Deja de existir en la Ciudad de México a los 84 años de edad, la destacada artista que se presentó en los principales escenarios del mundo, mejor conocida como «La bailarina de los pies alados»
Redacción
Rumbo Nuevo
Este domingo 09 de diciembre falleció en la Ciudad de México, a los 84 años de edad la decana bailarina y actriz tabasqueña Gloria Mestre Rodríguez, quien hace un mes de visita en su ciudad natal recibiera el “Premio Nacional Mallinali” que otorga la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), en reconocimiento a sus más de 60 años dedicados al arte y la cultura.
Gloria Mestre Rodríguez nació en Villahermosa, Tabasco, el 28 de julio de 1928. Fue hija de doña Carmen Rodríguez López y el médico cirujano Manuel Mestre Ghigliazza, primer gobernador maderista de Tabasco. Fue bailarina, maestra, coreógrafa y actriz.
Al inicio de su carrera asistió a clases de danza en la Academia Alma Mexicana, gracias a su madre, quien descubrió sus dotes para el baile. Después en la secundaria y en la Escuela Nacional de Danza, es que transformó su vida. Comenzó sus estudios con Tessy Marcué, Enrique Vela Quintero y Nellie Campobello. En 1947 se graduó en la Escuela Nacional de Danza.
Fue discípula de los maestros Martha Graham, Bronislava Nijinska y David Lichinne. Al prepararse la primera temporada del Ballet de la Ciudad de México fue seleccionada como aspirante a bailarina del coro de ballet. Luego de su graduación como maestra normalista, fue en Bellas Artes donde ganó su primer sueldo a los 15 años como comparsa en la ópera Carmen. Ahí tomó clases con la maestra Gloria Campobello.
En 1943, el presidente Manuel Avila Camacho la vio bailar en Bellas Artes y empezó su ascenso y sus giras por el país. Con su esposo, José Silva, continuó su preparación en danza moderna en el Ballet de Walden y debutó en 1945 en el Ballet Masas Siembra, en Bellas Artes.
Inicia gira en el país
Después de haber sido aceptada en el Original Ballet Ruso, en 1946 inició una gira por las principales ciudades de la República, que continuó en La Habana, Brasil y Estados Unidos, hasta 1947. Siguieron París y Tokio, donde se percató de su embarazo. Retornó a México, donde fundó la Academia de la Danza Mexicana, de la Asociación Nacional de Actores (ANDA). En agosto de 1947 nació su hija Glorialinda, quien años más tarde la acompañó en sus giras y se integró al trabajo como bailarina y modelo profesional. Como Artista Huésped estuvo en la Compañía de Catherine Dunham, con la que conoció los principales teatros de Europa. Llegó a ser Prima Ballerina Assoluta del San Carlo Opera House, de Nápoles, por varias temporadas anuales, actividad que combinó como Primera Vedette del Casino de París y Follies Bergere, también de la capital francesa.
En 1948 inició una prolífica carrera cinematográfica en México y en otros países de América y Europa, además de seguir con sus presentaciones de ballet y de danza moderna. En la década de 1949 a 1959 incursionó con éxito en el teatro de revista en el Teatro Follies, en Garibaldi; trabajó en el cine con Tin Tan; fue pionera de la televisión mexicana en 1950 y estuvo al aire con tres programas a la semana durante diez años consecutivos.
Se internacionaliza y llega a Europa
Se presentó con éxito en Dinamarca, Suecia y Holanda. Fue residente en Europa en los años sesenta, presentándose en Roma, Nápoles, Marsella, París, el Teatro de la Opera San Carlo di Napoli y otros escenarios, donde también participó en diversos filmes. Posteriormente debutó en una revista musical estrenada en Québec, Canadá.
Regresó en 1960 a París, donde participó en la cinta Soir de París y luego en la película inglesa Fox hole in Cairo, cuyo estreno presenció la Reina Isabel II de Inglaterra. En México se exhibió como La espía de Rommel.
Participó también en la película italiana El príncipe Fausto y yo; trabajó de vedette estrella en Nápoles por más de un año en centros nocturnos y luego en el Casino de París y el Follies Bergére; posteriormente en el Deutschllandhallen de Berlín occidental en una compañía de casi cien artistas. También en Atenas.
Con la misma compañía viajó a Montreal. Acompañada por su hija Glorialinda, se trasladó a Europa, donde se acompañaron en el trabajo; ésta última en el modelaje. En Roma filmaron Il mondo di notte. Trabajaron en el Casino de París, el Music Hall de París y el Moulin Rouge. Ciudadana del mundo, se presentó también en Beirut, Líbano y otros escenarios de Medio Oriente.
Abrió sendero en el teatro mexicano, porque introdujo el sistema de cooperativas y produjo la obra Milagro en el mercado viejo. El dramaturgo mexicano Luis G. Basurto le dirigió en sus obras Con la frente en el polvo y Asesinato de una conciencia”. Asimismo participó en la pieza teatral Los de abajo, basada en la novela del mismo nombre del escritor mexicano Mariano Azuela. El dramaturgo Tomás Urtusástegui escribió para ella un personaje especial en su obra Danzón dedicado a, como una forma sui géneris de hacerle un reconocimiento por una vida de entrega al arte escénico.
La artista recibió en vida los sobrenombres de «La bailarina de los pies alados», «La diosa de la danza», «Musa que baila como ángel, pero con el diablo en el cuerpo», «Una ráfaga de viento que cuando baila rompe el aire», «La Terpsícore viviente» y «Musa inmarcesible de la danza”.
En 2006, para celebrar sus más de 60 años en la danza, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Gobierno del Estado de Tabasco a través de la entonces Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte (Secured), editaron el libro de memorias “Senderos de Gloria”, mismo que fue presentado en la ciudad de Villahermosa y la capital del país.
El pasado 12 de noviembre y en el marco de la Feria Universitaria del Libro 2012 que organiza la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, la decana bailarina recibió el Premio Nacional Malinalli, en reconocimiento a su labor como promotora del arte y la cultura a nivel mundial.
