Gran Cruzada por los Valores, un acierto

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com
Con beneplácito escuchamos esta semana, de propia voz del gobernador Adán Augusto López Hernández, que pasando la Semana Santa (segunda quincena del mes de abril) se presentará a los tabasqueños un ejercicio de recuperación y fortalecimiento de los valores en la familia, sociedad y la comunidad en general. Esa gran cruzada de la que habla el mandatario, requiere de un numeroso ejército de tabasqueños que impartan pláticas a familias y ciudadanía en general, en una especie de operación ‘hormiga’.

Tal campaña, hace tanta falta en Tabasco, porque nos hemos olvidado de cómo educar a nuestros hijos en el seno familiar, pero también en el ámbito de la escuela, muchos maestros no imparten los valores y el civismo que fue olvidado desde hace mucho.

Es urgente recuperar nuestra identidad para que los niños aprendan las buenas costumbres desde abajo, para que los jóvenes encuentren su propia identidad en la difícil etapa de transición de la pubertad a la juventud y para que los adultos comprendan que vivir en paz les dará la oportunidad de tener de nuevo lo que desde hace varias décadas se perdió, por la ‘borrachera de la abundancia petrolera’ y ahora se están pagando las consecuencias, como bien señala Don Adán.

Pero la Gran Cruzada por los Valores debe ser una especie de abanico que vaya abriéndose a mayor número de habitantes, comenzando con especialistas en el ramo que preparen a grupos, y éstos a otros, y así sucesivamente. Se tienen qué impartir conferencias y pláticas con comunitarios en parques, jardines, donde sea, para concienciar a la población. En los niveles: primaria, secundaria, preparatoria y universidad, dedicar cuando menos una hora al ejercicio de valores, por lo que se hace necesario reprogramar actividades para la promoción y fomento de las buenas costumbres.

La cruzada debe tener características enteramente laicas, apegadas a la ética, en pleno marco del artículo 3º de nuestra Constitución Política del Estado de Tabasco; al margen de cuestiones espirituales, porque la gente las relaciona necesariamente con asuntos religiosos. Debe ser un trabajo respetuoso de todas las creencias, ideologías, posiciones partidistas; aunque para esta emprendedora tarea deben involucrarse todos los sectores de la sociedad, incluyendo al clero.

En ese tenor está la ‘Teoría de la Identidad’ que agrupa los valores de la dignidad, integridad y libertad, que con tanto atino está llevando a cabo en diversos países del orbe el Dr. José D. Batista. Así nos lo enseñó su creador y por ello nuestro empeño.

Es necesario recordar, que el paso de la primaria a la secundaria en la actualidad lo experimentan los jóvenes con ansiedad, inquietud, angustias y preocupaciones; pero llegando al grado de la educación media (12, 13 y 14 años), las hormonas y la propia dinámica del organismo en esa etapa de la vida, están en completa ebullición, y los estímulos que desde niño nos parecían tan importantes, ahora resultan frustrantes. En esa edad de la pubertad surge el noviazgo, cosa que no le parece bien a los padres porque creen que es contrario a las buenas costumbres, y ahí es donde comienza el rechazo y rebeldía de los jóvenes hacia sus progenitores; es decir, dan cabida a fenómenos de carácter psicológicas. Así pues, en la edad de la adolescencia, es fácil en los muchachos, que en su rebeldía natural encuentren justificaciones diversas para decir el por qué actúan de la manera que lo hacen.

La tarea no es fácil, intensa diría yo, pero vale la pena hacer el intento y qué mejor que teniendo el apoyo y el visto bueno del gobernador, porque –como dije en entregas anteriores— con el gobierno de Andrés Rafael Granier Melo hubo un ejercicio parecido, pero la entonces secretaria de Educación, Beatriz Luque Greene, se aprovechó de las bondades del programa para utilizarlo como trampolín político. Así también, en la administración de Arturo Núñez Jiménez, se le presentó un programa parecido, pero fue cambiado y manipulado por la esposa del gobernante como un programa electorero con el título de ‘Cambia tu tiempo’.

Vayamos pues, porque un servidor se apunta para esa gran cruzada, a enseñar valores, a rehabilitar el entorno social en el que vivimos, a reencontrar nuestra identidad para tener una generación con mucha dignidad, con niños, jóvenes y ciudadanos colmados de integridad y con una plena libertad en su desarrollo humano.

Esperemos pues que el programa rinda frutos y no nos salgan después con que se está preparando una generación de políticos en busca de poder, porque definitivamente tergiversaría la verdadera causa del programa. Es por el bien de Tabasco, porque se palpa la idea del gobernador Adán Augusto López Hernández para cambiar las cosas en esta sociedad tabasqueña que se encuentra harta de las malas costumbres; es para el bien de México, porque así lo ha pedido el presidente Andrés Manuel López Obrador en su lucha porque el país cambie su modelo de desarrollo. Es todo, nos leemos en la próxima.