Escenarios
Cuando ya ni llorar es bueno Juan Ochoa Vidal juan_ochoa45@hotmail.com La década pasada resultó ser una de las peores para la economía de Tabasco y el país, con el colapso petrolero de 2014. Pero el tema no es echarle la culpa al pasado, sino ubicarnos en el presente, si bien ya 2019 fue muy duro […]
25 de mayo de 2022

Cuando ya ni llorar es bueno

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
La década pasada resultó ser una de las peores para la economía de Tabasco y el país, con el colapso petrolero de 2014. Pero el tema no es echarle la culpa al pasado, sino ubicarnos en el presente, si bien ya 2019 fue muy duro por la severa austeridad gubernamental, en aras de obtener recursos para los grandes proyectos sexenales y financiar los programas sociales.

Desde 2020 a la fecha, la pandemia nos pegó aún más fuerte en lo económico, tanto a nivel gubernamental como a nosotros, los ciudadanos comunes y corrientes, lo que incluye tanto a los asalariados, a los subempleados o desempleados que son mayoría y también a los empresarios de todos tamaños, en un estado cuya economía depende desde hace casi cuatro décadas de la actividad oficial y del sector servicios.

Con un factor determinante como lo es la explosión demográfica y el rebosamiento de la demanda social ante la falta de oportunidades de superación, así como el azote delictivo, por más que lo intentamos no podemos ver con optimismo lo que está por delante, por más que haya quien intente convencernos de lo contrario con palabras dulces.

En el panorama país, probablemente la variable más nefasta, cruel y de difícil solución que pesa y seguirá pesando sobre nuestra economía es la violencia del crimen organizado, advierte el economista Jorge Basave Kunhardt. Se abate sobre la seguridad, sobre la inversión y el desarrollo de todos nosotros, especialmente de quienes habitan regiones enteras del país, añade en un análisis que publicado por Animal Político el 5 de abril.

Como una de las entidades federativas con economía más deprimida luego de que a inicios de los ochentas éramos la de mayor ingreso por habitante, las inversiones que ahora realiza el gobierno federal en Paraíso no constituyen la panacea y ni siquiera un atisbo de luz al final del túnel, porque para colmo el contexto global nos impacta y lo sufrimos en el bolsillo a la hora no solo de buscar empleo o clientes, sino de cargar combustible o comprar productos básicos.

Al respecto, conviene leer parte de lo que señala el economista:
“De inicio, debo decir que la cantidad de variables económicas que están en juego en estos momentos en México vuelve muy difícil ser preciso sobre las perspectivas de nuestra economía en el corto y mediano plazos.

“Una buena noticia es que los efectos más perniciosos de la pandemia de COVID19 parecen estar remitiendo (…)

“Pero sin que veamos todavía el fin de los contagios, ahora ocurrió la invasión de Rusia en Ucrania. No cabe duda que la economía mundial se verá afectada por una carestía de petróleo, gas y algunos granos como el trigo, cuyos precios ya están al alza.

“Rusia es nada menos que el primer exportador mundial de petróleo y el tercero en gas. Por su parte, Ucrania es el quinto exportador de trigo, después precisamente de Rusia, EU, Canadá y Francia. A México lo que más le afectará será el impacto sobre los precios de la gasolina que importamos.

“PEMEX en 2021 reportó un incremento del 25% del combustible con relación al año previo, alcanzando los más de 300,000 barriles diarios en promedio. Esto afectará directamente los costos del transporte y la producción, o bien, si se decide subsidiarlos (que es lo que se ha venido haciendo a la fecha) impactará reduciendo los recursos gubernamentales disponibles para promover el crecimiento económico y los programas sociales.

“Su traducción en un incremento de la inflación, que para la primera quincena de marzo ya se situaba en 7.29%, es lo más temido.

“Pero otras variables negativas vienen de lejos y son losas pesadas sobre el crecimiento y el desarrollo. Una es la insuficiente inversión pública, menor al 15% de la inversión total en México 2021 y que en su mayor parte se destina solo a tres megaproyectos: Dos Bocas, el Tren Maya y el Aeropuerto de Santa Lucía, que seguirán consumiendo recursos que podrían destinarse a proyectos más productivos. Además, con resultados inciertos y de muy largo plazo”.

Concluye que “aunque el regreso a las actividades de servicios y comerciales en general son alentadoras, el desempleo (4% al cierre de 2021, más que antes de la contingencia sanitaria), el crecimiento de la pobreza laboral (40.3% de la población al 4º trimestre de 2021), y la reducción de la clase media durante los últimos dos años serán su contrapartida”.

El analista es doctor en Economía y miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde 1995. Actualmente se desempeña como profesor/tutor en los postgrados de economía y de administración de la UNAM y como investigador titular en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
Twitter: @JOchoaVidal

Compartir: