¡El pueblo decidirá por quien!

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com
El futuro de Tabasco y de México se decidirá el próximo domingo 6 de junio. Sólo quedan 3 días de campaña más otros tres de relax para pensar muy bien a quiénes, o cuáles partidos merecerán el voto, qué gobierno municipal y qué clase de legisladores se necesita.

Y analizando esta situación, sentimos que se hace necesario que nos quitemos la venda de los ojos y razonemos nuestra decisión pensando seriamente en alguien que no se compare con ‘Chucho el Roto’, porque en 40 días de promesas y dimes y diretes, hemos escuchado a algunos decir que tal o cual aspirante “sí robó, pero repartió”.

Queremos escoger, a personas que garanticen el bienestar del pueblo, alguien que sí sepa cumplir, que tanga la capacidad y experiencia, pero no para robar, ni para mentir y mucho menos para traicionar, sino para entregar a la colectividad acciones que los beneficie y los rescate sacándola del marasmo en el que se encuentra atorada.

No importa quién o quiénes, pero que sean tabasqueños, o mexicanos, que gocen de fama moral, honestidad y trabajo, que no estén contagiados con la corrupción, que no se llenen los bolsillos con los dineros del pueblo y, por el contrario, que sepan aprovechar los recursos que otorga el gobierno y orientarlos adecuadamente; sin anuncios de obras superfluas que en nada benefician al conglomerado.

Y quizá a ello se deba que esté pensando en voz alta en el pasado. Y cómo no recordar aquellos aciagos momentos de inundación en que potencias extranjeras enviaron a Tabasco un mundo de dinero (40 mil millones de pesos) que, al final de cuentas, sólo sirvió para aumentar el caudal de toda una familia.

Cómo no recordar cuando nos embaucaron con una mugre bicicleta para que continuáramos votando por una cáfila de haraganes que, así como llegaron, se fueron huyendo de la justicia por haber malversado el presupuesto de Tabasco.

Cómo no recordar, con mucho rencor, cuando le dieron en la madre a la vista de nuestro malecón, obra cumbre del gran Carlos Alberto Madrazo, con la justificación de que era para salvar Villahermosa de las inundaciones.

Y lo peor de todo: nos taladra en lo más profundo de nuestro ser las poses de vanidad de un ególatra personaje que hasta escogía las locaciones para que su fotógrafo estrella tomara las imágenes donde, con el agua hasta el trasero, le arrebataba a una señora su menor hijo, simulando ser el salvador de Tabasco, congraciándose como ‘el mesías’ que se sacrificaba por su pueblo, imágenes engañosas que recorrieron el planeta, porque en esos días, nuestro estado estaba en la mirada mundial.

Cómo no recordar también las burlonas carcajadas a la que se unían sus vasallos, los ‘puros’, mientras se llenaban las bolsas de dinero allá en los recovecos de una famosa casa de gobierno, para mofarse de los tabasqueños, a los que engañaron con una bolsa de arroz y frijol con gorgojo. Después aparecería una mínima parte del hurto en cajas de huevo.

Y lo que más rabia me dio, es haber comprobado en forma personal, allá en unas bodegas por el rumbo de Ciudad Industrial, que gran cantidad de productos enviados por muchos países del orbe para ser entregados a la población en desgracia y con el agua hasta el cuello, estaban echados a perder porque nunca fueron entregados a la paisanada.

Por eso prefiero que ese tipo de gentes no deben llegar de nuevo al poder, porque la gente sabe que hizo un gobierno desastroso; él fue el que ordenó la famosa ‘reingeniería administrativa’ que dejó en la calle y sin comer a miles de familias tabasqueñas, austeridad que a sus más allegados no les tocó.

Recuerdo también su famoso Decreto de Austeridad. Tan austero que uno de sus ‘puros’ allegados, tenía sueldo de 120 mil pesos, pero al consolidarse el decreto, fue cambiado a otro sitio donde continuara ‘mamando de la ubre’, en cambio quien lo suplió le tocó bailar con la más fea con un sueldo de 45 mil, es decir, la tercera parte de lo que se ganaba.

Claro, debemos recordar que, en su aprovechado gobierno, él capitalizó todo, todas las revueltas y situaciones que se presentaron. Incluso se rodeó de inútiles que le rendían alabanzas, aquellos que, en la quinta, como marabuntas, se llenaron las bolsas mientras que otros, sin el reconocimiento debido, realizaban labor a ras de suelo.

Y es que estas consecuencias de escoger candidatos maleados, la culpa es de los partidos políticos que, de continuar así, no está lejano el día de que opten por darle poder al narcotráfico o al crimen organizado. Al tiempo con ello.

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