistas han encontrado errores y se han publicado las respectivas ‘fe de erratas’. Además, los llamados ‘come santos y caga diablos’, no hay ocasión en la que se proponga una educación laica, gratuita y obligatoria y basada en la ciencia, en que no haya un sector que diga que la educación sexual no es adecuada para las escuelas… les disgusta que los niños sepan que tienen pene y las niñas vagina, o que existan las enfermedades sexuales, porque tampoco aceptan la perspectiva de género. Son cosmovisiones diferentes en un país que tiene mucha violencia y feminicidios. Sentimos que la educación sexual es importantísima para ser mejores en la vida y para defendernos de la violencia.

Que lo del fraude… Durante 70 años los libros no decían que hubo fraude y nos cansamos de ver fraudes electorales del PRI, con los famosos carruseles, las urnas embarazadas, el ratón loco, entre otros… eso es innegable.

Todos los libros de texto son ideológicos, pero excluyeron la participación negativa o positiva del ejército del 68 en adelante. Además, las guerrillas, las matanzas, por qué no ilustrar a los estudiantes sobre el tema, esto también contribuye a la educación y se escondieron durante mucho tiempo.

Los libros de texto son auxiliares en el proceso educativo, no son para aprendérselos de memoria. Los libros generan actitud en el estudiante, la educación activa es un proyecto educativo que pretende una escuela no racista y no clasista que no se puede escatimar.

Es el horizonte de aprender a través de proyectos que interesen en donde confluyen las distintas disciplinas para no generar el aislamiento que no existe en la realidad.

Lo importante de todo esto es que habría que cambiar los planes de estudios de las escuelas normales porque ahí están diseñados para enseñar por asignaturas. Es decir, los 2 millones de profesoras y profesoras deben ser actualizados en este tipo de trabajo más tradicional y tienen que tener una fase de estudios para interiorizar estas ventajas y con su sabiduría generar proyectos de esta naturaleza.

Que este tema sea para rendirle un homenaje al maestro Fernando Diaz Cruz, quien en cumplimiento del deber falleció en el análisis de los libros de texto gratuitos. La mañana del jueves 17 de febrero de 2022, cayó fulminado por un infarto al interior de la División Académica de Ciencias Sociales y Humanidades de la UJAT. Momentos antes, el maestro había exigido que se pida a los niños una vida saludable cuando en los planes y programas de estudio solo se contempla una hora de clases de educación física a la semana. Él quería que los libros de texto y el plan de estudios se convirtieran en una “fiesta pedagógica” en donde los niños quieran regresar al otro día, y lo logró.

Se tenía que frenar la privatización que se estaba dando en la educación y los libros de texto no podían convertirse en un producto, su venta no debería ser un negocio y los maestros lo sabían, ellos buscaban no una herramienta que los convirtiera no sólo en operadores y técnicos de la educación, sino buscar que aquel libro de texto se convirtiera en una herramienta que los dignificara, que lo traten como un profesional, no como un operador, no como una maquila donde entra un insumo y sale un producto; debemos tratar a la educación desde una cuestión humanista. Es todo, nos leemos en la próxima.