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Torruco y el oficio político Juan Ochoa Vidal juanochoavidal@gmail.com A 207 millones de pesos ascendió el monto de deudas que la administración municipal de Huimanguillo recibió el 5 de octubre. Ese dinero se ha estado pagando y disminuyó el margen de maniobra del alcalde José del Carmen Torruco Jiménez. No obstante, con medidas de austeridad […]
13 de agosto de 2019

Torruco y el oficio político

Juan Ochoa Vidal
juanochoavidal@gmail.com
A 207 millones de pesos ascendió el monto de deudas que la administración municipal de Huimanguillo recibió el 5 de octubre. Ese dinero se ha estado pagando y disminuyó el margen de maniobra del alcalde José del Carmen Torruco Jiménez.

No obstante, con medidas de austeridad y adecuada gestión, la mayor parte de lo que se debía ya se cubrió, sin que ello se haya traducido en parálisis gubernamental.

En condiciones así, ¿cómo se pudo dar la cara ante las demandas de la población, incluidos los prioritarios servicios municipales y el emprendimiento de bastante más de un centenar de obras, principalmente en comunidades?

De entrada, para obtener buenos resultados se requiere dedicación de tiempo completo, gestión de recursos; eventualmente destrabar aspectos de normatividad para la aplicación de presupuesto federal, pero sobre todo trabajar bajo la premisa de que hablando se entiende la gente.

El pasado viernes, el alcalde acompañado por sus directores y por varios regidores, tuvo audiencias con delegados comunitarios y ciudadanos en Villa Estación Chontalpa. Los martes hay audiencia en Palacio Municipal y hay personas que incluso van a platicar con Carmito en su domicilio.

No es un hombre de vicios o que se distraiga. No anda rodeado de guaruras que impidan que se le acerque la gente. Asimismo, bien podría decirse que a sus colaboradores los respeta y deja en libertad para que den buenos resultados, pero al mismo tiempo los trae con mecate corto.

Este lunes vimos y escuchamos a través de Facebook Live la transmisión en vivo de un diálogo que tuvo con los elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, acompañado por el titular del área.

Dijo que se tiene ya a una policía distinta a la que encontró hace poco más de diez meses. “Veo más orden, más disciplina y más entrega de sus elementos al servicio de la sociedad. Eso habla bien, habla bien de su persona, pero también de la corporación”, les expresó.

“Ustedes lo han vivido, no necesito decírselos. Con todas las actividades que realizan: los aseguramientos, los eventos, cosas que la ciudadanía por mi conducto les agradece.

“Todos ustedes -indicó el alcalde- están enterados de la situación en que recibimos el ayuntamiento. Para resumirlo, fueron 207 millones de pesos de deudas que recibimos y tenemos que estar pagando. Ello nos ha restringido, de alguna manera, la disponibilidad para hacer algunas cosas que teníamos pensado en esta corporación, que las vamos a tener que realizar el año que viene.

“Queremos una policía con todo lo que necesita para hacer bien su trabajo; bien preparada. Ya tenemos nuestros radios. El próximo año yo espero que ya contemos con las videocámaras en la cabecera municipal, para que podamos estar combatiendo de mejor manera a la delincuencia”.

Acto seguido, explicó a los agentes el porqué no han llegado uniformes nuevos y adelantó que pronto los tendrán, en virtud de que ya hay una empresa que ganó la licitación respectiva, la cual se hizo no bajo el criterio de irse por lo más barato sino privilegiando la calidad.

Comentó que en principio solo tres municipios habían obtenido acceso a recursos federales para ese concepto, sin que se incluyera a Huimanguillo, pero fructificó la gestión del gobernador y de los alcaldes. Entonces surgió otra traba: una cláusula del convenio establecía que la compra tenía que hacerse a nivel nacional.

Eran compras consolidadas. O sea que los uniformes de nuestra policía los iban a comprar al mismo tiempo que los de todo el país. Eso, sin duda, nos iba a traer mucho problema, porque no sabíamos para cuándo y, además, ¿qué pasaría si las tallas enviadas no coincidían? Otra vez a gestionar. Al final, se logró destrabar también eso.

“Yo les pido que ante cualquier inconformidad que tengan, vayan con el director de Seguridad Pública. El les va a atender. Son las indicaciones que hemos dado: que los funcionarios atiendan, que escuchen, porque es preferible a que andemos con el rumor”, puntualizó.

Ahí está la clave: la función pública en nuestros tiempos implica saber escuchar y dar la cara ante los problemas y necesidades; que el funcionario público tenga sensibilidad social.
Twitter: @JOchoaVidal

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