Lo que ya se gesta

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
La revisión objetiva de la coyuntura política y social, superficial o profundo, llevará a la misma conclusión: independientemente del desenlace que tenga la elección presidencial de 2024, en Tabasco el actual partido gobernante debiera conservar la gubernatura. Es probable, incluso, que repita en 2030.

Aquí se palpa, se escucha, un fuerte apasionamiento en torno de la figura de Andrés López Obrador, más allá de si uno, en lo particular, está o no de acuerdo con sus políticas, con sus resultados, con la situación prevaleciente; con sus acciones y pronunciamientos que ahora incluyen fuerte desacuerdo con el clero católico.

En días recientes hemos platicado del tema con amigos que se dedican a la política. Unos, dentro de MORENA; otros, en lo escaso que queda de la oposición partidista; y otros, desde la visión apartidista:

Quien pretenda hacer política y acceder a cargos de elección popular, tiene dos caminos: uno, que está muy empinado, escabroso y de largo plazo, en la oposición, tal como se hacía en el país antes del parteaguas histórico de 1988 ante un todopoderoso PRI; dos, dentro del partido en el poder, jugando con sus reglas y poniéndose la camiseta del morenismo.

Está muy difícil, casi improbable, a menos que se dé una inédita irrupción de voto de castigo, que un abanderado opositor derrote dentro de menos de dos años a la candidata o candidato obradorista en la contienda por Palacio Nacional.

Pero aun si ese escenario se diera, de antemano tendría que descartarse que en Tabasco se produzca algo similar. Por más que existan voces, visiones contrarias al desempeño de autoridades y legisladores locales, lo que evidentemente prevalece es una opinión pública que aplaude todo lo que hace y decide el Presidente de la República.

Y no se trata, de parte nuestra, de adulación o de expresar preferencia política, sino, insistimos, de ser pragmático y ver las cosas con la mayor objetividad posible.

Los casos de Paraíso, Cunduacán y Tacotalpa en 2021, cuando el partido gobernante perdió esos ayuntamientos, fueron producto del rechazo mayormente no a la figura presidencial sino al hartazgo y malas decisiones específicas, y también a la personalidad de un candidato como lo fue Abraham Cano González en la Atenas.

¿Puede volver a repetirse ese fenómeno a nivel municipal y/o distrital? Desde luego que sí.
Para colmo, en lo referente a Paraíso, al evento del viernes a alguien se le ocurrió invitar al ex alcalde corrupto relacionado con quién sabe cuántos negocios oscuros y cuyo hijito, Tony, tiene en El Bellote, para alquilárselo a paseantes, un yatecito que le costó quizá unos tres millones de pesos. Hace cuatro años, apenas sobrevivía como tecladista.

En tiempos no tan remotos, una de las tareas del responsable de la política interna del gobierno estatal, en este caso Guillermo del Rivero, era estar pendiente de evaluar el desempeño de los alcaldes, en conjunto con el Poder Legislativo, con el propósito de hacer los correctivos pertinentes y muy oportunos, así como atender inquietudes de la sociedad civil, clase política y las comunidades.

Al cabo de muchos meses muy complicados en lo presupuestal, de cara a una demanda ciudadana que exige respuestas, las diecisiete administraciones municipales de ahora presentan diferentes saldos: algunos positivos, otros más o menos ahí la llevan, mientras que la mayoría están para llorar.

Entonces, sí es probable que en 2024 retroceda MORENA en Tabasco por lo que respecta al control de ayuntamientos y hasta en su actual mayoría abrumadora en el Congreso local, mas no se ve cómo pudiere perder la gubernatura… a menos que se tome la peor decisión al seleccionar abanderada o abanderado para ese cargo y ello se conjugue con una irritación ciudadana que sorprenda en las urnas.

En términos generales, ¿qué podemos esperar los tabasqueños para lo que resta del presente año y los dos siguientes? El panorama no se ve bien. Por más que tratemos de ser optimistas, la economía está por los suelos. El precio del huevo llegó a cien pesos la reja…

Vienen tiempos más complicados. No se ve la luz al final del túnel en lo económico, ni en materia de seguridad, ni tampoco en el tema de la pandemia.

En este último rubro se conjuga la llegada de las subvariantes Ómicron BA.4 y BA.5, confirmada por el Consorcio de Vigilancia Genómica, lo que está haciendo crecer la quinta ola porque además a nuestra gente parece no importarle su salud o no haber aprendido nada en dos años y medio.

Todo ello no impide que haya cada día gente feliz, feliz. Es el Macondo choco que ya quisiera haber conocido así Gabriel García Márquez para inspirarse y escribir otra novela.
Twitter: @JOchoaVidal