A partir de 40 años de edad, además de la autoexploración de mama, debe realizarse  anualmente una mastografía al año

REDACCIÓN
RUMBO NUEVO
Evitar la obesidad y el tabaquismo, así como consumir mayoritariamente verduras, vegetales y hacer ejercicio físico, ayudan a disminuir el riesgo de sufrir cáncer de mama.
Para su detección temprana es indispensable que a partir de los 20 años de edad se realice la autoexploración se senos y al notar o sentir cualquier anomalía en el tejido, acudir con el médico familiar.
Así lo informó el doctor Alberto Portillo Escotto del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Tabasco, quien explicó que el riesgo que tienen las mujeres obesas se debe a que la grasa corporal causa alteraciones en la circulación y en el metabolismo lo cual hace que los estrógenos sean más activos, y se favorece la proliferación de conductos y células que a la larga provocan la aparición de tumores.
Mencionó que  otra medida de prevención,  es que a partir de 40 años de edad, además de la autoexploración de mama, se realice anualmente una mastografía al año, para contribuir a una detección temprana, ya que ocho de cada diez muertes por cáncer en senos suceden en mujeres mayores de los 60 años.
Para identificar este tipo de cáncer de mama de forma oportuna es necesario que la mujer sepa en qué consiste esta enfermedad y cómo detectarla, y que conozca muy bien sus senos, a fin de identificar cualquier cambio en su estructura.
Al igual de lo que sucede con muchos otros tipos de cáncer, no se tiene síntomas durante sus etapas iniciales, después de tres a cinco años de haber iniciado, es posible la presencia de un tumor, en forma de una “bolita”, generalmente indolora que se puede sentir en el pecho.
Destacó que a veces la piel se pone áspera, con enrojecimiento, endurecimiento, incluso con retracción –hundimiento- del pezón, y se pueden formar manchas de piel de diferentes tonalidades.
El especialista del IMSS, precisó que los casos de cáncer de mama que se diagnostican tempranamente, la curación se logra en casi la mayoría de ellas; en otros casos se diagnóstica en fase dos o tres, o sea cuando el tumor mide de dos a tres centímetros y ya invadió todas, o parte de la axila, situación en la que la sobrevida no rebasa los diez años.
Y el veinte por ciento restantes se detecta en etapa cuatro, cuando ya se diseminó a varios órganos, principalmente el hígado, pulmones y cerebro, e incluso los huesos.
Puntualizó que falta mucho por hacer, pues aún con las campañas de prevención que se realizan para que haya una detección oportuna mediante la autoexploración de mamas cada mes, el mayor porcentaje de pacientes se siguen atendiendo en fases avanzadas.