¡Jalpa, ciudad mágica!
Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com
Por asuntos personales estuve de nuevo en Jalpa, la tierra de mis ancestros y de mis grandes recuerdos, y me di cuenta del gran cambio que mi pueblo experimentó en tan poco tiempo. Antes de realizar mis gestiones, visité el parque, la iglesia, la Casa de la Cultura… Excelente –dije– y, en una mezcla de nostalgia y recuerdos de mi niñez y juventud, sentí pena el haber escrito severa crítica en contra de quien hoy gobierna el municipio y por ello le brindo mis disculpas… La verdad, ha hecho un buen trabajo, así lo dice la gente que entrevisté.
Opiné que no es necesario invertir una millonada de pesos en obras superfluas, si con tantita imaginación se embellecen las ciudades y se convierten en sitios mágicos. Las obras de ornato y una buena pincelada a la jícara del parque que lleva el nombre del prócer tabasqueño nacido en mi tierra: coronel ‘Gregorio Méndez Magaña’, le dan un toque de exquisita hermosura a ese paso obligado para ir a la iglesia en honor al ‘mínimo y dulce Francisco de Asís’… ese refugio espiritual donde mi querida madre (María) y mis hermanas (Luz del Alba, Carmela y Marina (QEPD), acudían casi a diario, porque eran ‘legionarias de la Madre de Dios’.
La iglesia, imponente por fuera y con un impresionante arte arquitectónico estilo barroco, producto del esfuerzo del párroco recién fallecido Rubén Ponce de León, pero, al penetrar a su interior y dirigir la mirada al frente, queda uno sorprendido ante una monumental obra pictórica que nos ilustra sobre la unificación del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, convertido en esa Gran Familia que nos invita a transitar por la vida en paz y con la fe de continuar divulgando el Evangelio. Un poco más abajo, se puede apreciar la imagen de la Virgen Guadalupana, flanqueada por el indio –y hoy santo– Juan Diego y el redentor de la humanidad.
Ante tal grandiosidad, pedí perdón por mis pecados y también prometí no volver a cometerlos… es de humanos hacerlo. Salí del recinto, no sin antes realizar la usual reverencia y persignación de respeto a Dios, para dirigirme a la sede de la cultura jalpaneca, donde se observa limpieza y orden.
Y a mi salida, recordé a personajes que ocuparon un sitio en la antigua ‘Plaza Hidalgo’. Ahí vivía el primer farmacéutico del pueblo: don Saúl Chávez Robles; el comerciante Félix Domínguez May, el profesor Sebastián Sandoval Valenzuela (siempre se tomaba una cerveza fría y una al tiempo a la vez), don Pepe Pérez, don Humberto Pérez Domínguez y su esposa doña Esperanza Ramírez (la de las ricas butifarras), don Pancho Pérez, don Jaime Domínguez, don Carmen Vargas Ulín, mi pariente don Diógenes Orueta y su esposa Romelia… en fin, la historia nítida del Jalpa de mis amores. Ahí recordé también, a don Armando Ulín, doña Carmen Tosca, al queridísimo amigo ‘Chivón’, a don Francisco Castillo (Pancho Villa), ese que siempre se sentaba al revés en una silla de madera; al profe ‘Guincho’ David Márquez León y su esposa la maestra Socorro Castillo, don Eusebio Izquierdo Colorado, a don Alcibíades Castillo González y su esposa doña ‘Cuca’ que me obsequiaba desayunos escolares, Amalia Castillo (la telefonista), José Ulín Castillo (el del cine’ Esperanza Iris’), Isidoro Castillo ‘Chololo’, el maestro ‘Lelo’ Baudelio Madrigal, a José ‘Cheón’ Ramos, don Jesús Orueta Torres y su esposa doña ‘Gello’, y la de don Paco Martínez Zentella, entre otros. Todos los domicilios, con el toque colonial propios de un ‘pueblo mágico’. Nuestra humilde opinión, es que las fotografías actuales deberían suplir a las que se exhiben en la web del H. Ayuntamiento de Jalpa de Méndez.
Me di una vueltecita por el pueblo petrolero de Mecoacán y veo obras de pavimentación del poblado; en Santa Lucía y Vicente Guerrero hay caminos rehabilitados; lo mismo que calles pavimentadas en Jalupa. Se observa movimiento en los cuatro barrios de la ciudad: Santa Ana, La Candelaria, La Guadalupe y San Luis: gente limpiando rejillas, drenajes, construcción de banquetas y guarniciones… en fin, se nota el progreso. Retiro lo dicho y expreso mi felicitación a la alcaldesa Nuris López Sánchez. ¡Honor a quien honor merece!.
Y es que, independientemente de que gobierne el partido político fundado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la población del municipio de las jícaras labradas se ha olvidado de ‘grillas’ personales que a nada bueno conducen y, por el contrario, se han dedicado al trabajo fecundo y creador, porque son un pueblo unido y con buenos sentimientos, ¡eso sí lo garantizo! porque es la herencia de nuestros padres.
Ante tales circunstancias, invito a que conozcan Jalpa de Méndez, no se arrepentirán de conocer al que yo siempre le llamo ‘El rincón del Edén’. Vale la pena visitar a la ‘Ciudad Mágica de Jalpa’… Es todo, léenos en diario Rumbo Nuevo y síguenos en: Facebook y Twitter @GuayabazoGarcia. Sean felices.
