Guayabazo
Con las manos limpias Manuel García Javier guayabazo@hotmail.com Bajo la premisa de limpiar el nombre de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco ‘para que nunca más sea noticia de escándalos’ y no sea el centro que lastime al orgullo universitario, el nuevo rector de la máxima casa de estudios del Estado, Guillermo Narváez Osorio, hizo […]
24 de enero de 2020

Con las manos limpias

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com
Bajo la premisa de limpiar el nombre de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco ‘para que nunca más sea noticia de escándalos’ y no sea el centro que lastime al orgullo universitario, el nuevo rector de la máxima casa de estudios del Estado, Guillermo Narváez Osorio, hizo el compromiso de llevar a cabo un manejo responsable de los recursos: ‘Sería incongruente demandar que la universidad sea ejemplo de la sociedad si la casa no está limpia’, afirmó después de haber juramentado cumplir y hacer cumplir la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Tabasco, la Ley Orgánica de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco y demás leyes que de ella emanen.

Después de algunos años de pretender el máximo cargo universitario de Tabasco, por fin la Honorable Junta de Gobierno de la casa de estudios decidió por unanimidad que el abogado, político, maestro y notario público ocupe la Rectoría durante los próximos 4 años.

Desde el balcón principal del vetusto edificio del Instituto Juárez, el nuevo rector estableció su compromiso con los universitarios por la inmensa responsabilidad depositada en su persona: ‘Tengan la seguridad de que soy consciente de lo que ello implica y de a gran oportunidad histórica que se nos presenta para llevar todos los programas planteados, prometo llevar a la universidad al lugar que la historia demanda y que la sociedad tanto requiere y necesita’.

Narváez Osorio que en diversas ocasiones mostró que llega a la Rectoría con las ‘manos limpias’, llamó a la comunidad universitaria a reconstruir el tejido social que permita consolidar la reconciliación del estado; además de reafirmar que no busca ‘cacería de brujas’, pero actuará con firmeza contra aquellos funcionarios universitarios que hayan incurrido en alguna irregularidad. Palabras más, palabras menos, pero es el compromiso de un tabasqueños que quiere colocar a la UJAT en las páginas grandiosas de la historia.

¿Qué pasó con acción cívica?…
Aquellos actos cívicos llevados a cabo a la perfección por la dupla Paquita Guzmán Vidal y Lupita Acosta López, hoy se ven opacos y la gran cantidad de asistentes se reduce a unos cuántos. Ya no escuchamos los vibrantes discursos con historicidad enaltecimiento a los héroes de la patria, revolución por parte de funcionarios o personajes allegados a la cultura.

Hasta hace 7 años, observábamos que esta clase de eventos se realizaban en coordinación con la zona militar destacamentada en Tabasco, con la seriedad, mexicanidad y solemnidad, que nos hacía vibrar de emoción por las conceptuosas intervenciones de militares, estudiantado y de quienes representaban a los tres poderes del Estado. Eran ceremoniales debidamente coordinados y nos consta que los servidores mencionados desde las 6:00 de la mañana iniciaban la preparación para que nada, absolutamente nada fallara.

Sin embargo, con la llegada del gobierno de Arturo Núñez Jiménez, la dependencia en cuestión inició su declive con el nombramiento de Laureano Naranjo Cobián, a quien los siempre recordados periodistas José Antenor Ancona Cadena y Rafael Martínez de Escobar Llera bautizaron en el semanario ‘La Reata’ como ‘La Garazopeta’.

Pues bien, este personaje rastrero y lambiscón echó a perder toda la solemnidad cívica, pues en cada evento se adueñaba del micrófono para decir una sarta de barbaridades tratando de elevar la personalidad de quien hoy está en entredicho con acusaciones de corrupción, y tergiversando la historia de Tabasco, México y el mundo entero, con sus peroratas cuajadas de saliva hacia su jefe, al que aún le pasa todo el chismorreo de lo que acontece en el gobierno actual.

En el ocaso del gobierno pasado, no sabíamos qué había sido de Laureano, ni de Paquita y Lupita. Pensábamos que la ‘sanguijuela’ sexenal y lambiscón número uno del nuñismo, había causado baja con los cambios del nuevo gobierno de Adán Augusto López Hernández; pero no fue así, pues nos encontramos que el espía del nuñismo conserva su plaza de director general de Acción Cívica y Cultural; en tanto las dos servidoras públicas, al estilo sindicato petrolero, una fue jubilada por presiones y la otra removida a otra dependencia.

Paquita Guzmán, con 48 años al servicio del Gobierno de Tabasco, y Lupita Acosta coordinaron exitosamente los actos cívicos por más de 30 años, las cuales fueron arrinconadas como objetos inservibles por la nefasta ‘Garzopeta’ y su subdirectora Guadalupe Cámara Ordaz. Este par de zánganos nuñistas se mantienen en el poder sin hacer absolutamente nada y cobrando una abultada nómina de 45 mil y 40 mil pesos mensuales.

No se vale pues que en plena época de austeridad republicana se esté manteniendo con estratosféricos sueldos a incondicionales del gobernante que colapsó las finanzas del estado poniendo en peligro la estabilidad política y social de Tabasco.

Seco el guayabazo
Mientras que el exalcalde Gerardo Gaudiano Rovirosa ha reiniciado sus recorrido por los diferentes pueblos de en busca de engatusar nuevamente a los tabasqueños, sus ex funcionarios se han dedicado a criticar al edil Evaristo Hernández Cruz, quien dice que estas personas no tienen credibilidad y son los menos indicados para hablar de cómo utilizar los recursos del erario público.

La verdad de las cosas, tanto el ex alcalde, señalado en diversas ocasiones como corrupto, como la gentuza que lo acompañó en el presunto saqueo, deberían estar quietecitos, porque así se ven más bonitos, pues don Eva los tiene en sus manos y no sea que se vaya a encabronar y saque a relucir toda la podredumbre que dejaron. Es todo, nos leemos en la próxima

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