Días de reflexión

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com
La gente se pegunta: ¿Por qué tres días de veda electoral?… Y los católicos responden: Porque Jesús se propuso levantar el templo de Dios en tres días. Tres días tuvo para resucitar entre los muertos y sus ayunos por lo general tuvieron como mínimo tres días. Por una u otra razón, las 72 horas de reflexión que señala la Ley Electoral, son para analizar las propuestas que realizaron durante la campaña los distintos candidatos, para que al término de esta acudir a votar por quien consideren es la mejor opción.

Recordemos que desde el pasado 4 de abril iniciaron las campañas que culminaron el 2 de (59 días de convencimiento a la gente) para dar inicio a la llamada ‘veda electoral’ con la que se da un espacio y tiempo a la ciudadanía para reflexionar sobre su derecho de sufragio, porque sin ello se camina a ciegas sin lograr nada útil.

¿Qué es la veda electoral?
La veda electoral, de acuerdo con los lineamientos del Instituto Nacional Electoral (INE), es un periodo de tiempo en que obligatoriamente los partidos políticos deberán dejar de realizar campañas electorales y cualquier tipo de acto político con la finalidad de que la ciudadanía pueda reflexionar y de esta forma tener la mejor decisión para ejercer su derecho de sufragio el próximo 6 de junio.

Así pues, se prohíbe: Realizar cualquier tipo de actos políticos por parte de las candidatas y candidatos: cualquier tipo de propaganda electoral y gubernamental; difusión de encuestas o sondeos sobre las y los candidatos en razón de la opinión pública.

Sin embargo –y esto es lo lamentable– los partidos sueltan en este espacio de tiempo a la ‘mapachería’ para accionar el fraude electoral. Ellos van con dinero en mano y se mueven sigilosamente el amparo de la noche; caminan si descanso a deshoras y por la madrugada para entrevistarse con líderes corruptos que están dispuestos a venderle el alma al Diablo, realizando con ello un atentado contra la voluntad popular.

No les interesa la legalidad, imparcialidad, objetividad y autenticidad. Ellos buscan el engaño, manipulación, falsificación y hasta la violencia, con tal de que este o aquel candidato no logre a su objetivo de gobernar al pueblo.

Así pues, como bien dice el refrán: ‘después de la tempestad vuelve la calma’, la población tabasqueña por fin dejó de escuchar el descomunal tiroteo publicitario de 5 mil 664 spots de partidos políticos en cada una de las estaciones de radio y televisión del país, con los que taladraron la mente ciudadana con mentiras y engaños en vías de convencer a la gente a votar por sus candidatos.

Por fin, se acabaron los ruidosos carros de sonido dañando severamente el tímpano de la población. Por fin, también, se acabó la contaminación con tanta basura electoral que dejaron nuestras calles sucias y las alcantarillas tapadas. Aunque la tarde-noche del miércoles, como despedida, blanquiazules y tricolores, danzaron por todo Tabasco con vehículos y sonidos con decibeles elevadísimos, en aras de pensar que con ello van a convencer a la ‘macuanada’.

A partir de este jueves, ¡Aleluya!… se respira paz, tranquilidad y se dio paso a la meditación. Un relax para las familias que durante dos meses habían estado enfrascados en una lucha verbal sin razón y en otras hasta con golpes, a causa de los malditos partidos que sólo sirven para dividirlos.

Pero a partir del domingo, ¡Dios nos libre!… Arderá nuevamente el edén, porque el pueblo se contagiará de odio y el rencor; habrá miles de tabasqueños enfrentados al comprobar que su candidato no logró despuntar en el ánimo de la mayoría. Y volverán las mentiras, el engaño, en fin, las denuncias para que la elección no se gane en las urnas, sino en los tribunales… Es el cuento de nunca acabar. ¡Así es Tabasco y no como lo pintan!.

Ahora sólo queda una opción: Pensar que en la democracia la opinión ciudadana es la que manda; y sobre todo no dejar a otros la decisión del futuro de los pueblos.

Nunca pensar en ‘no ir a votar’ ni dejar tu ‘voto en blanco’, porque con ese desinterés le estás dando la opción a otros de votar por ti; tampoco votar para que políticos te manden, se vota para que las autoridades te tomen en cuenta. Votar es el ejercicio social más importante, y por ello no hay que desdeñarlo, porque de ello depende el rumbo de Tabasco y del país en general.

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