Guayabazo
De la ‘austeridad republicana’ a la ‘pobreza franciscana’ Manuel García Javier guayabazo@hotmail.com Desde su toma de posesión como presidente de México, Andrés Manuel López Obrador delineó la política que llevaría a cabo su gobierno para aliviar la terrible situación económica con la que encontró al país. Un primer paso fue enviar al Congreso un proyecto […]
1 de agosto de 2022

De la ‘austeridad republicana’ a la ‘pobreza franciscana’

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com
Desde su toma de posesión como presidente de México, Andrés Manuel López Obrador delineó la política que llevaría a cabo su gobierno para aliviar la terrible situación económica con la que encontró al país. Un primer paso fue enviar al Congreso un proyecto de Ley de Austeridad Republicana para evitar el despilfarro, corrupción y lujos en el gobierno.

Y así fue, al publicarse el decreto respectivo, dio inicio la reducción del gasto gubernamental. “Que no le cueste tanto al pueblo mantener al gobierno porque si hay menos aparatos burocráticos, se liberan fondos para el desarrollo, para la educación, para la salud, para el bienestar del pueblo. Si todo el presupuesto se lo consume el aparato burocrático, no le llega nada a la gente”.

Desde luego que algunos funcionarios dieron de saltos, incluso uno que otro renunció al cargo, pero había que hacerlo… y se lograron ahorros significativos. Un ejemplo de ello es el hecho que, Enrique Peña Nieto en su último año de gobierno, ejerció en la Presidencia 3 mil 600 millones de pesos; en cambio, el primer año de la administración obradorista se ejercieron 550 millones de pesos… un ahorro de poco más de 3 mil millones de pesos.

Pero no todo quedó en eso. A la mitad del camino, López Obrador da un nuevo giro y cambia la picheada: anuncia que la bandera de la ‘austeridad republicana’ pasará a su fase superior que es la ‘pobreza franciscana’. Es decir, los funcionarios de la 4T tienen que ‘abrocharse más el cinturón’ limitando viajes al extranjero, disminuyendo viáticos y optar por la comunicación a larga distancia y otras medidas, sin caer en despidos.

Tras el anuncio, los ‘parientes del despilfarro’ respondieron con críticas y comparaciones entre el presidente y el humilde Giovanni di Pietro Bernardone (San Francisco de Asís), que se caracterizó por abrazar la pobreza como Dios.

Y claro que no todos saben que ‘Francesco’ era hijo de un comerciante y su madre pertenecía a una familia noble y, por tanto, vivió hasta los 20 años en una situación económica muy desahogada.

Y por supuesto que en su juventud no le interesaron los negocios de su padre ni tampoco los estudios. Se dedicó a gozar de la vida sanamente, sin malas costumbres, ni vicios. Gastaba mucho dinero, pero siempre daba limosnas a los pobres. Le gustaban las románticas tradiciones caballerescas que propagaban los trovadores. Por eso Francisco fue combatiente del ejército, portaba una costosa armadura y un manto que regaló a un caballero mal vestido y pobre.

Por huir de sus padres, vendió su caballo y unas ropas para reparar la Iglesia de San Damián donde vivió. El papá de Francisco, al enterarse de lo sucedido, fue a la Iglesia, de donde también huyó y se escondió. Al poco tiempo, regresó a su pueblo y estaba tan desfigurado y mal vestido que las gentes se burlaban de él como si fuese un loco. Su padre lo llevó de nuevo a casa, lo golpeó furiosamente, le puso grilletes en los pies y lo encerró en una habitación. Como resultado, renunció a la herencia y al dinero.

Ahora bien, nuestra intención no es señalar al presidente como un ser divino, de ninguna manera, porque Dios da la sabiduría y de sus labios brotan conocimiento e inteligencia. Los que tienen la sabiduría que viene de Dios, no hacen lo malo; al contrario, buscan la paz, son obedientes y amables con los demás, se compadecen de los que sufren, y siempre hacen lo bueno; tratan a todos de la misma manera, y son verdaderos cristianos.

Por esa razón, sentimos que una cosa es que el presidente emule la política de austeridad enarbolando la bandera de la pobreza que utilizó el fraile italiano, que también luchó contra la resistencia de la orden a una vida austera, y otra que sus ‘contras’ lo comparen con el santo en cuestión. La misma iglesia se ha encargado de promover la ‘pobreza franciscana’. Luego entonces: ¿Por qué un gobernante no puede utilizar las mismas reglas?… ¿O qué hay que comparar el ‘cordonazo’ de San Francisco con la mano firme de AMLO?.

Precisamente por esa razón, en reciente entrevista, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, sostiene que hay una enorme aceptación hacia el presidente, por su trabajo que ha cumplido con creces y porque todos los días libra la batalla para ganarle a la inseguridad, consolidar los grandes proyectos de infraestructura. En suma, lograr una transformación consolidada en todos los ámbitos. Y no es fortuito: Hay estabilidad económica en el país y el peso está más fuerte que nunca.

En una entrevista, Adán fue cuestionado por tener entre sus principales funcionarios al tabasqueño José Antonio de la Vega Asmitia, porque en épocas pasadas trabajó en gobierno perredista. Pero respondió que ‘Pepe Toño’ es su amigo y es un colaborador eficaz, paisano, funcionario público con una formación impecable y carrera política importante. “Todos tenemos derecho a reivindicar el camino… goza de mi confianza personal y política”. Aclaró…Es todo, léenos en diario Rumbo Nuevo y síguenos en: Facebook y Twitter @GuayabazoGarcia. Sean felices.

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