Guayabazo
Honradez, sobre todas las cosas Manuel García Javier guayabazo@hotmail.com “Estoy pobre porque no he querido robar. Otros me ven desde lo alto de sus carruajes tirados por frisones, pero me ven con vergüenza. Yo los veo desde lo alto de mi honradez y de mi legítimo orgullo. Siempre va más alto el que camina sin […]
21 de febrero de 2020

Honradez, sobre todas las cosas

Manuel García Javier
guayabazo@hotmail.com
“Estoy pobre porque no he querido robar. Otros me ven desde lo alto de sus carruajes tirados por frisones, pero me ven con vergüenza. Yo los veo desde lo alto de mi honradez y de mi legítimo orgullo. Siempre va más alto el que camina sin remordimientos y sin manchas”.

La frase acuñada por el periodista nacido en Tixtla Guerrero, padre del normalismo nacional, Ignacio Manuel Altamirano Basilio y distribuida en las redes sociales con motivo del 186 aniversario de su muerte, nos hace recordar que el llamado ‘Nigromante’ fue un consumado liberal radical que combatió con la espada en los campos de batalla en favor de la política, la cultura, la ciencia y la educación, además de trabajar incansablemente en la creación de instituciones.

En verdad, estas palabras no pierden vigencia a pesar de que fueron escritas por Altamirano a finales del año 1,800. En la actualidad, vemos a políticos ladrones carentes de pudor que huyen al extranjero para evadir la justicia después de haber saqueado al pueblo; algunos de ellos han caído y medio juzgados, porque, eso sí, son vivales que utilizan ‘el poderoso caballero que es don dinero’ para comprar a las autoridades de este país, cuna de la corrupción.

En tierras chocas, no se cantan mal las rancheras y vemos a políticos inescrupulosos convertidos en la antítesis del ‘Nigromante’, pues no han querido dejar de robar. Son personajes que desde costosísimos vehículos observan de reojo al pobre y rinden pleitesía al rico. Así pues, tenemos a alcaldes que, contrarios a la política de austeridad republicana instrumentada del jefe de la Nación, hoy están convertidos en derrochadores, cerrándole el pico, tapándole los ojos y taponeándole los oídos a medios con millonadas de pesos para que no digan nada de lo que sucede en sus respectivos ayuntamientos.

Nos apena leer en medios, donde documentan, comprueban y sacan a la luz pública el pago de compensaciones y bonos de fatiga. Ahí tenemos al secretario de Gobierno, Marcos Rosendo Medina Filigrana, cobrando el pasado fin de año, 307 mil 578 más 137 mil 942 pesos, como pago adicional al salario y aguinaldo; y a la secretaria de Cultura, Yolanda Osuna Huerta, que recibió un total de 277 mil 886, más 35 mil 185 pesos de aguinaldo y una compensación por desempeño de 78 mil 397 pesos ¡Qué cara nos sale la política y la cultura en Tabasco!.

Nos avergüenza tener ex rectores de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, como José Manuel Piña Gutiérrez, que han dilapidado los dineros para la educación superior y heredado cuantiosas deudas a quien lo suplió. Y lo más triste es que, no obstante que obtuvo doctorado en Administración en una institución ‘patito’ como la Western University de Estados Unidos, sólo aprendió mañas, pues la máxima casa de estudios está a punto de que sus cuentas sean embargadas por el SAT, porque el ilustre señor ‘don patito’ evadió el IVA e ISR por un monto de 620 millones de pesos.

Y claro, cómo iba a pagar si esto es producto de la llamada ‘Estafa Maestra’ en la que está metido, precisamente cuando 11 dependencias federales ingresaron importantes cantidades a universidades del país. Se habla de 186 empresas ‘fantasmas’ subcontratadas para perpetrar el robo más descarado del presente siglo. Así pues, se desaparecieron 3 mil 433 millones de pesos de contratos ilegales de un total de 7 mil 670 mdp. Al menos la UJAT debe responder por 5 contratos realizados con Pemex Exploración y Producción (PEP) en 2013 y 2014 con monto de 128 millones 23 mil 605 pesos de comisión.

Ahora bien, el actual rector, Guillermo Narváez Osorio, no es tan tonto como para cargar con el ‘petate del muerto’ y, por tanto, está obligado a aportar información fidedigna a las autoridades respecto al comportamiento del ex rector José Manuel Piña Gutiérrez, quien alega que no se pagó el impuesto porque esos dineros estaban en controversia. ¡Habrase visto tanta burrada!.

Ciertamente, el Servicio de Administración Tributaria tiene que actuar contra la dependencia defraudadora, pero quien dirigió la UJAT e hizo mal uso de los dineros universitarios, debe ser obligado a cumplir la ley y pagar la evasión fiscal que debió prever. Recordemos que uno de los principales principios de la Cuarta Transformación instaurada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, es el de acabar con la corrupción en el país, y qué mejor que empezar por casa.

Son muchos los funcionarios incumplidos y tanto el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández como el propio jefe del Ejecutivo Federal, deberían actuar en consecuencia. Quizá valdría la pena colocar en cada oficina con letras grandes la frase que para la posteridad dejó Ignacio Manuel Altamirano, para que a cada momento los servidores públicos la lean, antes de que cometan alguna barbaridad de la que después se puedan arrepentir. Es todo, nos leemos en la próxima.

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