Guayabazo
¡Ay aquellos tiempos del ‘chayo’! “El que pierde el apoyo del pueblo deja de ser rey” (Aristóteles) Manuel García Javier guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com En la víspera de las elecciones de 1965 en Alemania, el segundo canal de la televisión (ZDF) realizó por primera vez una fiesta electoral, que tuvo lugar en la Beethoven Halle de […]
19 de abril de 2021

¡Ay aquellos tiempos del ‘chayo’!

“El que pierde el apoyo del pueblo deja de ser rey”
(Aristóteles)

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com – guayabazo@gmail.com
En la víspera de las elecciones de 1965 en Alemania, el segundo canal de la televisión (ZDF) realizó por primera vez una fiesta electoral, que tuvo lugar en la Beethoven Halle de Bonn. Hubo una cena-baile completamente llena donde se instaló una pequeña tarima con una pizarra. Allí, un notario tenía que abrir dos cartas recibidas dos días antes: una del Instituto Allensbach y otra de EMNID, organizaciones encuestadoras que expusieron sus predicciones sobre el resultado de las elecciones. Por fin se escribió en la pizarra: “Unión Cristianodemócrata-Unión Cristiano social, 49,5%; Partido Socialdemócrata, 38,5% …”. En ese momento entre los cientos de personas estalló un griterío que se convirtió en un rugido atronador. La sala hirvió sintiéndose engañada, y Gerd Bucerius, editor del semanario Die Zeit, cuestionó a los consultores: Mi Instituto Allensbach llevaba meses engañando deliberadamente a la gente, diciéndoles que las elecciones estaban muy igualadas.

El texto de Elisabeth Noelle-Newman en su libro ‘La espiral del silencio’ lo dice todo respecto a la manipulación de la opinión pública en cuanto a las elecciones en todo el mundo. Así sucede en los países supuestamente más demócratas y hasta en el peor rincón tercermundista.

Dice Marshall Mc Luhan que “todo lo natural es toda la comunicación”, por esa razón hasta hace un par de años la sociedad veía a los periodistas como el famoso “cuarto poder”, porque históricamente había influido en la toma de decisiones de quienes detentaban el poder.

‘La espiral del silencio’, refiere a la época cuando todos los medios decían lo mismo. Así se percibía también en México en tiempos de Miguel de la Madrid Hurtado, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, por decir algunos de los últimos. Y en efecto, cuando cambiabas de canal de televisión o radio, todos estaban con la misma noticia; leías un periódico, otro y otro, y todos decían lo mismo, era una información uniforme; quizá por ello la sociedad sentía hartazgo de leer y escuchar lo mismo.

La hipótesis de la ‘Espiral del silencio’, se basa en la idea del miedo al aislamiento social. Su principal preocupación es identificar cómo se forma la opinión pública en el marco de una sociedad que castiga a los individuos que no piensan como la mayoría. Es una especie de censura que se observa a través del control social que de manera natural todos los individuos tienden a reconocer intuitivamente. Era la conveniencia de los gobiernos, aislando a las clases marginadas convirtiéndolas en rehén, porque había miedo y se carecía de diálogo y debate… era una total carencia de consenso social, convirtiéndose –según nuestra opinión– en una amenaza social.

En estos tiempos de campaña, aún podemos observar a actores políticos que afanosamente pretenden utilizar a medios para que permeen en la sociedad como un signo hipnótico y de maquillaje de información para registrar engañosos ratings y ensanchar su ego protagónico en sus discursos, alejándose de toda realidad a lo que expresan los pueblos, sectores sociales y la audiencia que se expresa cotidianamente: es el sentir de la gente que, como producto final de todo esto, es la que al fin y al cabo sale beneficiada.

Es decir, la ‘Espiral del silencio’ continúa haciendo estragos en la sociedad, pues las encuestas engañosas, aún a inicios de campaña, están a la orden del día creando incertidumbre en la gente. Medios que se prestan a la farsa sin dejar que el pueblo se exprese mediante el sagrado vínculo del voto. Y todo porque se les acabó su ‘minita de oro’, es decir, ‘la gallina de los huevos de oro’ esterilizó su ‘ponedera’ y ya no es posible que los vuelva a tener.

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