Guayabazo
¿Y la Gran Cruzada por los Valores? Manuel García Javierguayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.comEl suicidio de un púber registrado recientemente en la capital villahermosina, ha calado profundamente en la sociedad, puesto que tanto autoridades de educación, como de salud y de la propia justicia, no han dado justificación creíble de tan delicado asunto. Es fácil decir que […]
29 de mayo de 2023

¿Y la Gran Cruzada por los Valores?

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com
El suicidio de un púber registrado recientemente en la capital villahermosina, ha calado profundamente en la sociedad, puesto que tanto autoridades de educación, como de salud y de la propia justicia, no han dado justificación creíble de tan delicado asunto. Es fácil decir que el estudiante en cuestión falleció porque presentaba depresión, pero es difícil probarlo; luego entonces, para qué afirmar tal cosa si los propios padres negaron rotundamente este hecho y ¿qué pasó?, pues que las autoridades quedaron en evidencia.

Una semana después se presentó otro suicidio de un joven en Jalpa de Méndez, hace unos días otro jovenzuelo de la sierra de Tacotalpa, y no sabemos cuántos más se hayan inmolado a lo largo en estos días. Todo esto debe de poner en alerta a las instancias federal, estatal y municipal, pues no es como para que pronto se olvide este asunto y hasta ahí sanseacabó.

Recordemos que desde septiembre del 2019 el DIF que presidió la señora Dea Isabel Estrada de López y autoridades del COBATAB echaron andar una Gran Cruzada por los Valores, con la promoción de sana convivencia entre jóvenes para prevenir la descomposición familiar y mejorar el entorno social; sin embargo, no se ha sabido en qué ha parado esto con la administración interina.

Ya demasiadas líneas hemos escrito a este respecto, pero basta recordar que esto no es sólo privativo de Tabasco, sino que es un fenómeno nacional, incluso internacional, pero algo se debe hacer para prevenir la actitud mortal. Urge pues el rescate de la juventud mediante cultura, deporte, en fin, hay especialistas en valores en esta tierra nuestra.

Hace algunos meses, mi maestro y amigo, José D. Batista, me hizo el favor de enviarme su más reciente libro: ‘El clamor de la niñez’, donde aborda el tema del sueño de los niños de América por cambiar este entorno que, conforme pasó el tiempo, los caciques cambiaron de nombre y ahora se llaman presidentes, y no viven en medio de su pueblo ni consultan su gente. Ahora viven separados en palacios y distantes de la gente y sus necesidades.

Batista centra su análisis sobre los niños, como raza olvidada, que necesitan encontrar respuesta a sus necesidades, porque de generación en generación han visto la lucha por el poder, siempre con el motivo de hacer política y hasta la presente fecha no se ha visto una sola campaña donde los políticos hablen de los niños.

Metido en el personaje infantil, Batista señala que los niños de América son los verdaderos sufridos de hoy y del mañana: “Cuánta desilusión para los niños de los barrios de América, el ver que algunos de esos niños, que luego se hicieron grandes, que han escalado posiciones, se han constituido en los nuevos ricos y se olvidan de donde salieron.

En respuesta a ello y para cambiar esta conducta, proponen se comience a educar a los menores con los valores de la identidad, porque tenemos la civilización de mayor conocimiento, pero de gran deterioro social, con aumento de depresión, adicción, violencia, deserción escolar, niños teniendo niños, y males relacionados como el VIH, desorden de atención; en fin, una crisis de valores a nivel mundial.

Y es que cuando no se tiene el valor de la Dignidad ninguna persona se siente a gusto en una relación, pues quien es digno ama sin crear codependencia, y le ayuda a vivir una vida de altura, de no codependencia y de excelencia.

El valor de la Integridad, armoniza el “Ser y Hacer”, lo que facilita que la persona sea responsable, honesta, con ética, incuso se autoevalúe. Esto produce el desarrollo de la confianza en uno mismo y en los demás, y se manifiesta por una conducta y relación con los otros, caracterizada por la honestidad veracidad responsabilidad y compromiso,

El Valor de la Libertad es el ejercicio libre de la voluntad con responsabilidad social, que se manifiesta en la conducta de la persona,

En general –ya lo hemos repetido en infinidad de ocasiones– la Dignidad produce en nosotros la emoción de amor por la vida misma, por nosotros, por los demás, y nos lleva a practicar las normas de trato, por lo cual podemos valorar, considerar, apreciar y reconocer a todos.

El problema serio es que hemos estado utilizando la palabra amor, pero no como la expresión del “Ser” en nuestras relaciones. No podemos decir que nos amamos si no valoramos, reconocemos, consideramos o apreciamos.

Si practicamos el valor de la Integridad, pensaremos en forma coherente, porque nos da la capacidad de practicar las normas de confianza, por lo que podemos ser veraces, honestos, responsables y comprometidos.

Si practicamos el Valor de la libertad, tendremos capacidad de convivencia, seremos plenos, sensibles, escuchando con orden y disciplina.

Todos esto es lo que necesitan aprender los jóvenes, tanto en el hogar (ahí tienen que ver mucho los padres) como en la escuela, porque los maestros están obligados a guiar correctamente a sus alumnos. Claro está, que se vale soñar, porque a las autoridades por un oído les entra y por otro les sale. Es todo, nos leemos en la próxima.

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