La “congruencia” de Oscar Cantón

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
Hay que reconocerle la frescura con la que se maneja desde siempre, así como su éxito en el trapecio político. Hoy grita: “¡Es un honor estar con Obrador!” Quienes no nacimos en este siglo conocemos muy bien su otro rostro, de cuando echaba pestes en contra del actual Presidente de la República.

“Convicción y congruencia, cualidades que la gente ve en mi trabajo: Oscar Cantón”.

La más reciente propaganda suya corresponde a una supuesta calificación producto de una pseudoencuesta que pone a la cabeza al “líder defensor de la 4T” en comparación con los demás diputados federales de Tabasco.

“En una escala del 1 al 10, ¿qué calificación das a los diputados federales sobre su postura ante la no aprobada Reforma Eléctrica?”.

Y, desde luego, el personaje de la “roqueseñal”, rapaz dinosaurio priista que adquirió notoriedad al aparecer en la fotografía junto con Humberto Roque Villanueva dejándonos “caer” en 1995 el incremento al IVA de 10 a 15 por ciento, figura en donde le encanta: a la cabeza.

Oscar Cantón Zetina, 9.1; Karla Rabelo Estrada, 8.5; Janicie Contreras García, 8.1; Manuel Rodríguez González, 7.7; Marcos Rosendo Medina, 7.5; Mario Llergo Latournerie, 6.7; Lorena Méndez Denis, 4.3; Gerardo Gaudiano Rovirosa, 3.1 de calificación.

¿Habrá quien se trague el cuento? ¡Desde luego que sí! ¡Si hasta él mismo se lo traga toditito!

Sí: nos referimos, claro está, a que su ego, su ambición desmedida, su creencia de que convencerá a Andrés López Obrador para que lo convierta en el próximo gobernador de Tabasco, no tienen medida.

El canibalismo con el que actúa en esta historieta con relación a sus compañeros diputados no es de primera vez. Así ha sido siempre. De igual manera, a lo largo de su tormentosa y truculenta vida pública, existen testimonios que dan cuenta de que carece de “estorbos” morales o éticos.

No le importa el qué dirán. El fin justifica los medios. Y sí: una y otra vez ha demostrado sus habilidades -más bien mañas, dicen sus no pocos detractores- para convencer a incautos que, en definitiva, no lo conocen o de otra manera no lo compraban.

En el preámbulo electoral de 2018, el Instituto Nacional Electoral desnudó el fraude que cometió al falsificar firmas para acreditarse como candidato independiente a la gubernatura. De ahí no pasó el asunto. No hubo sanción.

A propósito de la congruencia de la cual se vanagloria -“Dime de qué presumes y te diré quién eres”- en esa precampaña despotricó otra vez contra Obrador y repudió el sistema de partidos.

No obstante, al ser rechazado su registro por incurrir en esa forma de corrupción y estafa, recurrió a sus antiguos nexos con el madracismo, que previamente había adquirido la franquicia del Partido Verde en Tabasco.

Entonces, fue candidato “ecologista” para gobernador. Pero todo ese respaldo del que presumió, se redujo a un insignificante puñado de votos.

Y ahí lo tenemos: de repente brincó a MORENA, que en ese extraño mas frecuente pragmatismo lo adoptó y convirtió en su delegado en otro estado. Y en 2021, ver para creer, ese partido le obsequia la diputación federal por la vía plurinominal, a cuenta de quién sabe qué.

A finales del siglo pasado traicionó al traicionero Roberto Madrazo, al apoyar al también traicionero Arturo Núñez, para que a la vuelta de pocos meses traicionara él a éste último declarándose andradista de hueso colorado.

Ello no impidió que Núñez, ya finalmente como gobernador, le diera un cargo con muy buenos dividendos. Entre gitanos se conocen y adoran.

Brinca, que brinca y vuelve a brincar. ¿Congruencia? ¿Lealtad? ¿Principios, como los de no robar, no mentir, no traicionar? Quienes lo conocen muy bien tienen la respuesta. No dejan de sorprendernos los comentarios que recibimos cada vez que publicamos algo acerca de Oscar Cantón Zetina. ¡Sí que lo quieren mucho…!

Evidentemente, no es el único “artista” de la política que incurre en prácticas parecidas; pero si a esas vamos, por sus “talentos” demostrados, merece una calificación no de 9.1 porque se trata de ¡un chico de diez!

¿Logrará su propósito de ser gobernador? A sus 68 años ha sido diputado local y federal en más de una ocasión, así como senador. De ahí, entonces, la conclusión de que para sus fines ha sido muy exitoso en una actividad que, según los conocedores, con frecuencia es equiparable a la prostitución.

Por ahora, tira la bola a lo alto. A ver hasta dónde llega. No importa su fama pública, ni los “muertos” dejados en el camino. Sabe requetebién -diría Manuel Andrade- que no será gobernador, como tampoco lo fue en 2006 ni en 2012, pero lo que caiga es bueno.
Twitter: @JOchoaVidal