A las cinco con veinte minutos descendió del transporte que lo dejo en la esquina de 27 de Febrero y Pedro C. Colorado, justo a la un costado de la emblemática escuela Rafael Concha Linares. Para eso momento la gente estaba arremolinada en la calle y cuando vio la camioneta de Gaudiano se fueron encima queriéndolo saludar, abrazarlo e incluso Doña Mary, una señora de cincuenta años, trató de levantarlo en hombros pero no pudo. Por su parte Gerardo Gaudiano feliz, contento, alegre, con una sonrisa que le iluminaba todo el rostro y apena y podía caminar de tanta gente que había.

Eduardo Salinas Pérez
Rumbo Nuevo
La mañana nublada y con ligera briza, anunciaba un día pesado para el candidato Gerardo Gaudiano, quien desde muy temprano, había platicado con los integrantes de la Canadevi. La cita para visitar casa por casa a los habitantes del fraccionamiento Bicentenario esta citada a la diez de la mañana pero ya desde las nueves la gente empezó a juntarse a la salida de sus casas.
Con la lluvia cayendo a plomo, sin protocolo y con una gran sonrisa iluminándole el rostro, Gerardo Gaudiano camino, efectivamente, casa por casa, saludando mano a mano a los habitantes del fraccionamiento. Las señoras, las más entusiastas de todas, interrumpían a cada rato, pero no le pedían nada, tan solo la foto, un recuerdo para demostrar a los vecinos que ahí estuvo Gerardo Gaudiano, el nieto del ex gobernador Don Leandro Rovirosa. “Eso es todo Gerardo, regálanos una foto”….