José David Sánchez Plaza
sanpladave1959@hotmail.com
A partir de hoy, estaremos a seis días que se cumpla un tercio del segundo año de la administración del gobernador Arturo Núñez. Y en dos meses más, se estará cumpliendo, una cuarta parte del sexenio Nuñista. Es decir ya un año y seis meses de que dio inicio del autollamado gobierno del cambio.

Desde antes de la elección del 2012, la sociedad tabasqueña demandaba que se terminara la administración del químico Andrés Granier. Era permanente el reclamo de la sociedad porque en Tabasco se lograra la alternancia en el gobierno, pedían el cambio.

La administración del químico Granier, fue “un sexenio perdido”. No se diga el último mes, en donde se vivió una crisis gubernamental. Fueron días complicados para algunas secretarias.

Después de las elecciones del 2012, la gente pensó, confió y estaba segura que se iban a componer las cosas. Que con la trayectoria, experiencia y capacidad del gobernador Arturo Núñez, las cosas iban a mejorar y cambiar.

Cuantas veces no se habló de la trayectoria, capacidad y experiencia del gobernador Arturo Núñez. De manera permanente se recordó su paso por la subsecretaria de la Secretaria de Gobernación, su cargo en la dirección general del INFONAVIT, su liderazgo en la Cámara de diputados del Congreso de la Unión, en donde por primera vez, el PRI no logró la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, su trabajo como director del IFE y su paso por el Senado de la República, en donde se le rindió un amplio aplauso una vez que solicitó licencia para ser postulado a la candidatura al gobierno de Tabasco.

En sus discursos, de manera frecuente, el gobernador Núñez se refiere a la amistad y relación que tiene y sostiene con altos funcionarios de la administración federal y con gobernadores.

En su primer año de administración, se habló mucho de las condiciones en que le dejaron las finanzas estatales, del supuesto saqueo que hicieron ex funcionarios granieristas.

Conforme pasan los días, hay un desencanto de la sociedad. Ha habido gente que ha llegado de decir “que estábamos mejor, cuando la situación era peor”.

A unos días en que se cumpliera el primer año de la administración nuñista, se dijo que ya era tiempo que se concluyera con “la curva de aprendizaje” y que a partir de los primeros días del 2014 las cosas deberían de cambiar y mejorar.

El propio gobernador, Núñez en su primera reunión de gabinete en los primeros días del 2014, advirtió que no daría la cara por ninguno de sus colaboradores y quienes actuaran de manera irregular se tendrían que ir.

Antes que concluyera el primer año de Gobierno, políticos de toda índole y representantes populares, pidieron que el gobernador Arturo Núñez diera un “golpe de timón”. Se demandó el cambio de los titulares de las secretarias de Educación, Salud y Seguridad Pública, principalmente.

Los cambios se dieron en la secretaria de administración, en donde el gobernador Núñez ubicó a una persona de su entera confianza, nombró a una nueva titular en la Contraloría e hizo enroques en Salud e INVITAB.

¿El gobernador Núñez estará seguro que la sociedad está conforme con su desempeño? ¿Será que si se hace una encuesta en éste momento, el grado de popularidad será el mismo con el que ganó la elección del 2012? ¿Será que continuará con sus mismos colaboradores en lo que llegan los tiempos de las definiciones para la postulación de candidatos para la elección del 2015?.

Es tiempo que el gobernador Núñez haga un examen de contrición y evalué que quienes lo acompañan en su gabinete si han cumplido con la responsabilidad que les otorgó y si los proyectos y metas que se fijaron se han alcanzado.

La curva de aprendizaje concluyó. Los argumentos del inicio de la administración ya no tienen validez porque la gente voto por un cambio y hasta el momento en los hechos no se refleja.

Lo sobresaliente
Un nuevo presunto caso de negligencia médica se registró el pasado martes en el Hospital de la Mujer, debido a que por una supuesta irregularidad, la joven Nancy López, de 18 años de edad, perdió a su bebe. La directora del nosocomio, María Teresa Hernández Marín sostiene que no hubo ninguna irregularidad en la atención de la paciente. Sin embargo será necesario que la Comisión Estatal de Arbitraje Médico de manera imparcial haga las investigaciones para deslindar responsabilidades y sancionar a quién o quienes resulten responsables, si es que los hay.