Guayabazo
Extraño sueño electoral Manuel García Javier guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com Hace unos días soñé que, con la llegada de la primavera, la pasión política se apoderaba de los habitantes ante las elecciones en las que se escogería a los principales cargos de la localidad. En diferentes cafés, semi escondidos a consecuencia de la pandemia de Covid-19, […]
23 de abril de 2021

Extraño sueño electoral

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com
Hace unos días soñé que, con la llegada de la primavera, la pasión política se apoderaba de los habitantes ante las elecciones en las que se escogería a los principales cargos de la localidad. En diferentes cafés, semi escondidos a consecuencia de la pandemia de Covid-19, bullían los comentarios en torno a las preferencias de cada uno o las virtudes o defectos de los candidatos.

En mi repaso nocturno, registré que no existía el dichoso INE, ni los Lorenzo Córdova, ni esa rara especie de depredadores del presupuesto identificados como consejeros electorales y, cosa fantástica, las paredes de las casas, bardas y establecimientos se llenaban de carteles electorales para apoyar a los distintos aspirantes… sólo había una asamblea, formada por cien destacados miembros de la sociedad más prestigiosa del estado.

Los cargos de diputado y edil no estaban remunerados y quienes buscaban el poder tenían suficiente peculio que gastaban con generosidad a favor de la gente, organizando espectáculos teatrales, financiando construcciones o aportando dinero personal al erario público. Además, los gastos de la campaña electoral eran sufragados por el propio candidato.

La campaña solo duraba tres semanas, tiempo en el que los candidatos debían movilizar a su red de clientes, ciudadanos importantes que se movían en su mismo círculo social; además de la gente común como el panadero, el tendero o el soldado que con sus votos podían decidir el resultado de los comicios.

La propaganda electoral era sencilla, en las bardas los comerciantes y la gente colocaban letreros como: “Pido que sea alcalde Manuel”… “Démosle una nueva oportunidad a Andrés”… “convirtamos a Yolanda en la primer alcaldesa constitucional de la comuna”… Y ahí fue donde desperté y me di cuenta que deliraba en las elecciones de la vieja Pompeya del año 79, las últimas que se celebraron antes de la erupción del Vesubio.

Vuelvo a la realidad y me encuentro con que el rumor campea en todos los rincones de la tierra del edén el cual repercute en la moral de la sociedad, porque causa incertidumbre ante los vaticinios de triunfos y derrotas, pero principalmente en base a la cruenta guerra por el poder.

Y es que, cual comparsas carnavalescas, los candidatos hasta se chocan por las calles en sus periplos de la conquista del voto, y ahí es donde de todo se vale, hasta de decir mentiras al pueblo que no creemos sean creíbles.

En Centro, por ejemplo, los tres principales aspirantes a la alcaldía: Manuel Andrade Díaz, Andrés Granier Melo y Yolanda Osuna Huerta, encabezan sendas caminatas por las principales villas, poblados y rancherías, obviamente, seguidos de una runfla de ‘gana gracias’ a sueldo, quienes a lo largo de la gira echan porras al candidato y agitan banderas del partido que los contrata.

En su largo peregrinar, tocan puertas y con la humildad reflejada en su ‘divino’ rostro, suplican, juran y perjuran de rodillas que ahora sí le van a cumplir al pueblo, que no lo volverán a robar y que, si Dios quiere, les volverá a dar sus despensas cuando se inunden. “Mi gobierno sabrá escuchar, atender y resolver los problemas que planteen los ciudadanos… Vemos pasar administraciones municipales y las condiciones de la comunidad no mejoran, por el contrario, empeoran y cada día son más deplorables”, y la incrédula gente se pregunta para sus adentros: ¿Dónde carajos escuché esto?, ¿Quién diablos me lo dijo hace tres años?

Claro que en la lucha por el poder de todo se vale. Pero lo que no se vale es que, mediante el chisme y rumor, ensañen su fobia contra sus oponentes que participan de manera sana escuchando la problemática del pueblo para darle solución en caso de que la mayoría le dé su voto de confianza.

El caso es que los amanuenses de cada uno de los aspirantes sueltan el rumor de hechos no confirmados y ahí es donde esto se vuelve una ‘olla de mondongo’, que inicia desde el murmullo que corre de boca en boca hasta convertirse en parte del mensaje público de la radio, TV y del comentarista de prensa, así como de la manifestación virtual vía internet.

De ello, debemos recordar la lapidaria frase de uno de los candidatos, en el sentido de que ‘en Tabasco, en la mañana te levantan y chisme y en la tarde te lo comprueban’. Porque el rumor, históricamente ha sido el causante de poner y quitar gobiernos; intranquiliza, desabastece mercados, lleva a la quiebra instituciones financieras, derrumba bolsas de valores, encumbra o desbarata reputaciones, personalidades y atributos. También, en épocas de crisis, puede llegar a ser destructivo para la economía y causar daños irreparables.

Por esa razón, en estos 42 días de campaña electoral, los candidatos habrán de ser respetuosos con la gente que, al fin de cuentas, es la que mediante el voto les darán el poder y por eso no prometer lo que no se va a cumplir; atentos y educados con sus oponentes; respetar las reglas de urbanidad y sobre todo la ley electoral. Es todo, léenos en diario Rumbo Nuevo y síguenos en: Facebook y Twitter @GuayabazoGarcia; en www.elmundoinformativo.com, Face: @ElMundoInformativo – Tuit: @ ElMundoInforma1 – Grupo Face: @EL MUNDO INFORMATIVO – YouTube: El Mundo Informativo – Instagram: @el_mundo_informativo_mx. Sean felices.

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