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Nada es para siempre Juan Ochoa Vidal juan_ochoa45@hotmail.com En 2024, en el caso específico de Tabasco, a simple vista no se aprecia hoy cómo pudiere el partido gobernante perder las elecciones, incluso la gubernatura, con partidos de oposición de papel. Empero, son diversas las variables en juego y, en realidad, no se dispone de información […]
28 de abril de 2022

Nada es para siempre

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
En 2024, en el caso específico de Tabasco, a simple vista no se aprecia hoy cómo pudiere el partido gobernante perder las elecciones, incluso la gubernatura, con partidos de oposición de papel. Empero, son diversas las variables en juego y, en realidad, no se dispone de información confiable al respecto y, como dicen por ahí, ¡puede saltar la liebre! Veamos:

Si nos atenemos a lo que se expresa en Facebook, que es la red social predominante, lo que predomina es el apoyo incondicional a todo lo que haga y disponga Andrés López Obrador, de cuyas decisiones depende MORENA. Sin aquél, el partido se convertiría en prácticamente nada.

Sin embargo, solo un reducido segmento de la población tiene acceso a Facebook y ahí a la mayoría de los internautas no le interesa y hasta le molesta la política. Igualmente, los programas de radio con esa temática han visto minimizado su auditorio e influencia social.

En todo caso, la fuerza del partido en el poder radica en los beneficiarios de los programas sociales, aunque también en personas que sí apoyan de manera incondicional todo lo que se relacione con la 4T, sin importarles si la gran mayoría de las autoridades emanadas de ese movimiento han salido puques, si son más de lo mismo, ratas que saltaron del otro barco que se hundía.

Con todo ello, a pesar del terrible fracaso que vivieron por ejemplo los macuspanenses en el primer trienio, en las elecciones de 2021 retrocedió MORENA solo en tres municipios: Cunduacán, en donde el independiente Abraham Cano está más que obligado a dejar satisfechos a sus gobernados; y Paraíso y Tacotalpa, en donde hasta la fecha Ana Castellanos y Ricki Arcos no marcan diferencia.

La operación electoral resultó tan exitosa en Centro, una candidata que no era popular -ni lo es ahora- se adjudicó un cantidad histórica de votos, a pesar de que enfrentó al más reciente y victimizado ex gobernador, y ante el hecho de que su antecesor, Evaristo Hernández Cruz, ha sido lo peor que le ha sucedido al municipio de Centro, que se recuerde.

Así, en 2024, con lo que se presume que será un respaldo abrumador de los ciudadanos a cualquier candidato morenista y con partidos de oposición que están a la medida de lo que enfrentó el PRI hasta antes de 1988, pudiere creerse que hasta una vaca puede ser gobernador, presidente municipal, diputado local o federal, y senador.

No obstante, ese partido que finalmente no es tan poderoso, tan omnipotente como durante décadas lo fue el PRI, podría sufrir sorpresas si se confía, si se equivoca, si prevalece la soberbia y se configura una situación agravada por algo que puede darse como un hecho: López Obrador no aparecerá en las boletas y se están sumando elementos que, eventualmente, conducirían a un fuerte quebranto político.

Cómo evaluarán los ciudadanos que razonan su voto los alcances del sexenio. De qué tamaño será la participación de votantes. Cuál será el saldo que arroje la ya dramática evolución de la economía, complicada por el impacto de factores externos como las secuelas de la pandemia y la guerra en Europa en ese rubro. Qué están pensando ahora mismo muchos individuos que se reservan su opinión ante la carestía, la delincuencia y otros fenómenos sociales.

En 2021, MORENA pudo darse el lujo de nominar a casi cualquiera, con marcadas excepciones como los casos de Jonuta y Emiliano Zapata, en donde los candidatos debieron luchar contra cacicazgos corruptos. Ya se vio, insístase, lo ocurrido en Cunduacán, Tacotalpa y el emblemático Paraíso.

Para 2024, si Javier May lo dice, es porque Octavio Romero Oropeza mira a Tabasco desde su alta oficina de la torre de Pemex en la Ciudad de México y olvida el muy lastimoso fracaso por el que lloró en 2015, cuando muy confiado compitió por la alcaldía de Centro y, para acabar pronto, cayó al fondo.

Uno de varios factores que serán determinantes en las siguientes elecciones constitucionales lo constituye el hecho de que por primera vez votarán jóvenes que tienen ante sí un futuro incierto, y que observan que muchísimos otros, universitarios y con postgrado, tienen años deambulando en busca de empleo y, con frecuencia, deben conformarse con cualquier “chambita” de salario mínimo.

El futuro político de Tabasco no es, en conclusión, pan comido para el partido en el poder. ¿En cuántos de los 17 municipios habrá voto de castigo?

Por otra parte, ¿qué está haciendo la actual dirigencia morenista para prepararse con miras a lo que viene? No se conocen trabajos de formación de cuadros, de fortalecimiento partidista. Solo se ve a suspirantes que tratan de engatusar a clientes incautos, que quizá no lo sean sino nada más mañosos.
Twitter: @JOchoaVidal

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