Dos gobiernos saquearon Cobatab

“¡Ya nos saquearon, México no se ha acabado! ¡No nos volverán a saquear!”
José López Portillo

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com
El 1 de septiembre de 1982, en su último informe de gobierno, el presidente José López Portillo y Pacheco pronunció uno de los discursos más amargos e irónicos que asombraron a todo el país; ahí refirió que la pobreza estaba en su apogeo y la banca de capa caída, y sin pensarlo dos veces anunció: “Para responder a esa adversidad, he expedido en consecuencia dos decretos: uno que nacionaliza los bancos privados del país y otro que establece el control generalizado de cambios, no como una política superviviente del más vale tarde que nunca, sino porque hasta ahora se han dado las condiciones críticas que los requieren y justifican. Es ahora o nunca. ¡Ya nos saquearon, México no se ha acabado! ¡No nos volverán a saquear!”.

Bajamos al plano estatal en estos nuevos tiempos, nos encontramos a dos gobiernos que de 2006 al 2018 saquearon a su antojo las arcas estatales: El de Arturo Núñez Jiménez y el de Andrés Rafael Granier Melo. La columna ‘Cosa Pública’ de Víctor Acosta, que estuvo candente esta semana, nos ilustra parte de ello. En ella da a entender que los ex funcionarios del gobierno de Granier y de Núñez, tienen una cola tan grande, pero tan grande, que le darían la vuelta dos veces al óvalo de la Ciudad deportiva: Robo y saqueo a hospitales, ‘negocio redondo’ en la compra de medicamentos y el no ingresar en el ISSET el producto de los descuentos de empleados en dependencias y municipios, que se traduce en el descarado hurto que rebasó los 15 mil millones de pesos.

Ello, aunado a jubilaciones ilícitas de funcionarios nuñistas, como Alonso Jiménez Balcázar, exdirector de Finanzas y Carlos Arturo Morales Pérez, director de Contraloría Interna, entre otros, en la que intervinieron Hilda Santos Padrón, Carlos Arturo Pacheco Durán, Lilia Georgina de la Cruz Arias y Jaime Mier y Terán (este último aceptó públicamente haber dado la ‘ayuda’ de 50 millones de pesos al candidato Arturo Núñez Jiménez).

Pues bien, el contubernio de éstos le costó la cárcel al ex dirigente del Sicobatab, José Ramón Díaz Uribe, por haber denunciado a Mier como ‘ratero de clase mundial’ y tenido la osadía de exigir se aclarara el origen de los 50 ‘melones’; Ahí se vio la mano negra de Pacheco Durán, premiado con el área jurídica del Cobatab, donde hizo tropelía y media, como el de ‘vender’ las demandas con trabajadores. ¿De qué manera?… Muy sencillo: Se negociaba con el demandante, se daban por perdidas, el trabajador ganaba y se quedaban con una buena ‘tajada’.

Y todavía se dieron el lujo de dejar incrustados en el Colegio de Bachilleres a parte de la mafia, es decir, recomendaciones de Mier y Pacheco en puestos claves, como jefaturas de departamento, entre ellos el jefe de Contabilidad y el de Ingresos, así como algunos directores de plantel. Claro, sin menospreciar, algunos saben bien su chamba, pero, otros, se aprovechan del trabajo de la gente de abajo que nunca han tenido oportunidad de ascender.

Ahí están también desaparecidos 50 millones en el fideicomiso FOVICOBATAB, de los que Pacheco y compañía fueron artífices de la demanda contra Banamex para la devolución del dinero que nunca se aclaró si fueron 80 millones o los 48 que ellos aseguran, porque primero ‘endulzaron’ a los trabajadores con una paupérrima cantidad y después tuvieron qué reforzarla con otro poquito más; algunos no aceptaron, pero la mayoría, que tiene necesidades, tuvo qué firmar de recibido junto con una carta en la que se asentaba que con ello finiquitaban toda relación con el fideicomiso en cuestión.

El actual director general del Cobatab, Erasmo Martínez Rodríguez, sabe de esto, porque también a él lo timaron y tiene la obligación de aclarar. Sabemos de sus sanas intenciones por la educación de la juventud tabasqueña, pero el tener a los rescoldos de quienes prácticamente quebraron el subsistema con la complacencia del dúo Granier-Núñez, no es aceptable y lo tienen como vigilado.

No he tenido del conocimiento, pero es casi seguro que aún existan las famosas ‘financieras’ de un socio de Mier y Terán de apellido Castillo, donde timaban a los trabajadores con préstamos a corto plazo con altos intereses que les generaba fuertes ganancias.

Ah, se me olvidaba el asunto del Infonavit, donde, por error, fueron depositados 5 millones de pesos que nunca fueron devueltos. De esto tiene conocimiento el actual candidato priista a la alcaldía de Centla, Nicolás Bellizia Aboaf.

Hay mucha tela de donde cortar en la opulenta vida y descarada corrupción de ambos gobernadores. Aún recordamos los jugosos negocios con Conagua en la compra de terrenos del Tintillo, González y anexas para las famosas ventanas que aún inundan esas comunidades… ¡Verdad chelo!.

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