Oscar Cantón: “¿Por qué lo he de negar?”

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
Las secuelas del coronavirus podría ser la explicación, pero existen antecedentes que revelan que ya era un alacrán de la política, además de mentiroso. La cuestión es que, en su desesperación por “tener pueblo”, ahora atacó a los alcaldes de MORENA y salió con el cuento de que “fue en 1976 cuando inicié con AMLO a caminar”.

Asimismo, en un desplante de lambisconería que no le queda porque no han pasado muchos años desde que como parte de regímenes corruptos se le iba a la yugular al actual Presidente de la República, proclamó que “se debe asegurar la continuidad de la 4T y defender a López Obrador de los detractores”.

Es el mismo Oscar Cantón Zetina de toda la vida. Es el mismo que un día, en los ochentas, cuando de algún modo logró colocarse como subsecretario de Gobierno en Tabasco, llamó a su oficina a Baldemar Hernández Márquez, entonces secretario de Desarrollo Económico, para pegarle en el rostro con la cacha de su pistola, al grito de “¡a mí me respetas!”

¿Por qué sucedió eso? El ya fallecido periodista José Frías Cerino, quien nos lo platicó, nunca encontró la explicación acerca del comportamiento gangsteril de quien con toda intención lo convocó a la misma hora y lo hizo esperar dentro de su oficina un buen rato, hasta que llegó Baldemar. “Concluí que quería que yo fuera testigo, porque después solo me dijo: otro día platicamos”, me comentó Pepe Frías.

El ex alcalde de Jalpa, doctor en ciencias políticas, catedrático universitario, ex subdirector del Centro Indigenista de Mazateupa cuando Andrés Manuel estuvo a cargo de esa dependencia y hoy director general de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero, es una persona muy respetable, siempre amable con sus semejantes y, en definitiva, una víctima más de Oscar.

A mí me amenazó en 2006, cuando soñó con la candidatura a gobernador por el PRI. Palabras más o menos, dijo: “No se te olvide quién soy yo y lo que represento; ahorita puedo estar distanciado de mi hermano, pero sangre llama sangre y tú dependes de ese periódico”, me advirtió. “¡Me vale!”, le respondí. Nunca más cruzamos palabra.

Más tarde, dio el brinco al PRD obradorista; en 2018 quiso ser candidato independiente, pero el INE lo descalificó por falsificar firmas. Redescubrió “virtudes” en el sistema de partidos y fue abanderado del PVEM. Captó apenas un puñado de votos. Y pronto ya estaba en MORENA, que para sorpresa de no pocos lo hizo diputado federal en 2021.

Desde luego, eso de que en 1976 comenzó a caminar con Andrés Manuel es otra más de sus mentiras, dirigida a un pueblo desmemoriado.

Ese año, el líder de MORENA interrumpió sus estudios en la Facultad de Ciencias Políticas para venir a Tabasco a apoyar al poeta Carlos Pellicer en su campaña para senador, mientras que Oscar vivía como junior en la Ciudad de México y estudiaba ciencias de la comunicación, merced a los frutos del negocio familiar, el periódico El Rotativo.

Ningún amigo o ex colaborador de López Obrador lo recuerda ensuciándose los zapatos en Nacajuca, entre 1977 y 1982. Tampoco se la jugó con él cuando los alcaldes del primer trienio de González Pedrero se aliaron para exigir que el personaje dejara la presidencia estatal del PRI. Oscar siempre se juntó con mafiosos de la política y, eso sí, demostró habilidades de trepador. Hay muchas anécdotas al respecto.

Llegamos al pasado domingo. Nos remitimos a la reseña que publicó el reportero Julio Morales:
El día de domingo, el diputado federal Oscar Cantón Zetina visitó el municipio de Macuspana, en donde estuvo, primeramente, en la cancha techada de la colonia La Escalera, de San Carlos. En la cabecera municipal realizó otro evento, en el Centro de Desarrollo Comunitario.

Oscar Cantón, en un claro reto a las autoridades electorales, dijo: “Yo no niego que quiero ser gobernador de Tabasco; por qué lo voy a negar…”

Comentó que muchos gobiernos municipales no atienden a la ciudadanía y se dedican a beber trago en sus oficinas.

“Se perdió por los malos gobiernos municipales, esos que están en el palacio municipal y que se encierran a beber trago, y que están en el clima y que a todo le dicen a la gente que no hay presupuesto, que no hay dinero. ¡Ah! Pero cuando le bloquean las calles, cuando le hacen un plantón, en ese momento, por arte de magia aparece que ya está el dinero”.

En los eventos de San Carlos y Macuspana hubo de todo: desde acarreo masivo en combis del servicio público, hasta repartidera de palanganas de plástico.

Hasta ahí, el testimonio. Dato pertinente: el alcalde de Macuspana, Julio Gutiérrez Bocanegra, no acostumbra tomar alcohol.
Twitter: @JOchoaVidal