¿Fue pre-destape?

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com
Decía Enrique Krauze en su libro “México, biografía del poder”, que en tiempos de don Adolfo Ruiz Cortines “hasta la Virgen de Guadalupe simpatizaba con el PRI”; eran épocas donde el Revolucionario Institucional andaba de ‘manita sudada’ con el clero, a grado tal que por camionadas acarreaban a la feligresía a votar… El PAN, era un partido débil y minoritario; más bien estaba convertido en un ala del otrora partidazo que contaba, por debajo de la mesa, con el mismísimo Manuel Gómez Morin que se inclinó al ala derecha.

Llegado el momento, don Adolfo destapó a su tocayo Adolfo López Mateos –una de sus cartas fuertes del gabinete en quien confiaba más— sin que ningún precandidato de la familia revolucionaria lo perturbara; no hubo disensiones, fue dueño absoluto de la situación y hasta se divirtió a entero gusto diciéndole a la prensa provinciana cuando le preguntaron sobre el destape: “¿Salió López?…y yo qué sé… andaba por acá…”.

Pocos repararon que el presidente Ruiz Cortines, ‘viejo lobo de la política’, días antes lo había designado para pronunciar el discurso oficial en el aniversario de la Constitución de 1917 (5 de febrero de 1957), fecha tan importante para México, donde el ilustre mexicano se lució con sus dotes de orador.

El pasado18 de julio, fecha significativa para recordar el 150 aniversario luctuoso del ‘Benemérito de las Américas’, licenciado Benito Juárez García, el presidente Andrés Manuel López Obrador nombró como orador oficial a su secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández. Ahí, ante los representantes de los poderes del país y de los embajadores de Francia, Estados Unidos y Cuba en México: Jean Pierre Asvazadourian, Ken Salazar y Marcos Fermín Rodríguez Costa, habló de “los hombres que luchan toda la vida, que son ejemplos mundiales de congruencia, perseverancia, arrojo, determinación y respeto por la libertad. La de aquellos que pese a tener todo en contra, logran trascender en la historia universal”, porque “transformaron a una nación armados de una increíble visión, de una inquebrantable honradez y de la incansable convicción de luchar siempre por las causas más nobles”.

Con dotes de estadista, el que ya consideran “posible candidato de Morena a la presidencia del país”, habló de promover la reconciliación entre todos los países del mundo, porque los unen “historias de hermandad” entre sus pueblos.

Juárez, dijo, “peleó incansablemente y logró terminar con inercias y cotos de poder históricos que mantenían al pueblo de México reprimido y al margen de una vida justa y digna. Nunca se cansó de luchar. Siempre con congruencia tanto en su vida pública como en la privada. Luchó como ninguno por un Gobierno Republicano, porque sabía que el federalismo era un paradigma desde el cual podía organizarse nuestra república y con el que se podían erradicar las monarquías, los gobiernos centralistas, el despotismo, las tiranías, oligarquías, plutocracias, dictaduras y demás formas de opresión que había padecido el pueblo mexicano”.

El tabasqueño López Hernández, refirió acerca de la segunda transformación de México que Juárez impulsó: “No solamente se trató de crear instituciones y leyes para cimentar los cambios de la vida pública del país. Su lucha también estuvo acompañada de una revolución cultural que buscó suprimir la intolerancia, discriminación y división social, y pudo demostrar que los privilegios de pocos se pueden derrumbar para dar paso a un Estado que busque la justicia y bienestar general para su pueblo”.

Y aterrizando su discurso al país que orgullosamente sirve como titular de la Segob, precisó: “No es extraño por lo mismo, que su figura sea un referente constante, una inspiración perseverante en la cuarta transformación que hoy encabeza nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador”.

“Hoy el movimiento histórico de la cuarta transformación nos impulsa hacia el lado correcto de la historia, en donde se piensa primero en el bienestar de los que menos tienen para construir una sociedad que pueda caminar junta hacia un nuevo orden social más humano”.

“Ahora nuestra gran nación se mueve con una enorme fuerza que tiene detrás el impulso imparable de millones de mexicanas y mexicanos que votaron, y siguen votando, por la transformación de la vida pública nacional. Juntos, con unidad y reconciliación, lograremos consolidar este proceso y continuar construyendo los cimientos de una nueva historia para México, porque la transformación por la que luchamos no tiene vuelta atrás”.

Y como en la mayoría de sus intervenciones, Adán Augusto hizo referencia al “Carlos maravilloso”: “Juárez, eres el presidente vitalicio, a pesar de tanta noche lúgubre. La República es mar navegable y sereno si el tiempo te consulta. Y si una flor silvestre puedo dejarte ahora es porque el pueblo siente que en su esperanza adulta tu fe le dará cantos para esperar la aurora”.

La fuerza política que el secretario de Gobernación posee, fue a todas luces un pre-destape. Quizá no como los que ejercieron los ‘tocayos’ Ruiz Cortines y López Mateos, pero sí parecidos. AMLO tiene un gabinete fuerte donde, como en el béisbol, las señales son lo mejor si se hacen con discreción y elegancia. No se admiten ‘cachirules’. Pero también, como en la práctica el dominó, tiene que ver mucho con la política, por aquello de que, de las ‘mulas’ hay que deshacerse con rapidez y a los contrarios, ‘ahorcárselas’ sin piedad, además de que ‘más vale un mal cierre que una pasada en falso’. Es todo, léenos en diario Rumbo Nuevo y síguenos en: Facebook y Twitter @GuayabazoGarcia. Sean felices.