Evocar viejos tiempos
 “la civilidad puede comprenderse como lo opuesto a rudeza, brutalidad, fiereza y similares”. Iván Aguirre Aguilar Evocar viejos tiempos –políticamente hablando- nos obliga a remontarnos a ese pasado reciente aquí en Tabasco, cuando, las huestes de la entonces oposición, exigía “a chaleco”  porque el mandatario el turno, acudiese personalmente al Congreso del Estado para entregar […]
10 de noviembre de 2014
  •  “la civilidad puede comprenderse como lo opuesto a rudeza, brutalidad, fiereza y similares”.

Iván Aguirre Aguilar

Evocar viejos tiempos –políticamente hablando- nos obliga a remontarnos a ese pasado reciente aquí en Tabasco, cuando, las huestes de la entonces oposición, exigía “a chaleco”  porque el mandatario el turno, acudiese personalmente al Congreso del Estado para entregar formal y oficialmente el Informe sobre el Estado que guardaba la entidad en su momento.
No  obstante que la Constitución Local permitía (permite) que lo envíe a la Cámara de Diputados mediante la representación del Secretario de Gobierno, los perredistas, intransigentes a más no poder, causaban desmanes y escenas nada aprobables por la sociedad.
Hoy, el mirar una imagen en la que, todas las fuerzas políticas representadas en el recinto cameral asistieron, en un acto realmente republicano, a la citada entrega por parte del llamado “segundo de a bordo” es, una clara respuesta a que, en el caso particular del Partido Revolucionario Institucional, muestra que, la civilidad y la sana convivencia en pro de contribuir a un mejor Estado, es, la premisa por parte del ente partidista que hoy en día es, la oposición en la Cámara de Diputados.
Independientemente del escrutinio popular respecto a lo que se ha hecho o se ha  dejado de hacer, la postura priista es destacable porque, se aleja, por mucho, de aquellas prácticas que en nada abonaban a ese espíritu plasmado, de entrada en La Carta Magna que nos rige a todos los mexicanos y que, reza a todas luces, ese enorme deseo de procurar sumar esfuerzos en pro de un fin común, que en éste caso es, la prosperidad y el desarrollo del pedazo de México que nos vio nacer.
Propuestas para agilizar trámites diversos:
Para dejar de pretextar “que si el software” que si “el fenómeno del niño afecta los servicios públicos” ahí van varias propuestas para mejorar considerablemente en la prestación de los distintos servicios para la sociedad tabasqueña.
De entrada, para evitar esas largas filas para la obtención o renovación de la licencia de conducir, a la Dirección de la Policía Estatal de Caminos le sugerimos adoptar programas que se vienen aplicando en ciudades canadienses, en donde, dichos servicios son pagados en tiendas de autoservicio y que lo único que debe hacer el contribuyente es, asistir a los centros creados exprofeso para cada trámite a tomarse la foto, presentar el examen correspondiente o entregar la documentación requerida.
Con ello, la autoridad en la materia, estaría “acortando tiempos” para beneficio de la población que, a decir verdad, hoy en día, se queja constantemente por lo tortuoso que resulta el acudir a las oficinas en las que se hacen ese tipo de trámites.
De igual modo, para solicitar una copia certificada del acta de nacimiento o defunción, por citar, utilizar esquemas como los de las maquinas que ya existían, adquiriéndolas el Gobierno del Estado.
Es obvio que, como todo inicio, implicará erogación para la administración estatal pero, con la cantidad de personas que lo solicitan se irá pagando poco a poco.
Las excusas son muchas. Las soluciones ahí están.
-De reojo-
Crimen de Estado de Guerrero. Esa es realmente la frase que debe leerse. Lejos de emitir comentarios temerarios, lo cierto es que, las pesquisas; las declaraciones de los implicados en dicho hecho lamentable indican a todas luces que, se perpetró en el entorno local. No pretender confundir a la sociedad o buscar “cuajar raja política” de algo que, a cómo van surgiendo los resultados señala que las cosas fueron fraguadas desde ordenes locales. De eso es lo que debe hablarse. Por supuesto que, de ser ciertas la versión de que fueron incinerados, nos sumamos a ese repudio popular.  En qué cabeza cabe el que, como mexicano o tabasqueño bien nacido no nos angustie la incertidumbre y la impotencia. . . . .Mi corazón está lleno de gozo al saberme debidamente informado de la realidad de mi pueblo. . .

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