Son los tiempos de Pecero

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com
Los nuevos tiempos del petróleo en México requieren que tanto sus administradores, como sus trabajadores, tengan un comportamiento honesto y se manejen con transparencia en el uso de los recursos, lejos de cualquier acto de corrupción que provoque de nuevo el descrédito que en los últimos tiempos ha padecido PEMEX, también llamado décima potencia mundial del ‘oro negro’.

La renovación de la dirigencia nacional del Sindicato Nacional Petrolero ha vuelto a provocar la ‘fiebre del oro’ que se tuvo en los tiempos de bonanza de 30 años de corrupción sindical y asesinatos, bajo el poderío económico de Joaquín Hernández Galicia ‘La quina’, Sebastián Guzmán Cabrera y Carlos Romero Deschamps, épocas en que los trabajadores vieron limitadas sus garantías y la paraestatal estuvo a punto del derrumbe.

Bajo estas premisas, han surgido voces que pretenden la dirigencia del STPRM, prometiendo un espíritu transformador, caminando de la mano del presidente Andrés Manuel López Obrador y, sobre todo, limpiando al sindicato de la corrupción y cacicazgo que durante tres décadas ha padecido.

Para los tabasqueños no es ajeno que se han tenido líderes bajo esa tónica, pero también los laborantes de la paraestatal han tenido que soportar las corruptelas de personajes que, incluso, se han adueñado de la política, lo que les permitió dilapidar dineros de los sindicalizados y aumentar el poderío de dirigentes nacionales como Romero Deschamps.

Uno de los personajes que ha iniciado abierta campaña en busca de la Secretaría general del sindicato petrolero, tratando de amarrar los votos de las secciones de Veracruz, Tabasco y Tampico, es al petrolero César Pecero Lozano, ex dirigente de la Sección 48 del STPRM, que en su currículum registra el haber ocupado distintas carteras sindicales.

Hace unos días, Pecero afirmó contundente: “No soy línea ni de Carlos Romero ni de nadie, eso sí, voy en busca del voto y lo debo aclarar…”. Así pues, el sindicalista petrolero tiene en su historial haber presidido el Grupo Obrero de Renovación Moral y Unidad Sindical, que combatió abusos, nepotismo, saqueo y violaciones a las garantías laborales de los trabajadores.

Y platicando con un grupo de petroleros, surgió el comentario en el sentido de que Cesar Pecero es la persona idónea para ocupar la dirigencia nacional, porque tiene espíritu transformador, ama la democracia y está lejos de caer en las garras de la corrupción, por ser una persona íntegra y honesta.

Les recordaba que lo conocimos como tal y porque siempre ha buscado el beneficio de la clase trabajadora petrolera y no dudamos que ganaría por mayoría abrumadora en las 36 secciones sindicales donde laboran 89 mil petroleros.

Independientemente de lo que piensa la minoría sindical, sentimos que César Pecero Lozano cambiará la política laboral en beneficio de los trabajadores, tal y como lo expresa en 4 principios fundamentales en las que basa su campaña por la dirigencia del STPRM:

1.- Servir con honestidad entregando cuentas claras y transparentes en el ejercicio de su trabajo.
2.- Trabajar con efectividad.
3.- Buscar siempre el beneficio para todos.
4.- Ser institucional por el bien de la empresa y de todos los trabajadores del STPRM.

Además de que, como dirigente, seguramente va a caminar con la bandera de la 4T y de la mano con el Presidente Andrés Manuel López Obrador en el proyecto de Nación que ya está en pleno auge en la búsqueda del bienestar de todos los trabajadores petroleros y sus familias; sobre todo, para en unidad, sacar adelante a PEMEX que es una empresa de todos los mexicanos.
Recordemos que, como dirigente de la 48, Pecero logró en Reforma Chiapas, la construcción de la Universidad Tecnológica; creó programas de becas deportivas para los jóvenes, fomentó e impulso el deporte a nivel nacional, premió cada año a los mejores estudiantes hijos de trabajadores y reconoció siempre la excelencia y el valor de las madres, padres, secretarias, enfermeras, niñas y niños, que siempre fueron homenajeados y festejados en su día, entre muchísimas acciones en beneficio de la clase laborante.

Es grande el número de petroleros con el que Pecero conquistaría la cúspide sindical del STPRM. Es enorme el deseo de cambiar y democratizar el viejo sindicalismo ‘charro’. Él ya camina en todas las secciones buscando conquistar el voto. Son los tiempos de la democracia sindical, son los tiempos de Pecero. Ahora falta que de manera limpia y transparente logre conquistar el futuro. Veremos pues de qué cueros salen más correas.

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