Guayabazo
Ataques sin sentido Manuel García Javier guayabazo@hotmail.com La Biblia dice que Jetro (sacerdote de Madián, una tierra que se extendía desde el este del mar Muerto hasta el Sinaí) aconsejó a su suegro Moisés durante los 40 años que gobernó Israel, sobre cómo delegar responsabilidades para resolver asuntos y le recomendaba: “Escoge tú de entre […]
25 de agosto de 2022

Ataques sin sentido

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com
La Biblia dice que Jetro (sacerdote de Madián, una tierra que se extendía desde el este del mar Muerto hasta el Sinaí) aconsejó a su suegro Moisés durante los 40 años que gobernó Israel, sobre cómo delegar responsabilidades para resolver asuntos y le recomendaba: “Escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez. Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo”.

Siglos después, Platón, filósofo griego seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles, recomendaba que “El timón del buque del Estado debería ser manipulado por expertos y filósofos especialmente entrenados, escogidos por su incorruptibilidad y por tener un conocimiento de la realidad más profundo que el común de la gente».

Y quizá algunos en la actualidad no consideren tales sabidurías y piensen que la política lo hace todo, y que quienes sean servidores públicos sean a perpetuidad y con el derecho de hacer lo que les de su regalada gana, pero el hecho es que, a inicios de semana, hubo ajustes en el Gobierno de Tabasco que jefatura el capitán Carlos Manuel Merino Campos, actividad que le revolvió el estómago a algunos y no hubo más que lanzarse a la yugular del mandatario que no hizo más que apretar tuercas en la búsqueda de sus mejores fichas para culminar con éxito su mandato constitucional.

Sentimos que el mandatario tabasqueño tiene todo el derecho de cambiar a quien no le funcione; eso no es ningún pecado y tampoco está violando la ley; al contrario, es sano que haya relevos en los mandos administrativos y se debe hacer por sanidad. Por ello, no vemos el porqué satanizar al gobernante y mucho menos que traten de ‘lanzarle la bolita’ al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, que nada, absolutamente nada, tiene que ver con tales decisiones, porque el paisano tiene bajo su responsabilidad otros asuntos nacionales de mayor importancia qué resolver.

El gobernador Carlos Merino ha escogido nuevos funcionarios, en quienes confía como personas capacitadas y articuladoras de las relaciones sociales, para garantizar que el pueblo viva en libertad y sea atendido en forma prioritaria en sus planteamientos. Y no creemos que los relevos se hayan dado porque se piense que ‘fulano’ y ‘zutano’ sean seguidores de perengano de tal, o de doña ‘Esa’, como decimos los tabasqueños.

Cuenta aparte, es el hecho de que el gobernador –a quien no he tenido el gusto de saludar, porque la gran amistad la llevé por muchos años con su consanguíneo Fernando Merino (QEPD)– sea amiguísimo, no de hoy, sino de muchos años, de quien hoy figura como uno de los presidenciables más fuertes en la política nacional, y sobre todo que goza de la amistad y confianza del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Aparte de ello, las pugnas internas que cualquier partido tenga para escoger a sus mejores mujeres y hombres, son asuntos que le incumben sólo a esos institutos políticos, y no se trata de batallas o guerras entre quienes gobiernan y el pueblo, como se pretende hacer creer… Sabemos que el ansia de poder obnubila hasta al más letrado, pero se debe guardar la calma, o como decía el personaje de Kalimán a su inseparable Solín, creado en los 60s por Modesto Vázquez: “Serenidad y paciencia mi pequeño amigo”.

Claro está, que todo esto, sigo insistiendo, es producto de una bien orquestada campaña de desprestigio a todo lo que huela a 4T, para evitar continúe ostentando el poder después del 2024; y lo peor de todo, es que haya tabasqueños, enfermos de ese mal social llamado malinchismo, empeñados en hacer creer a la colectividad que un paisano no puede ni debe gobernar otra vez al país.

Y aunque les duela a algunos que los agobia la diarrea, pero la política de altura que está realizando en el concierto nacional el tabasqueño, hijo de tabasqueños y hombre de valores, Adán Augusto López Hernández, lo tiene a un paso de ser el abanderado de Morena a la Presidencia de la República… Eso me recuerda al viejo músico de mi querido pueblo, Jalpa de Méndez, don ‘Polo Pelón’, el que ejecutaba la voluminosa ‘tuba’ cuando salía por las calles con la banda de música de viento, y al terminar su faena decía: “hasta me cagué”.

Es todo, léenos en diario Rumbo Nuevo y síguenos en: Facebook y Twitter @GuayabazoGarcia. Sean felices.

Compartir: