Guayabazo
Se atrevió… y lo hizo Manuel García Javier guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com No bien había terminado su discurso cuando los ‘malaleche’ y eternos ‘malinchistas’, soltaron su verborrea en las redes sociales minimizando el mensaje y vociferando en su contra. El rencor agobió a más de una centena de inconformes que, como fieras, jadeaban y soltaban su […]
12 de noviembre de 2021

Se atrevió… y lo hizo

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com
No bien había terminado su discurso cuando los ‘malaleche’ y eternos ‘malinchistas’, soltaron su verborrea en las redes sociales minimizando el mensaje y vociferando en su contra. El rencor agobió a más de una centena de inconformes que, como fieras, jadeaban y soltaban su rabia a causa de la presencia de un tabasqueño en la máxima tribuna del planeta con sede en Nueva York.

Después de haber tomado posesión como presidente del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, él propuso ante representantes de 193 países, un plan para garantizar el derecho a una vida digna a más de 700 millones de personas que viven en situación de extrema pobreza en el mundo. Y quién mejor que él para pedir ayuda por los más desprotegidos, pues conoce sus carencias, desde muy joven ha convivido con ellos y su lucha principal ha sido ‘primero los pobres’.

Y ahí, ante el portugués António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador anunció que propondrá a la Asamblea General de las Naciones Unidas un Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar, para garantizar el derecho a una vida digna a 750 millones de personas que sobreviven con menos de dos dólares diarios.

Lo anterior, dijo el presidente tabasqueño, se puede financiar con un fondo procedente de al menos tres fuentes, para disponer de un billón de dólares anuales; 1.- Cooperación voluntaria del 4% anual de la fortuna de las 1,000 personas más ricas del planeta. 2.- Cooperación de las 1,000 corporaciones más fuertes del mundo. 3.- Cooperación del 0.2% del PIB del G-20.

Y es que, como bien señaló, la corrupción ha causado decadencia en el mundo, porque nunca antes se había acumulado tanta riqueza en tan pocas manos, mediante el influyentismo y a costa del sufrimiento de las personas.

Lo cierto es que él se atrevió y lo hizo con los pantalones suficientes para señalarle al concierto mundial el doloroso y rotundo fracaso de la ONU con la distribución de la vacuna contra el Covid-19, en el sentido de que mientras farmacéuticas privadas han vendido el 94 por ciento, el mecanismo Covax creado por el organismo para países pobres, apenas ha distribuido el seis por ciento.

Su discurso lo aprovechó también para destacar lo que se está haciendo en México para desterrar la corrupción y destinar al bienestar del pueblo todo el dinero liberado, con el criterio de ‘por el bien de todos, primero los pobres’.

AMLO considera que su programa ‘Sembrando Vida’ es la solución de fondo para vivir libres de temores, riesgos y violencia, para acabar con el desempleo, favorecer la incorporación de los jóvenes al trabajo y al estudio, evitar la desintegración familiar, la descomposición social y la pérdida de valores culturales, morales, espirituales; pero también para enfrentar el fenómeno migratorio.

Tan sólo en Chiapas, frontera México-Guatemala, se están plantando 200 mil hectáreas de frutales y maderables que da trabajo a 80 mil sembradores, de los cuales 30 mil jóvenes laboran como aprendices.

La idea es que estas acciones se apliquen en Guatemala, Honduras y El Salvador, para lograr que permanezcan en sus países unas 330 mil personas que hoy están en riesgo de migrar por falta de trabajo.

La crítica de López Obrador a las Naciones Unidas fue en el sentido de que el organismo despierte de su letargo y salga de la rutina del formalismo; que se reforme y que denuncie, combata la corrupción en el mundo, que luche contra la desigualdad y el malestar social que cunden en el planeta con más decisión, profundidad, con más protagonismo, con más liderazgo.

La influencia que el mandatario mexicano ejerce ya a nivel mundial, está a la vista, y lo hace dando la receta para que millones de personas salgan de la pobreza extrema que padecen. Se trata de rescatar la moral de quienes por siempre han sufrido los estragos del hambre y por ello tienen sed de justicia social.

Consideramos que no valen ladridos de criticones, él está volando alto y su voz resuena ya en todo el mundo. No es mala su idea, pues al menos el presidente estadounidense Joe Biden ha expresado su beneplácito por ‘Sembrando Vidas’.

Se trata de que quienes poseen mucha riqueza, coadyuven con algo de lo que les sobra. Es el sueño que puede convertirse en realidad, porque la riqueza en el mundo está mal repartida: Europa el 32%, Norteamérica 31%, la cuenca del Pacífico (excluyendo India y China) el 22%. El 15 por ciento restante, donde reside el 58 por ciento de la población, está dividido entre China (8 por ciento), Latinoamérica (4 por ciento), India (2 por ciento), y África (1 por ciento). A ver qué opinan los conocidos ‘megarricos’, como Carlos Slim, Bill Gates o Warren Buffett.

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