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Los políticos no nos salvarán Juan Ochoa Vidal Twitter: @JOchoaVidal A menos de una semana de las elecciones de gobernador en Tamaulipas, Durango, Quintana Roo, Oaxaca, Hidalgo y Aguascalientes, se bosqueja que el partido en el poder se quedará con al menos tres o cuatro de esos estados, al tiempo que la Alianza Va por […]
30 de mayo de 2022

Los políticos no nos salvarán

Juan Ochoa Vidal
Twitter: @JOchoaVidal
A menos de una semana de las elecciones de gobernador en Tamaulipas, Durango, Quintana Roo, Oaxaca, Hidalgo y Aguascalientes, se bosqueja que el partido en el poder se quedará con al menos tres o cuatro de esos estados, al tiempo que la Alianza Va por México (PAN-PRI-PRD) se pone a prueba, rumbo a la sucesión presidencial.

Con ello, Morena podría sumar 20 entidades federativas bajo su control y estaría por verse el desenlace de contiendas en 2023, también por gubernaturas, en Coahuila y Estado de México. Ello, desde el punto de vista de la operatividad electoral, en teoría le facilitaría todo lo que vendrá en 2024.

En Quintana Roo, la abanderada morenista que es cuestionada por supuestos hechos de corrupción durante su desempeño como alcaldesa de Benito Juárez, recibió una “ayudadita” del PRI, cuando “Alito” Moreno decidió que el tricolor participara con candidato propio, sin alianza, algo que sin duda divide el voto opositor.

Asimismo, Dante Delgado, propietario de Movimiento Ciudadano, se deslindó de toda posibilidad de concretar un frente común de oposición en estas y las dos elecciones de gobernador en 2023, así como en las locales y federales de 2024, a menos que se trate de una suma de los otros partidos a su “gallo”, el hijo de Luis Donaldo Colosio.

Se puede concluir que, independientemente de si Va por México obtiene el próximo domingo Aguascalientes, Durango y Tamaulipas, en 2024 solo una extraordinaria irrupción ciudadana contraria a los resultados y políticas obradoristas podría modificar el escenario de continuidad y afianzamiento de la 4T, bajo la tutela suprasexenal de Andrés López Obrador.

E incluso si casi milagrosamente el oposicionismo ciudadano -que no propiamente el de los partidos- consiguiera abatir a quien se quede con la candidatura presidencial morenista, al menos desde la perspectiva actual se aprecia improbable que en Tabasco resulte derrotado Morena… a menos, se insiste, de que algo no se esté viendo en estos momentos.

Es por ello que, para fortuna o desgracia de la nación, en lo particular de Tabasco, la continuidad o continuismo es lo que muy probablemente tendremos hasta 2030, aun cuando eventualmente vaya aparejado el agravamiento de la problemática nacional y local que prevén los expertos en economía, infraestructura, desarrollo, sanidad, en términos de profundización de la pobreza y mayor empoderamiento delictivo.

Factores internos y externos se conjugarán durante años en los cuales todavía sufriremos por las secuelas económicas por la pandemia de coronavirus, que esperemos que no se traduzca también en repunte de contagios. Por lo pronto, en materia sanitaria, son horas y días de incertidumbre de la comunidad científica, por la veloz e incomprensible propagación internacional de la viruela del mono.

La capacidad de adaptación de la colectividad estará a prueba en los tiempos por venir, ante tan incierto panorama e independientemente del rumbo que tome la actividad política. No a futuro, sino ahora mismo, vivimos a cieggas; en todos sentidos, sin que se perciba la luz al final del túnel, por más que los optimistas piensen que ya terminó la pandemia del Covid y que los perros todavía se pueden amarrar con longaniza.

En lo que nos concierne como entidad federativa, ante algo que resulta tan obvio como el virtual hecho de que el siguiente gobernador saldrá de las filas del actual partido gobernante, solo queda esperar que quien tiene el poder para hacerlo señale al mejor prospecto y no a cualquiera; como esos que son muy conocidos como corruptos, saltimbanquis, o simplemente de ineptitud y soberbia fehacientemente demostrada.

Hay uno, por ejemplo, que trae la cola tan larga como un tren de carga. Otro, es muy conocido por sus traiciones y cochinadas. Alguien más, está donde está solo porque el aparato maniobró para hacerlo posible y que, para colmo, como siempre nada de a muertito. Otros más, no dan la talla. ¿Sabrán qué significa ser de izquierda?

Da tristeza ver cómo hemos venido perdiendo una oportunidad tras otra desde el boom petrolero de los setentas, cuando quemamos las naves que representaba nuestra vocación agropecuaria y agroindustrial, que desde hace muchas décadas colocaron en estadíos superiores a naciones como Costa Rica, país que para su fortuna no tiene petróleo, mas sí un gran tesoro en su tierra y su gente trabajadora, jamás a la espera de dádivas.

Los políticos no nos salvarán; tenemos que hacerlo nosotros mismos. La evolución marcó nuestro destino: adaptarnos, avanzar y superar todo obstáculo. Aunque en mucho ayuda si las decisiones políticas son las mejores y los gobiernos cumplen su parte.

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