España aplasta a Liechtenstein
Con un marcador de 8 – 0, la selección española empieza con pie derecho su camino a la copa del Mundo de Rusia Madrid, España Agencias La selección española inició su camino al Mundial de Rusia con una exhibición goleadora en una segunda parte impecable, en la que marcó siete de sus ocho tantos en […]
6 de septiembre de 2016

Con un marcador de 8 – 0, la selección española empieza con pie derecho su camino a la copa del Mundo de Rusia

Madrid, España
Agencias
La selección española inició su camino al Mundial de Rusia con una exhibición goleadora en una segunda parte impecable, en la que marcó siete de sus ocho tantos en la mayor goleada de su historia ante Liechtenstein (8-0), la noche que Diego Costa puso fin al debate en torno a su falta de gol con la Roja.
El primer partido oficial de Julen Lopetegui extendió la ilusión del debut frente a Bélgica. España pasó del atasco a la brillantez, de la falta de pegada a un recital goleador gracias a un movimiento táctico con un cambio en el descanso. La entrada de Nolito y el desborde por las dos bandas fueron decisivos en un encuentro que deja una apasionante lucha por la posición de delantero centro.
El partido esperado por todos no tuvo una buena lectura de España en el primer acto. Solo dos tiros a puerta no plasmaron en el marcador su dominio total. Faltaron buenas lecturas en los últimos metros, una mejor elaboración de las jugadas y remate, sobre todo remate.
Lo puso Diego Costa cuando nació el duelo y apenas se cumplían diez minutos. Tocaba España sin la profundidad necesaria para encontrar espacios en el muro construido por Liechtenstein y la atención estaba en el comportamiento de la afición de León con Gerard Piqué.
En el Reino de León se inició una moda de poco sentido con los silbidos a uno de sus jugadores. Los aplausos se impusieron meses después tras una Eurocopa en la que el central terminó de ganar adeptos por su compromiso.
La primera llegada de España fue gol. Un centro de la falta lateral medido de Koke encontró el preciso remate de cabeza de Diego Costa. En la ocasión en la que menos tuvo que pensar rompió su maldición. Su segundo gol con la Roja, de cabeza cruzado, arriba, imparable para Jehle. El primero fue hace casi dos años en un barullo en el área. El día que se quite la ansiedad será temible. Y va camino tras al fin brillar en Bruselas.
El tanto no desató el vendaval esperado de España, que sin apuros atrás y con un saque de esquina en contra como mayor peligro, no encontró la pausa necesaria en los metros decisivos. Vitolo era el único que brillaba en lo que pedía el partido. Abrir el campo, desbordar por las bandas y buscar centros con peligro.
Diego Costa seguía buscando goles que mejoren sus estadísticas y era Koke el que acariciaba el gol en una acción de córner ensayada. Recibió solo en la frontal del área y su disparo lo sacó Polverino, con Vitolo cazando un balón muerto pero encontrándose con la estirada del portero rival.

Lluvia de goles
Fue la única ocasión en la que una España previsible culminaba sus acciones. Exceso de toques en los últimos metros justificaban la seriedad de Lopetegui en el banquillo, que meditaba retoques.

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