Guayabazo
Manuel García Javier guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com ¿Antojitos tabasqueños en aeropuerto? Esperaba el vuelo procedente de Monterrey que tenía retraso de una hora, y para no perder el tiempo, decidí comer en el único restaurante del aeropuerto ‘CPA Carlos Rovirosa Pérez’, anunciado como ‘El Capitán’. En su carta, anuncia comida típica tabasqueña que de Tabasco no […]
28 de marzo de 2022

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com

¿Antojitos tabasqueños en aeropuerto?

Esperaba el vuelo procedente de Monterrey que tenía retraso de una hora, y para no perder el tiempo, decidí comer en el único restaurante del aeropuerto ‘CPA Carlos Rovirosa Pérez’, anunciado como ‘El Capitán’. En su carta, anuncia comida típica tabasqueña que de Tabasco no tiene ni el olor, ni el sabor. La lentitud del servicio obliga al visitante a leer y releer los pies de fotografía de las primera fotos del piloto tabasqueño impresas en las mesas, hasta que por fin se presenta el servicio insípido y, al final, un cuentón como si hubiese uno probado los alimentos en el mejor comedor gourmet internacional y, lo peor, no extienden facturas y sólo se conforma el cliente con la promesa de que se los enviarán vía internet que en la mayoría de las veces no le llega. El caso es que quien come en este establecimiento, jamás regresa.

Y ahí, en el minúsculo aeropuerto villahermosino, me di cuenta del valor que tienen las sabrosas ‘tlayudas’ expendidas por una indígena que se filtró con su producto el día de la inauguración del Aeropuerto Internacional ‘Felipe Ángeles’, complejo aeroportuario a la altura de los mejores del mundo. Y cómo no desear disfrutar el veloz antojito preparado por diestras nativas toluqueñas, o las ricas ‘doraditas’ chilangas con frijoles y queso, acompañadas de su respectiva salsa, todo a precio de ‘me lo llevo’.

El aeropuerto internacional de Villahermosa no ofrece alimentos tabasqueños. Por ello, pilotos, azafatas y empleados de las compañías aeronáuticas, prefieren darse una escapadita a escasos 300 metros de la base aérea, para saborear auténticos antojitos: tacos de ubre, lengua, seso, cachete, longaniza, carne salada con chaya, empanadas, panuchos y una interminable variedad de alimentos que expenden ambulantes a precios mucho muy baratos que los del mencionado ‘Capitán’.

Quienes visitan la capital tabasqueña por asuntos de negocios y otra índole, a veces no tienen tiempo de acudir a antojerías locales y, para desgracia nuestra, se van con el mal sabor de no haber probado los guisos tabasqueños tan anunciados en las páginas de las revistas de las compañías aéreas del mundo.

Sería conveniente, ahora que se pusieron de moda las ‘tlayudas’, que en el aeropuerto local se expendan los auténticos guisos de esta tierra del edén, que son una verdadera delicia de sabor.

Claro que lo anterior no quiere decir que la terminal aérea se vaya a convertir en áreas fritangueras, sino que todo debe ser bien pensado donde se muestre además, parte de la cultura tabasqueña.

Y ahí, en espera del vuelo Monterrey-Villahermosa, recordaba una anécdota del recordado periodista Pedro Luis Hernández Sánchez, que contaba con su característica gracia y sencillez: “… Un conocido restaurante de abolengo de Villahermosa anunció como carta dominical un extravagante menú: Como entrada, saborear la exquisitez de la carne al estilo ‘Old vestiment’, y como platillo principal, la especialidad de la casa: ‘Pequeños quelonios a la clorofila’. De salida, presentó un postre elaborado por auténticas manos tabasqueñas, al que llamó ‘Pabellón auricular de primate al gratín’…”.

“…Así pues, muchos ‘fifís’ de la localidad acudieron al famoso comedor, situado en el mezzanine de moderno hotel capitalino, para conocer el sofisticado menú choco que, al final de cuentas, no era más que el conocidísimo guiso llamado ‘ropa vieja’ (el sobrante de la carne con hueso y la fruta del puchero de un día para otro); el platillo predilecto de la paisanada ‘pochitoque en verde’ (exótico platillo prehispánico preparado con la pequeña tortuga, platanillos tiernos, arroz, hojas de perejil, chile mashito, momo, chaya y masa blanca recién molida); y el ya popular ‘dulce de orejae’mico’ (papayitas tiernas gratinadas con panela)…”.

Alcaldes chambeadores
Aunque usted no lo crea, pero un gran porcentaje de medios y redes sociales refieren favorablemente del mandamás de Macuspana, Julio Ernesto Gutiérrez Bocanegra. El edil goza de buena reputación entre la población gobernada y no es para menos, su ejercicio administrativo lo está llevando a cabo con estricta transparencia en el manejo de los recursos y más ahora que se le presenta la oportunidad de catapultarse en la política grande al escogerse el deportivo ‘tumbapato’ como sede del equipo Olmecas de Tabasco. Ahí, Julio tendrá la oportunidad de mostrar lo que en ese próspero municipio se está realizando.

Peero… Hay quienes lo critican por adelantado que dejará endeudado al municipio y no toman en cuenta que la Ley de Deuda Pública del Estado de Tabasco y sus Municipios señala en su artículo 24 que las obligaciones a corto plazo queden totalmente pagadas a más tardar tres meses antes de que concluya el periodo de gobierno de la administración municipal correspondiente, no pudiendo contratar nuevas obligaciones a corto plazo durante esos últimos tres meses. Es decir, el alcalde sabe lo que hace y se entiende que no heredará deuda alguna porque, de hacerlo, se metería en serios problemas con la justicia.

Y aunque la alcaldesa de Jalpa de Méndez, Nuris López Sánchez no sabe quién carajos soy, la verdad queremos reconocer su labor al frente de los destinos de mi municipio, pues no se anda durmiendo en sus laureles y ya inició la obra pública de su comuna que ha estado gestionando con Pemex. No puej la paisana.

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