Guayabazo
Velado reto al presidente López Obrador Manuel García Javier guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com Después de 15 días de asueto y descanso, lejos del bien y del mal y sobre todo con mucha paz espiritual, regresamos a este espacio rumbonuevero con mucha enjundia para realizar dos veces por semana nuestro análisis del acontecer mundial, nacional y local. […]
5 de enero de 2022

Velado reto al presidente López Obrador

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com
Después de 15 días de asueto y descanso, lejos del bien y del mal y sobre todo con mucha paz espiritual, regresamos a este espacio rumbonuevero con mucha enjundia para realizar dos veces por semana nuestro análisis del acontecer mundial, nacional y local. Y aunque parezca una soberana pendejada de nuestra parte, estuve desconectado de las redes sociales y de todo tipo de información, por lo que ofrezco disculpas a quienes enviaron mensajes de felicitación con motivo de mi onomástico el 1 de enero. Así es que, iniciamos el año, como decía Juvenal, “Mens sana in corpore sano”. Y como bien decía la ‘Cotorrita’ Martínez de Escobar, a lo que te truje Chencha.

Para comenzar, este sábado, me desayuno con la noticia de sólo un día duró la estatua del presidente Andrés Manuel López Obrador que el alcalde saliente de Atlacomulco, había inaugurado el pasado 30 de diciembre. Así pues, a partir de este 1 de enero, Marisol Arias Flores, de la alianza Va por México (PAN, PRI y PRD), tomó posesión como presidenta municipal, descargando todo su odio contra la el monumento en cuestión.

De este aberrante hecho, la nueva autoridad municipal no se ha pronunciado al respecto, pero se nota la mala intención de buscar un enfrentamiento con el mandatario mexicano, a sabiendas de que López ha asegurado que no quiere que se coloquen figuras o calles en su nombre.

“En mi caso, tengo escrito en mi testamento que no quiero que se use mi nombre para nombrar ninguna calle, no quiero estatuas, no quiero que usen mi nombre para nombrar una escuela, un hospital, nada absolutamente”, declaró López Obrador en septiembre pasado.

El velado reto, pudo haberse fraguado días antes, cuando la élite priista se reunió en la mismísima cuna del priismo nacional, para reforzar a la nueva alcaldesa atlacomulqueña, entre los que destacaron: Arturo Montiel Rojas, exgobernador del Estado de México; Emilio Chuayffet Chemor, exdiputado federal y también exgobernador de la entidad; Alejandra del Moral, presidenta estatal del PRI; Carolina Monroy del Mazo, exsecretaria General CEN del PRI; Arturo Peña Nieto, empresario y hermano del expresidente Enrique Peña Nieto; Gustavo Cárdenas Monroy, diputado federal; Iván Esquer, diputado local; Laura Barrera Fortoul, diputada federal; Héctor Velasco Monroy, exdiputado federal y una larga lista de expresidentes municipales como Anna María Chimal, Fidel Almaza, Arturo Vélez, Rogelio Caballero, entre otras personalidades priistas. Y aunque se notó la ausencia del gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, no faltaron voces que afirmaran que fue plan con maña, pues un gobernador es el mejor informado de lo que sucede en su estado y seguramente no es ajeno al hecho.

Quizá los aliancistas pensaron que tumbando el monumento a Obrador, al estilo de aquél 17 de julio de 1979 con la figura del nicaraguense Anastacio Somoza, o de la ira desatada contra las estatuas del descubridor de América, Cristóbal Colón, podrían producir la caída de un gobierno que al día de hoy su porcentaje de aceptación sobre pasa el 68 por ciento de la población mexicana. Sin embargo, ello podría provocar más encono entre el presidente y los prianistas que no quitan el dedo de renglón para exhibirlo a como sea y por lo que sea.

Por cierto que en los últimos días, AMLO se dio su tiempecito para viajar en la Navidad a Palenque, Chiapas, donde se ubica su quinta ‘La Chingada’ donde tomó merecido descanso y claro que nos llenó de satisfacción que en su lugar quedó al frente de la Oficina de la Presidencia el segundo hombre más informado del país, Adán Augusto López Hernández. Todo esto, dio como resultado que Adán le entregó al presidente buenas cuentas y un México en paz, porque en las fiestas de la Nochebuena hubo tranquilidad y paz en el país, sin registro de hechos lamentables graves. Es decir, hubo saldo blanco porque todo el país estuvo en completa armonía.

En Tabasco no fue la excepción y bajo la guardia personal del gobernador Carlos Manuel Merino Campos, tanto en navidad como en año nuevo, las cosas transcurrieron en completa calma y armonía familiar. De Huimanguillo a Tenosique y de Paraíso a Tacotalpa, todo fue en orden, dado que los brindis se llevaron a cabo inspirados en el amor al nacimiento del creador, con un poco de la mexicana alegría sí, pero es lo normal en estos tiempos. Vaya, hasta se olvidaron de la pandemia de Covid-19 y de su variante Ómicron que, gracias a Dios, no se ha resentido ningún repunte, aunque circula la noticia de 12 casos positivos de la enfermedad.

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