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Autoengaños Juan Ochoa Vidal ¡Ah! ¡Las encuestas! Antes era: “Quien se mueva, no sale en la foto”. La frase la acuñó Fidel Velázquez. A finales de los ochentas e inicios de los noventas, se puso de moda la encuesta. Pero, como un día nos comentó Roberto Madrazo gobernador -había sido secretario de organización del PRI […]
27 de junio de 2022

Autoengaños

Juan Ochoa Vidal
¡Ah! ¡Las encuestas! Antes era: “Quien se mueva, no sale en la foto”. La frase la acuñó Fidel Velázquez. A finales de los ochentas e inicios de los noventas, se puso de moda la encuesta.
Pero, como un día nos comentó Roberto Madrazo gobernador -había sido secretario de organización del PRI que presidía Luis Donaldo Colosio- los estudios de mercado solo se utilizan para identificar debilidades de quien se quiere colocar en algún cargo.

El tema sirve para engañar a incautos y calenturientos aspirantes, que nunca entendieron antes ni ahora que aunque su partido declare que se basará en encuestas para la selección de candidatos, en realidad se les dará la bendición como siempre ha sido: a quién o quiénes le representen algo al personaje que toma las decisiones.

Desde el ángulo que se vea, se puede ser muy popular mas no por ello confiable o incondicional a los intereses del poder o grupo político. Incluso es muy frecuente que así, no mediante la encuesta sino por lo que decida el “jefe”, se escoja a candidatos a gobernador, diputado, senador, alcalde o regidor.

Desde luego que sí se requiere ser, por lo menos, no mal conocido o repudiado por los potenciales votantes, ni por la militancia que conforma las estructuras del partido. A veces, en el extremo, se opta por el criterio de que más vale alguien desconocido a uno o una que presente marcado rechazo.

En vísperas y durante la jornada electoral, con las referidas debilidades bien identificadas y subsanadas en lo posible, quien encabeza el aparato clientelar con mayor capacidad de maniobra contará con los elementos para hacer la “operación” y llevar al triunfo a sus candidatos, aunque con mucha frecuencia se trate de malas personas, corruptos conocidos y que solo son arrastrados por la ola.

Por otra parte, es muy difícil tener acceso a encuestas confiables. Las que se publican por lo regular son mera propaganda pagada. Asimismo, hay que tomar en consideración que si se recogió la información vía telefónica, de nada sirve; es mayor autoengaño.

Las que poseen un valor mercadológico con algún grado de confianza son las que se realizan mediante entrevistas en domicilio y en la calle, con un universo amplio de encuestados, previa selección de objetos de estudio conforme a cuotas de género, de edad, de antecedentes electorales en la zona o región en donde se recogen los datos.

Con ese precedente, no deja de sorprendernos la ingenuidad con la cual se engañan hoy los “consumidores” de encuestas rumbo al 2024. Sobre todo, al seno del partido en el poder, tal como antes sucedió dentro del PRI o el PAN al ser gobierno.

Para acabar pronto, si el líder máximo de MORENA quiere que le suceda en el cargo una mujer, se hará cuanto resulte necesario para nominar a Claudia Sheinbaum, pese a que la actual jefa de gobierno de la Ciudad de México no pudo maniobrar lo suficiente en 2021 cuando su partido -léase la señora- perdió 9 de las 16 alcaldías.

De igual modo, si quiere que se repita el caso único de la sucesión de Miguel Alemán con Adolfo Ruiz Cortines, puede ser que sí sea Adán Augusto López el próximo candidato presidencial morenista, aunque estaría por verse si Marcelo Ebrard tiene ante los ojos del líder máximo la principal cualidad: la incondicionalidad que garantice que ya sentado en Palacio Nacional no hará como hizo, por ejemplo, José López Portillo con Luis Echeverría Alvarez, quien a su vez soñó con el maximato.

La política es así. Sí, así como reza la vieja frase. Hay cosas que no han cambiado ni cambiarán. Pasa lo mismo en cualquier parte del mundo, dependiendo del momento histórico y la conjugación de fuerzas internas de un partido o movimiento.

Ya quedó a todos más a menos claro que, de cualquier modo, aun cuando en muchos aspectos la gran expectativa no se cumplió o no se ha cumplido aún, entre el oposicionismo no existe fuerza suficiente para sacar del poder a MORENA.

Tal vez sí se dé la alternancia en 2030. Habrán sido doce años de hegemonía morenista, del mismo modo en que Acción Nacional gobernó durante dos sexenios, si bien Felipe Calderón no era, en un inicio, el “gallo” de Vicente Fox.

En 2012, aunque ya se le habían dado los Santos Óleos cuando Roberto Madrazo mordió el polvo al quedar en tercer lugar en la contienda, el PRI revivió y Enrique Peña se alzó con el triunfo, pese a que perdió, entre otros estados, Tabasco para mala suerte de los tabasqueños.

Todo esto se observa de manera más acentuada en Tabasco, al punto de que MORENA podrá darse el lujo de colocar a su peor opción y condenarnos a mayores sacrificios. La lucha por el poder, en todos los frentes locales, es al seno de ese partido. Y punto.

Twitter: @JOchoaVidal

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