Jorge Núñez
jorgenunez63@hotmail.com
A propósito del apoyo público dado ayer por el diputado federal y representante estatal de Alternativa Democrática Nacional, ADN, Juan Manuel Fócil, hacia la continuidad de Candelario Pérez Alvarado en la dirigencia estatal del PRD, me permito transcribir mi columna publicada el 23 de septiembre. En ella confirme, por adelantado, la designación de Pérez Alvarado como nuevo líder del sol azteca para el periodo estatutario de cuatro años.
Por considerarlo de interés periodístico para mis lectores, la publico a continuación:
“Los Chuchos quieren evitar que la sangre llegue al río en Tabasco cuando, el 19 de octubre, se vote por la renovación de la dirigencia estatal. De la mano del diputado federal Juan Manuel Fócil, ganador de la elección interna para renovar el Consejo Político, Jesús Ortega y Jesús Zambrano están trabajando en algo que ahora parece imposible: lograr una alternancia de terciopelo.
Hasta ahora se han apuntado Pablo Rodríguez Bonfil, de Nueva Izquierda; Auldárico Hernández Gerónimo, de los Fundadores; Agustín Silva, del grupo Los Silva; Elsy Lidia Izquierdo, del Foro Nuevo Sol; Jesús Selván, de Patria Digna Democracia Social, que encabeza Juan José Martínez; Bernardo Barradas y Candelario Pérez Alvarado, de Alternativa Democrática Nacional, a cuyo frente está Juan Manuel Fócil. También está Héctor Peralta Grappin, alcalde de Comalcalco, de Vanguardia Progresista.
Y bien. Juan Manuel Fócil ha logrado convencer a los Chuchos de que la mejor opción es Candelario Pérez Alvarado, el actual encargado del despacho que llegó hace un año a esta responsabilidad tras la renuncia de Roberto Romero del Valle.
Las explicaciones de Fócil radican en que Pérez Alvarado tiene la ventaja de no ser originario de Tabasco, y por lo tanto carece de fuertes compromisos con las tribus locales, claro, a excepción de la suya que es ADN. Fócil ha hablado maravillas del papel conciliador que ha desempeñado como encargado de despacho, capoteando los temporales y haciendo gala de una buena mano izquierda.
Los Chuchos han escuchado los argumentos de Fócil, pero han tenido el cuidado de no tomar una decisión unilateral. Si bien Jesús Zambrano dejará su cargo de líder nacional en las próximas semanas, aún tendrá un papel protagónico en el cambio de la dirigencia tabasqueña.
De allí que haya respirado tranquilo al saber que el gobernador de Tabasco esté a favor de tomar la mejor decisión en favor del partido, sin intervenir en favor de cualquiera de las partes.
El reto siguiente para los Chuchos es convencer de ello al resto de las tribus, particularmente a la de Patria Digna Democracia Social, encabezada por Juan José Martínez, que ha declarado la guerra a los focilistas.
Jesús Zambrano ha establecido ya contacto con el subsecretario de Obras Públicas del Gobierno de Tabasco, a fin de apaciguar las aguas y evitar más rupturas internas.
Aunque la decisión del CEN ya está tomada en favor de darle continuidad a Candelario Pérez Alvarado, nadie en el partido garantiza que esto sea sinónimo de unidad entre el perredismo tabasqueño”.
Hasta aquí mi columna titulada “Pérez Alvarado, el elegido del CEN perredista”, y que cobra nueva actualidad ante los hechos recientes.
Siguen pláticas PAN-PRD
Una de las responsabilidades asumidas por el nuevo dirigente del PAN tabasqueño, Julio César González Aguirre, a propósito de la salida de Jorge Ávalos Ramón en busca de una diputación local, es continuar las pláticas para aterrizar la alianza con el PRD. Ávalos Ramón las dejó muy avanzadas, pero las reuniones con Candelario Pérez Alvarado han continuado en los últimos días. En el plano nacional, los dirigentes del PAN y del PRD, Ricardo Anaya Cortés y Carlos Navarrete, se reunirán en los próximos días con sus pares estatales de Tabasco a fin de profundizar en el tema. La coalición PRD-PAN busca un equilibrio en el reparto de posiciones, y aunque el Sol Azteca lleva mano por ser la primera fuerza política estatal, el blanquiazul busca evitar el avasallamiento en la repartición de las candidaturas.
