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Inició en Huimanguillo programa alimentario Juan Ochoa Vidal juanochoavidal@gmail.com Desde Huimanguillo, el gobernador Adán Augusto López Hernández, el coordinador federal Carlos Merino y el alcalde Carmito Torruco Jiménez pusieron en marcha este jueves para Tabasco el Programa de Producción para el Bienestar, el cual fue iniciado el 8 de febrero en Huetamo, Michoacán, por el […]
16 de marzo de 2019

Inició en Huimanguillo programa alimentario

Juan Ochoa Vidal
juanochoavidal@gmail.com
Desde Huimanguillo, el gobernador Adán Augusto López Hernández, el coordinador federal Carlos Merino y el alcalde Carmito Torruco Jiménez pusieron en marcha este jueves para Tabasco el Programa de Producción para el Bienestar, el cual fue iniciado el 8 de febrero en Huetamo, Michoacán, por el Presidente Andrés López Obrador.

“Vienen tiempos mejores para Tabasco”, recalcó Adán ante cientos de productores de Huimanguillo, Jalpa, Nacajuca, Cunduacán, Paraíso, Comalcalco y Cárdenas.

La meta es incrementar este año la producción nacional de maíz, frijol, trigo y arroz, en al menos 20 por ciento con respecto a 2018, mejorar los ingresos y empleo de las familias de los pequeños y medianos productores y disminuir las importaciones de dichos productos.

En Tabasco, al igual que en el resto del país, se verificará que no haya simulación: que los productores siembren efectivamente y que adopten las mejores prácticas agroecológicas.

“Es un honor para los huimanguillenses que el programa Producción para el Bienestar 2019 tenga su inicio en este municipio; se pretende lograr la autosuficiencia alimentaria y es además una primicia de la cuarta transformación de México, orientada a la producción de ramas básicas de maíz, frijol, arroz, para obtener el abastecimiento de la población nacional”, señaló el presidente municipal.

Se tiene como prioridad de justicia social que llegue a todos los rincones del país y de nuestro estado, para que los productores sean los primeros en alimentarse saludablemente y vivan bien junto con sus familias, añadió Torruco Jiménez.

Adán Augusto enfatizó que para lograr la meta habrá trabajo coordinado de diversas dependencias gubernamentales.

Producción para el Bienestar cuenta para todo México con un presupuesto de nueve mil millones de pesos en 2019. Tiene un padrón de beneficiarios que fusiona al PROAGRO (antes Procampo) y al PIMAF, e incorpora a 250 mil productores de localidades indígenas.

Los objetivos de este programa, orientado a 2.8 millones de productores de básicos, como lo son maíz, frijol, trigo y arroz, fundamentalmente, se enfocan a producir los alimentos que abastezcan de forma suficiente a la población nacional, con la prioridad, por justicia social, de que quienes producen coman saludablemente y vivan bien.

Además se movilizarán de manera sustentable, respetuosa del medio ambiente, todos los recursos, instrumentos y programas gubernamentales disponibles, en acción coordinada con los sectores productivos, para producir más y mejor y fortalecer la economía rural con empleo y mayores ingresos, contribuyendo así a la gran tarea de reconstruir la cohesión y la paz social.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), instrumentó cuatro programas estratégicos de apoyo: Precios de Garantía, Crédito Ganadero, Fertilizantes y Producción para el Bienestar, integrados entre sí para mejorar las condiciones de vida en los territorios rurales y asegurar la producción de alimentos básicos.

Se contempla prioritariamente a los productores de pequeña escala (predios de hasta cinco hectáreas) con cuotas de mil 600 pesos por hectárea por ciclo, y de mediana escala (predios de más de cinco hectáreas y hasta 20), con cuotas por ciclo por hectárea de mil pesos.

Los apoyos se entregarán antes de las fechas de siembra a fin de que los productores puedan adquirir oportunamente sus insumos (semillas, fertilizantes, etcétera) y potenciar así las capacidades productivas y de inversión.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural advierte que al lograrse la autosuficiencia alimentaria se romperá con la tendencia registrada en los 30 años recientes, cuando la dependencia del exterior se elevó a tal grado que en 2017 importamos nueve mil 800 millones de dólares en alimentos, y si se suma a esto las compras del exterior de insumos, maquinaria y equipo la cifra llegó a unos 13 mil 600 millones de dólares.

Es el comienzo.

Twitter: @JOchoaVidal

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