Entre felicidad y emoción por conocer sus escuelas, pero sin portar el uniforme, cientos de estudiantes regresaron a las clases presenciales en varios planteles de la Ciudad de México, donde incluso algunos fueron recibidos por sus maestros con bolsas de dulces.
En la alcaldía Iztacalco, los padres, madres de familia y estudiantes de la escuela Ignacio Zaragoza comenzaron a formarse para ingresar en punto de las 08:00 horas, aunque fue difícil mantener la sana distancia, debido a la revisión de papelería y de la carta de consentimiento.
No obstante, los estudiantes se mostraron emocionados de regresar a las aulas, algunos de ellos portando el uniforme y otros usando ropa informal, mientras que otros más cargaban mochila y otros sólo llevaron un cuaderno y lápiz en la mano o una bolsa.
En el filtro de entrada, los docentes tomaban la temperatura a los estudiantes y les daban gel sanitizante, así como una bolsa de dulces a manera de recibimiento.
«Ya era necesario que regresaran, me siento tranquilo, sé que estará bien», manifestó José de Agustín, padre de familia, mientras acomodaba el cubrebocas a su hijo que cursa tercer año. Uno de los estudiantes es Raúl, quien cursa el tercer grado y fue el primero en llegar al plantel, pues aseguró que incluso no durmió anoche pensando en que hoy volvería a clases.
Ciudad de México
Agencias