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Yo también quiero, pero… Juan Ochoa Vidal juan_ochoa45@hotmail.com También Jaime Lastra quiere ser gobernador. Pero finalmente será Andrés López Obrador, como líder máximo de Morena, quien diga la última palabra: ¿será uno de sus antiguos seguidores o le otorgará a Adán Augusto López la facultad de escoger? A simple vista, entre las oposiciones no existe […]
26 de mayo de 2022

Yo también quiero, pero…

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
También Jaime Lastra quiere ser gobernador. Pero finalmente será Andrés López Obrador, como líder máximo de Morena, quien diga la última palabra: ¿será uno de sus antiguos seguidores o le otorgará a Adán Augusto López la facultad de escoger?

A simple vista, entre las oposiciones no existe una figura con tamaños para hacer frente a quien se quede con la nominación del partido en el poder, si bien existe una variable que puede arrojar una sorpresa: que se produzca una irrupción ciudadana que en la jornada electoral rompa esquemas.

A escala municipal, en 2021 ya se dieron tres ejemplos: el emblemático Paraíso, así como Cunduacán y Tacotalpa. En esos municipios, el voto de la sociedad apartidista se juntó con el opositor y, sobremanera, con el del morenismo rebelde, enojado, decidido al punto de que ni la mapachería manejada por Nidia Naranjo pudo hacer algo al respecto.

Igualmente, el despliegue de la operación clientelar en Paraíso y Tacotalpa fracasó, cuando que desde arriba se suponía que los paraiseños, no solo los militantes de Morena, expresarían en las urnas su agradecimiento por los programas sociales y la refinería.

Tres pésimos gobiernos y autoritarias decisiones en la selección de candidatos, se agregaron a la insatisfacción ciudadana, aunque extrañamente en Centro y otros municipios con malos gobiernos el morenismo sí pudo retener el poder.

Todo ello permite bosquejar el escenario que no puede descartarse para la sucesión gubernamental y, ¿por qué no?, para la presidencial, por más que en ese otro contexto se proyecte, ahora mismo, que el partido de Obrador se quedará con casi todas las gubernaturas en juego dentro de menos de diez días.

De allí, entonces, que Andrés Manuel tiene el poder para colocar a cualquiera en candidaturas de su partido, pero deberá sopesar muy bien qué le conviene y cerciorarse de que los abanderados llenen los perfiles adecuados.

Mucho ojo y cuénteselo a quien más confianza le tenga: no vaya a ser que “cualquier vaca” nominada por la oposición termine alzándose con el triunfo electoral, no por lo que en lo personal o como alianza de partidos represente, sino porque los ciudadanos dispongan otra cosa con su voto.

En el caso específico de los municipios de Tabasco esa tremenda sorpresa la recibió en 2003 el gobernador Manuel Andrade Díaz, quien estaba tan seguro de que el PRI se llevaría el carro completo que hasta grabó el famoso video donde dijo que “el que ganó, ganó y el que perdió, perdió”.

Fue divulgado en cadena estatal de radio y televisión a las ocho de la noche de aquel domingo, cuando ya el mismo Andrade estaba informado de que había perdido once de los 17 ayuntamientos y la mayoría en el Congreso del Estado.

Algo así pudo haber sucedido en 2021, pero el efecto Amlo volvió a funcionar en la mayoría de los casos, para beneplácito de alguien como Yolanda Osuna Huerta, quien al igual que Evaristo Hernández en 2018, cree que fue ella quien ganó la contienda.

Pero no funcionó de igual manera en los tres municipios perdidos.

Lastra fungió como secretario de Gobierno desde 2001 hasta después de la referida elección de 2003. Antes, durante el interinato de Manuel Gurría Ordóñez, se le consideró como jefe del grupo político al cual pertenecía el actual secretario de Gobernación.

Está fuera de toda duda la cercanía que tiene con Adán Augusto y la encomienda de garante político que éste le asignó a la par de su actuación como presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado.

Son varios los que andan movidos en busca de ser candidato a gobernador por Morena, a sabiendas de que en política hay que levantar la mano para ser tomados en cuenta a la hora del reparto de cartas. Cada quién tiene su estilo.

A decir verdad, a la gran mayoría de la población no le interesa el tema. Siempre ha sido así. Eso de neoliberales y conservadores, hay quien solo lo repite porque lo escuchó, pero sin entenderlo y, eso sí, con desconocimiento de la historia de Tabasco en las últimas décadas.

Quienes están un poco mejor informados, puede ser que conozcan la trayectoria de los actores políticos y el papel que han jugado o no en la lucha por el poder desde 1988. A partir de ese año, las filas del oposicionismo se vienen alimentando mediante desgajamientos del PRI.

A veces no podemos evitar que se nos escape una sonrisa, al menos, al observar el apasionamiento “anti-prian” de parte de quienes no hace muchos años combatieron con ferocidad y hasta vileza a Obrador, como son los casos de los también autoencartados Oscar Cantón y Manuel Rodríguez, éste último secretario general del tricolor no hace mucho tiempo.
Twitter: @JOchoaVidal

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