¿Qué esperan para actuar?

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com
El de Carlos A. Madrazo, fue un gobierno preocupado por la salud de los tabasqueños, allá por los años 60s del siglo pasado. Aún tenía 9 años de edad, pero tenemos presente el éxito de las grandes campañas sanitarias para la erradicación total del paludismo, de la oncocercosis, del mal del pinto y de la lepra. Los campesinos y jornaleros, no sufrieron ya más los horrores de la viruela, tampoco fueron diezmados por el tifo, ni vieron a sus hijos morir presa de las infecciones intestinales.

Con frecuencia, obligatoriamente, de la escuela primaria nos llevaban en fila hacia ‘La Sanidad’, donde nos inyectaban la vacuna que da vida y que nos libraba de terribles enfermedades. La primera enfermera de Jalpa, doña Carmita Sarao, era la encargada de ajusticiarnos con la jeringa… Fue una época donde la salud fue la prioridad de los tabasqueños.

En los tiempos actuales, podemos calificar como desesperante la situación que vive Tabasco, al registrarse el mayor récord de contagios de Covid-19, con 609 infectados y 12 defunciones, cifra que se considera como la más alta en 17 meses que lleva la pandemia en territorio nacional. La relajación de medidas y la variante Delta, han alimentado la tercera ola y no hay quien pare a la maligna enfermedad. El gobernador califica el momento como complicado y la Organización Mundial de la Salud, ya alertó su expansión.

Aparte de que es poca la población que se está guardando en casa y muchas las personas sin vacunar que, inconscientes, circulan por todo el territorio tabasqueño sin las medidas de prevención para evitar el contagio. Y la gente se pregunta: ¿Qué pasa gobernador? ¿Por qué no dicta medidas más estrictas?.

Entendemos, que para recuperar la economía hay que relajar un poco la situación caótica por la que atraviesa el comercio, restaurantes, supermercados, en fin; pero más vale –en tanto se vacuna el grueso de la población– ordenar a la mayor brevedad posible el establecimiento de horarios rigurosos para frenar la movilidad social, y si es posible, con medidas más drásticas, como les ha funcionado a muchos países europeos; porque como bien decían los viejos de mi pueblo, ‘más vale un buen regaño que una dolorosa muerte’.

Y en verdad, poco a poco se va diezmando la población con muertes por Covid. El principal nosocomio habilitado para el tratamiento de la enfermedad (Juan Graham Casasús) está al 85 por ciento de su capacidad de camas, lo cual debe poner en alerta a las autoridades sanitarias, dado que ya hay sumados más de 88 mil 736 casos confirmados de coronavirus y la cifra de pacientes activos ha incrementado a 3 mil 558.

Sin el ánimo de incomodar con esta crítica sana, sugerimos que el gobierno que jefatura Adán Augusto López Hernández, debe endurecer las reglas de la pandemia, y no esperar que el tiempo le gane esperando que desde más arriba se le avise de nuevas medidas porque, como lo hemos asentado en entregas anteriores, hay parques recreativos y mercados públicos atestados de gente que circulan sin cubrebocas y sin la más mínima medida de higiene, y ahí es donde crece el número de infectados.

Fiesta por consulta
Hicieron fiesta con los resultados, engallados y con sardónica burla a flor de labios vociferaron contra todo, y convertidos en videntes pronosticaron la caída del gobierno de la Cuarta Transformación. Ellos son los mismos que cuando ganaron las gubernaturas de Coahuila e Hidalgo, gritaron voz en cuello que era el principio del fin de López Obrador. Y, ¿qué pasó? Pues simplemente, meses después, fueron barridos y aplastados, como sapos, en los comicios del 6 de junio de este año.

Ellos no razonan ni se dan cuenta que quien hoy gobierna el país continúa en las preferencias nacionales con un alto porcentaje arriba del 58 por ciento, y que la consulta popular del 1 de agosto, fue sólo un argumento para darle el mate final a los expresidentes, pues ahora más que nunca casi todos los mexicanos tienen en claro que Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto son corruptos que se enriquecieron con los dineros del pueblo.

Ellos son los mismos que hoy festejan haciendo comparaciones de cifras electorales en los últimos dos meses, y tal vez eso los alienta haciéndoles creer en una fugaz caída del régimen. Pero, al final de cuentas, de nada les valió hacer invenciones para confundir a la ciudadanía; de nada les valió desgastarse tanto para ‘limpiar’ el nombre de sus expresidentes bajo el argumento de que son una ‘blanca palomita’, que son limpios, castos y honestos, en fin, en un afán de convertirlos en lo sacrosanto que nunca fueron.

En Tabasco no hay problema alguno en eso de la consulta popular, pues se colocó en la segunda entidad, debajo de Tlaxcala, en mayoría de votantes. Ciertamente reinó el abstencionismo, ante una creciente pandemia que va al alza, pero eso tampoco es asunto para pedir la cabeza del gobernador: fue prácticamente una pregunta al pueblo para ver si quieren o no justicia para México.

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