Guayabazo
Sólo bonito no le dijeron al PRI Manuel García Javier guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com Katia Ornelas Gil, ya no pertenece a la bancada del PRI, porque –asegura—es un partido que desconoce la autocrítica y ha enviado a su jauría a despedazar su honra. Vaya, hasta de ingrata la trataron. Después de su pública reflexión donde alzó […]
21 de abril de 2023

Sólo bonito no le dijeron al PRI

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com
Katia Ornelas Gil, ya no pertenece a la bancada del PRI, porque –asegura—es un partido que desconoce la autocrítica y ha enviado a su jauría a despedazar su honra. Vaya, hasta de ingrata la trataron.

Después de su pública reflexión donde alzó la voz para renunciar a dos décadas de militancia bajo el argumento de que ese instituto “llegó a un punto de quiebre”, por fin se retira de las desoladas oficinas del Comité Directivo Estatal del otrora partidazo, donde ya no queda más que los candados para su cierre final.

Renuncia también a la bancada tricolor en el congreso y se declara diputada independiente. Y está sentida a tal grado que ya le pidió al presidente de la Junta de Coordinación Política, Jaime Lastra Bastar, que la cambie de curul, porque no quiere ni oler la podredumbre del PRI.

Fueron 17 meses de soportar a dirigentes que ignoran sus cuadros y militantes… Ella misma se autocalifica de ingrata por haber permitido muchas cosas y haberse convertido en cómplice por omisión de la incapacidad, intolerancia, exclusión, en fin, un grupo que tiene secuestrado al partido practicando la demagogia, la simulación y engaños al pueblo.

La valiente fémina, asegura que durante el tiempo que estuvo en el PRI, la dirigencia vivió del auto engaño, dedicada a la narrativa fantasiosa de sus escasos discursos mediáticos, ajenos a la proclama de transformación, transparencia, democracia, igualdad, inclusión, respeto y justicia social.

Y es que, Katia, con justa razón, observó que “la única estrategia es apostar a los errores del gobierno cuyos señalamientos carecen de fuerza debido a la profunda crisis de identidad, porque no tienen propuestas propositivas, ni causas, ni banderas. Es una dirigencia con lamentable y absurda conducción, alejada de toda realidad social, que sólo tiene dobles discursos, miopía política y son soberbios e incapaces”, consideró.

“Me equivoqué al creer en Alejandro Moreno y Dagoberto Lara pensando que tendrían la valentía de modificar la anquilosada inercia y las viejas prácticas que tanto han lastimado al PRI y a la democracia”. Katia Ornelas remata al tricolor anunciando la probabilidad de que en las elecciones del 2024 quede borrado del mapa político de Tabasco: “Topé con pared, me di cuenta que ya llegó hasta ahí”.

Y es que Katia, como muchos que han salido de ese partido, recibió la indiferencia y no la tomaban en cuenta. Por ejemplo, los regaños de Dagoberto Lara Sedas, el mal trato violento de la diputada Soraya Pérez Munguía que, junto con sus demás compañeros de bancada, le aplicaron la ‘Ley del Hielo’, vaya, hasta bullying le hicieron, incluso del ex dirigente Pedro Gutiérrez que le ordenó desbaratar el CDE. “Son tan soberbios, pero tan soberbios, que no se han dado cuenta que del PRI se han ido gentes valiosísimas, no nada más por lo que representan sino por lo que saben y tuvieron que irse a otros espacios donde se les ha reconocido”.

En el PRI no hay estrategia, no hay un ejercicio de humildad y autocrítica que es necesaria para el lugar donde hoy están. Los números electorales no mienten, quedaron arriba del verde por 10 mil votos, es la comparación. Y en contraparte, hay atropellos, abusos, agravios, engaños, división, manipulación, violencia y calumnias de sus compañeros de partido y de bancada, que son incapaces de organizarse, formar un frente común, de tener una estrategia clara. Ahí imperó el “Yo soy Soraya, la que toma las decisiones”, en tanto Maritza y Fabián no alzan la voz y sólo agachan la cabeza recibiendo órdenes.

Katia Ornelas ya tiene invitación de otros partidos, pero aún no ha dicho si se va con melón o con sandía. El caso es que menuda chamba de unidad le espera a la nueva secretaria general Ofelia Morales, líder indígena con una militancia arraigada en el nonagenario partido.

En general, no estábamos equivocados cuando hace algún tiempo aseguramos que si el PRI no se reinventaba, había que ponerle los candados al vetusto edificio de 16 de Septiembre. Es todo, nos leemos en la próxima en diario Rumbo Nuevo y en las redes sociales de Twitter, Facebook y WhatsApp. Sean felices.

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